Capitulo 24.

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Tardamos en convencer a los papás de Draco en llevarnos a pasear en el callejón, era el último día de fin de semana teníamos que acabar de investigar.

-Listo para perderte Harry.-Susurro Draco cuando sus padres se voltearon a ver una vitrina y se desconcentraron de vernos.

-Si.-Empezamos a correr y no tardamos en perdernos de vista y caminamos al banco.

-Buenos días.-Dijimos al de la oficina, los duendes nunca contestaban eran raros.-Queremos abrir esta bóveda porfavor.

El duende nos miró raro y le tiró la llave a otro y lo seguimos.

Nos subieron al carrito y esté empezo a moverse hacia abajo, yo había venido varias veces al banco.-¿Por qué tienen está llave, jóvenes?.

-Es de mi familia.-Dijo Draco adelantándose.

-Tipico de Malfoys.-Parecia haberlo dicho con desprecio.

Cuando al fin estuvimos en el lugar el duende abrió la bóveda.-Firme.-Draco dejo que yo lo firmara y eso hizo que el duende me mirara raro.

Cuando vimos la bóveda está estaba aparentemente vacía, digo aparentemente por qué se sentía algo raro, como si magia la protegiera.

Cuando el duende se fue dejándonos solos la Bóveda se iluminó dejando ver una puerta en la bóveda.

-¿Qué crees que sea Draco?.-Draco elevó los hombros y abrió la puerta.

-Es mejor darnos prisa.-Me reí cuando asomamos la cabeza vimos un pasadizo largo.- No hay nada.

-Creo qué si hay algo Harry, las bóvedas están hechas para esconder cosas, camina, vamos a entrar.-Draco sujeto una de las linternas con fuego y se metió en el lugar.-Hice lo mismo y la puerta se cerró, Draco comprobó que se abría y decidimos caminar.

Caminamos mucho tiempo en silencio hasta toparnos con el tope del pasaje, tenía una escalera y arriba de nuestras cabezas había una puerta.-Que horrible bóveda.-Susurre.

Draco dejo la lámpara en el suelo, ya no podíamos llevarla y subir las escaleras.-Sube Harry.

Cuando íbamos subiendo hubo un pinto en el que ya no se veía muy bien, al llegar a la puerta está se abrió solo con empujarla, al salir del lugar, supe dónde estábamos enseguida.-La camara de los secretos.-Draco al salir al lugar abrió los ojos en grande.

-Si, la cámara, Harry estamos en Hogwarts, ese pasadizo debe ser mágico, conecta el callejón con Hogwarts.-Nos levantamos y al hacerlo escuché un siseo fuerte que obviamente no era el de mi serpiente.

El basilisco salió de la estatua de Salazar y Draco se puso atrás mío.-Ella si nos va a comer.-Susurro Draco.

-Hola.-Le dije al basilisco, en mi antigua vida había peleado contra n ella, hoy hablaría con la serpiente.

-Harry Riddle.-Dijo.-Es una grata sorpresa.

-La sorpresa es mía, como sabes mi apellido.-Draco estaba abrazado a mi.-¿No nos vas a comer verdad?.

-Yo no muerdo la mano de quién me da de comer, señor Riddle, su padre me mataría si me lo cómo.-Me reí.

-Draco ya puedes soltarme, no nos va a comer.-Draco no entendía parcel.

-Bueno.-Draco me soltó.-Hola, serpiente, grande.-Se volvió a poner tras mío cuando está se movió.-Potter tengo miedo.

-Mis nombre es Rigguer.

-Mucho gustó Rigguer.-Le dije.-¿Mi padre está vivo?, ¿Es Voldemort?.

-Nos señor Riddle, su padre si está vivo, síganme.-Tome la mano de Draco y empecé a caminar siguiendo al basilisco por la cabeza de la estatua.

ONE DAY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora