Ep 32

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— No te conformas con nada, ¿verdad? — El chico mencionó con fastidio

— Esto es muy extraño, ¿seguro que no ocultas nada?

— Piensa lo que quieras, ¿esas son todas tus preguntas? Yo tengo una, ¿cómo te llamas y qué hiciste para ir al infierno? No te ofendas, pero no tienes pinta de poder hacer... Nada... Antes, casi mueres porque no querías revelarte, no hacías más que ser una perra desesperante

— Seguramente no cometimos los mismos pecados, desgraciado — Levanté una de las pomadas y la fui aplicando a la herida de mi brazo derecho

— ¿Ah no? ¿No encerraste a más de cien personas y los mataste a todos?

— Estás demente

— Ellos lo pidieron en primer lugar, querían una fiesta increíble. Siempre se quejaban de que Halloween no daba el suficiente miedo que debería. Entonces los encerré y les hice un show espectacular, fue la fiesta más terrorífica que debieron haber visto en sus vidas — Rio y habló entre risas — Quizá aún no sepan quién lo hizo, nacer con dinero y poder es la punta de la pirámide en este mundo, ¿lo sabías?

Ahora todo tenía sentido, sus actitudes, sus reacciones, sus palabras, todo de él apuntaba a esta historia siniestra. El chico estaba loco y había matado en masa, lo peor es que ni siquiera habían alcanzado a atraparlo, y yo, pagué toda mi vida por un crimen del que no tuve más opción, que injusta sigue siendo la vida.

— ¿Por qué te quedas callada? ¿Tienes miedo? — Sonrió — No voy a matarte

— Seguro lo deseas

— ¿Eso piensas? — Fingió estar ofendido — Qué mala, yo te salvé, ¿recuerdas? Si quisiera que murieras, no hubiese hecho tantas cosas para que vinieras aquí conmigo

— Quizá eres de los que les gusta hacer todo con sus propias manos

El chico sonrió al escuchar mis últimas palabras. Fue espeluznante que no se moviese y solo me mirase con esa sonrisa tan picaresca suya, parecía que iba a atacarme en cualquier momento.

— Ahora es tu turno de responder — Borró su sonrisa y continuó hablando con indiferencia mientras tomaba el vaso de jugo nuevamente — Cuéntame tu historia, así es esto de las conversaciones, ambos hablan — Bebió un trago

— No hay mucho de qué hablar — Confesé al sentirme obligada a responderle — Maté a un hombre y eso es todo

— ¿Mataste? — Me miró sorprendido y luego se rio — Vaya, creí que eras una ladrona de cuello blanco, que insultaste a Dios mientras llorabas por tu fracasada vida o que simplemente te burlaste de alguien en internet — No pudo reprimir la risa — Jamás pensé que harías algo así, tienes cara de que dejarías que te maten antes de siquiera pensar en matar a alguien

Decidí ignorar las palabras del chico a pesar de que eran muy molestas para mí, tanto que deseaba golpearlo allí mismo y me sorprendí, ¿Por qué ahora la violencia era tan normal en mi vida?

— ¿Cuál es el plan ahora? ¿John te dijo algo más? ¿Va a venir? — Pregunté indecisa sobre mis próximos pasos, ya que, comenzaba a creerle

— ¿Qué piensas? Solo vive, ese era el punto del juego desde un inicio, ahora lo tienes en tus manos, ¿Qué harás ahora?

— Yo... No lo sé — Hablé tan rápido que mi ansiedad se hizo notoria para el chico — Si ganaba, iba a nacer con una nueva identidad, podría dejar mi pasado atrás, olvidaría todo esto... Lo que sucedió antes... Nada iba a importar porque sería una humana normal, con una vida normal... Yo... ¿En qué me metiste?

— Cálmate, ¿Por qué te quejas de todo? Ahora tienes la oportunidad de vivir y de mejor manera que un humano normal, ¿no es suficiente para ti? Porque para mí es incluso más de lo que pedía

— Ese es el problema, ¡Yo solo quería ser normal! — Me levanté del sofá histérica — ¡Quería olvidarlo todo!

— ¡Ya me hartaste! — El chico respondió de la misma forma que yo y se levantó enojado — Si no quieres esta maravillosa oportunidad, entonces lárgate, pero hazlo sola, no pienso volver ahí. ¡Encuentra una manera y lárgate!

¿Largarme? ¿A dónde se supone que vaya? He estado perdida y aunque me gustó la idea al inicio, no puedo aceptarlo, no quiero vivir siendo Amanda Hill, luché por olvidar mi pasado, estuve mucho tiempo encerrada esforzándome en olvidar, en superarlo... Pero no pude, soy demasiado débil, lo único que me interesaba de vivir nuevamente, era que nacería como una persona diferente, una sin un pasado tan desdichado.

— ¿Qué? ¿No te vas? Ahí está la puerta — Señaló la salida y se mantuvo firme a sus palabras

— No sé cómo volver...

— Entonces cállate y confórmate, ¿tan buena fue tu vida que quieres volver a tener esa basura de humanidad?

— No, pero tampoco me emociona seguir siendo un maligno, no quiero ser un demonio

— ¡Concéntrate en lo que tienes, no en lo que quieres! — El chico levantó tanto su voz que me sentí estremecer — Escucha, te daré una hora para pensar y cuando regrese, más te vale haber decidido entre quedarte o lárgate de aquí, ya me tiene harto tu indecisión — Se levantó de su asiento — Si te escucho dudar una vez más, te mataré con mis propias manos

No pude responder nada, pues incluso a mí me fastidiaba mi actitud, él solo quería ayudarme o al menos seguir las órdenes de John para darme la oportunidad de vivir... John... Continuaba decepcionándolo y mis nervios empeoraban.

Puntos SuspensivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora