ONE DAY.

Capitulo 30

El fin de semana llegó y estuve en la estación del tren, me había puesto la unas gafas y un gorro Muggle para poder recojer a Harry, en verdad deseaba pasar con mi hijo un fin de semana, reconocí a la mayoría de padres que esperaban a sus hijos, incluidos a Narcisa y a Lucius, así que procure mantenerme cerca por qué sabía qué Harry estaría con Draco y probablemente saludaría a sus padres.

Y así pasó, Harry Y Draco corrieron hacia Narcisa y Lucius y lo saludaron.-Vendras a pasar de nuevo con nosotros.-Le pregunto Narcisa.

-Harry.-Interrumpi saliendo de dónde me había parado.-Vamos a casa, puedes ir con Draco la siguiente semana, si lo deseas.-Harry había reconocido mi voz y agradecía eternamente eso.

-No, está semana no.-Se despidió de Draco y camino a mi lado.

-Buenos tardes señores Malfoy.-Dije.

-¿Usted quien es?.-Lucius me miró extrañado y parecía haberse puesto en alerta.

-Es un pariente lejano, señor Malfoy -Respondio Harry.-Yo confío en el, no se preocupe

-¿seguro?.-Lucius parecía reacio a qué Harry fuera conmigo.

- Si, yo estaré en contacto, les aviso cualquier cosa.

Lucius me miró de nuevo y asintió.-Bien Harry, cuídate y mantennos informados.

-Lo haré señor Malfoy.-Lucius le dió la mano a Draco.

-Chao Harry, pasa bonito tu fin de semana.-Le dijo Draco.

-Igual tu Draco.-Ellos desaparecieron con un traslador y yo le sonreí a Harry.

Me agaché para acomodar su camisa qué estaba mal acomodada con la capa y lo cargué en mi brazo, el se sujetó de mi cuello y sonrió.-¿Bien joven Harry, que quieres hacer?.-Le dije.

-Lo que sea está bien para mí.-Me dijo.

-He pensado en ir al mundo Muggle por una pizza de esas que le gustaban a tu padre, hace tiempo no como una, ¿Qué opinas?.-Harry asintió.

Yo también use el traslador a la mansión, que ya estaba reparada y limpia.-Wow..-Solto Harry.-Reparaste el lugar.

-Si, tú habitación tiene en la puerta tu nombre, ve a dejar tu maleta y cámbiate para irnos.

Harry corrió escaleras arriba y me senté a esperarlo.

Cuando bajo vestido con la ropa que había dejado en su armario me sonrió y por alguna razón ví lágrimas en sus ojos.-¿Qué pasa Harry?.

-Nada.-Se limpió la cara con la manga del saco de lana y sonrió.-Vamos.

-Dime que te ocurre jovencito.-Lo abracé.

-Está es la primera vez qué alguien me compra ropa de mi tamaño.-Susurro.-Mis tíos Jamás me compran nada, siempre he usado ropa de mi primo y bueno me queda mucho más grande.

-Esos desgraciados.-Murmure enojado.-Hijo, no llores mira se que no he estado contigo muchos años, pero prometo solemnemente qué voy a cuidar de ti.-Bese su mejilla.

-Gracias, papá.-Me abrazo y yo lo volví a cargar.

Fuimos al mundo Muggle y caminamos por las avenidas , Harry no había soltado mi mano y me sentía afortunado, había recuperado una parte de mi alma y sin duda eso me hacía feliz.

Comimos una Pizza y Harry hizo que le comprara un helado.

Estábamos sentados en el parque y Harry pateaba una piedrita mientras comía su helado.-¿Estás mejor?.-Le pregunté.

-Si, mejor qué nunca.-Me sonrió.

Pov...Harry.

Me sentía por primera vez un niño amado, y por segundos quise olvidar todos mis recuerdos de adulto y quedarme con la sensación interesante y amable de tener un padre.

Pero ahora tenía uno, y eso en verdad era estar mejor qué nunca.