ONE DAY.

Capitulo 25

-Bueno creo que ahora esa cabeza platinado está bien .-Asenti.-Lu, cuida a Harry, Draco se lleva con el y eso te permite estar cerca del cachorro y vigilarlo.

-Si, lo sé, lo único detestable es su tío y el hecho de que se quiere casar con mi hijo y me lo dijo a la cara.-Me reí.

-Cisi qué te dijo cuando viniste aquí Lucius, sabes que no estoy en contra de verte, pero a ella no le gusta qué nos veamos fuera de la mansión.-Eleve los hombros.

-No me dijo nada, solo "Ve", un frío y sin sentido Ve, si pudiera no me iría de tu lado, pero Draco necesita a su padre y a su madre.-Suspire.

-Sin duda así es como funciona en tu casa, yo soy muy valiente como para tolerar el compartirte.-Tome su mano.

-No me compartes, ella y yo nisiquiera dormimos juntos en el cuarto, se que parece una falsedad pero no lo es.

-Lo se, pero aún así ella te ve todos los días, está contigo todos los días.-Remus torció los ojos y respiro hondo.

-Cuando Draco se gradué vendré a vivir aquí y no saldré nunca.-Remus me miró nuevame.

-Esperare ese día.-Remus me beso y yo también lo bese de regreso.

Tuvimos una batalla de besos y caricias que siempre terminaban con ambos desnudos en la cama, en el suelo o en mi escritorio, Remus era demasiado fuerte, el era demasiado certero, disfrutaba demasiado estar con el, era una danza entre el amor y el deseo que jamás terminaba.

-Ghhp..-Rasguñe su espalda ante sus embestidas.-Remus.

-Dime.-Susurro en mi oído.

-Más rápido, estamos en tu casa y estamos solos, aquí puedes hacerme gritar un poco más.-Remus se carcajeo un poco antes de sujetar mis piernas y salir y entrar en mi varias veces haciéndome arquear mi espalda.

Cuando llegamos al punto máximo los dos terminamos agotados uno junto al otro, los dedos de Remus subían desde mi cadera hasta mi hombro , luego se pegó a mi oído.-¿Quieres una segunda ronda?, ya que pedías más podría jurar que me encantaría dejarte completamente saciado, luego que la anterior ves nos interrumpieran en medio de nuestro tiempo juntos.

-Acepto la segunda ronda.-La anterior ves Cisi había llegado con los niños y habíamos tenido qué dejar de besarnos en la oficina.

-Se espaldas bonito.-Me beso en el hombro.date la vuelta.

Estar de espaldas y no verlo siempre me causaba cierto grado de éxtasis, ademas Remus y yo llevábamos años juntos, el se conocía mi cuerpo incluso mejor que yo.

Cuando empezó a morder mi espalda y a acariciarme no tarde en soltar pequeños jadeos contentos, la mano de Remus bajo lentamente entre mis glúteos y cuando iba a levantar mi cuerpo un poco de el colchón de su cama para qué el pudiera toparme, el me bajo.-Aun no, puedo hacerlo así, solo quédate quieto.-senti su mano abrirse paso y su dedo ingreso con algo de dificultad por qué mi cuerpo estaba recto, no había nada que ayudara un poco a qué la entrada sea más amplia, sentí la mano de Remus volver a subir y me puso su dedo húmedo en la cara riéndose.-Aun estás mojadito.

-Remus .-Mejor quejé ante la acción.

-Buen acomodate.-Me puse en la posición con mis antebrazos en el colchón y mis rodillas y lo que pasó después era de esperarse, el era mío y yo era de el, así funciona amos, nosotros.

Cuando en verdad nos cansamos lo abracé y cerré los ojos.-Lucius, tienes que irte a tu casa, no es que desee echarte pero tienes que irte o Narcisa estará diciéndome a cada rato que me quedé contigo y que ese no es el trato, recuerdas.

-Quiero dormir a tu lado.-Remus me abrazo de regreso y me beso en la frente.

-Lamento decirte cariño, qué eso debías haberlo pensado antes de casarte.-Me senté en la cama, Remus jamás me perdonaría por eso, y yo lo sabía.

-Me daré una ducha.-Entre al baño y me duche, al salir mi ropa estaba doblada sobre la cama, y había un tarro de poción Juanito a ella, me cambié y la destapé, pegué mi nariz al tarro.

-Nos es veneno si eso te preocupa, es solo un anticonceptivo con algo para el dolor.-Me bebí el anticonceptivo casi a regañadientes, no me gustaba, odiaba tener que tomar esas cosas.

-Que asco.-Susurre.

-Lu, en verdad no deseaba echarte.-Beso mi mejilla y luego mis labios, succionando un poquito de el anticonceptivo de mis labios y haciendo una mueca.-Si es asqueroso.

-Si.-Susurre.-Me voy a casa.

Me levanté y fui a la chimenea regresando a la mansión y allí en la sala estaba Narcisa.

-Buenas noches Lucius, mañana tenemos que ir a dejar a los niños, despiértate temprano.

-Si, buenas noches.-Subi a mi habitación y me recosté en la cama, como quería qué me abracen en ese momento, cuando tenía momentos como los de hoy, no me gustaba irme del lado de Remus.

Logré dormirme luego de un rato.

Al despertar baje a la cocina y me encontré a Harry, ese niño siempre madrugaba o siempre me lo encontraba tan temprano.

-¿Ya no tienes sueño?.

-No, ¿Cómo está?.-Mejor sonrió.

-Bien Harry, ¿Y tú?.-Lo despeine.

-Bien señor Malfoy, ¿Señor un vampiro le succionó el cuello?.-Mis ganas de molestarlo no disminuyan.

Lucius puso su mano en su cuello antes de servirme leche.-Algo así.