Capitulo 33: "Es una deuda..."

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Beth, no espera a que nadie venga por ella, toma sus zapatillas, se lo coloca lo más rápido que puede y sale de la habitación.
Claro que encuentra a dos guardias frente a la puerta, ambos se miran entre ellos pero antes de decir algo, Beth se le adelanta.

- Volveré con mi hermana. Hagan lo que quieran pero no me lo van a impedir— Y sin volver a verlos comienza a caminar escuchando los pasos de los hombres detras de ella.

Cuando llega al salón principal, puede ver a unas personas allí, entre mujeres y hombres que están ordenando el lugar. Sin embargo, no pueden disimular miradas curiosas hacia Beth y hasta se ponen a murmurar a su espalda porque  seguramente piensan lo mismo que Liz.

Llegar hasta aquí, la hace pensar inevitablemente en todas las mujeres que de verdad estubieron con Luca, las que si saben hacer lo que tanto él le pide, esos bailes, esos actos de seducción que escapan de sus manos.

Cuando estaba con Luca anoche, no pensó que se sentiría así pero ahora, está enojada, con ella misma, con Liz, con todas las chicas que estuvieron con Luca, y también está enojada con él.

Sus pensamientos van todos hacia él y tanto es el sentido que toman que termina por oírlo.
Al escuchar su ronca voz detiene  sus pasos inmediatamente y gira la cabeza siguiendo el sonido de la misma y apenas puede distinguirlo entre la puerta que está entreabierta en una habitación.

Siente tanta curiosidad que ni siquiera se pone a pensar si es buena idea hacerlo ya que termina caminando hacia él en incógnito. Escucha la voz de los hombres de Luca detrás de ella pero no les hace caso y termina acercándose a la habitación lo suficiente como para que  sus ojos sean testigo de una escena escalofriante.

Luca, viste los pantalones de ayer pero trae la camisa desprendida como si hubiera tomado todo a último momento. Frente a él, lastimado y siendo apuntado con un arma por Antoni esta un joven que aún trae sangre en la boca por un golpe que recibió pero aún así, le sostiene firmemente una sonrisa a Luca.

— El eslabón más fuerte aquí es Dixon— Dice el joven y el tono de voz, capta la atención de Beth. Comienza a mirarlo más detenidamente y reconoce algunos rasgos; es el guardia que la trajo al club. — Ni siquiera sabes quiénes son los traidores dentro de tu organización, hasta la chica te traicionó...— Luca, le acierta un golpe en el mentón que logra desestabilizar al joven quien cae de rodillas al suelo y cuando trata de levantarse, se encuentra con la mirada de Elisabeth.

Por más valiente que sea, los ojos no mienten,  puede ver qué él tiene miedo y Beth se puede dar cuenta de ello.  Hubiera deseado no verlo pero por unos segundos se siente presa de él, de ese miedo de estar en esa situación.

¿A caso esto sucederá si Luca encuentra a Seth aquí nuevamente?

Su conciencia le regala un cuadro que es aún peor, el de imaginarse a Seth en lugar de ese chico hasta que la imágen desaparece cuando escucha el sonido del seguro del arma y ambos miran hacia Luca quien sostiene el arma en dirección al joven que aún permanece de rodillas en el suelo.

¿Qué haría la diferencia aquí? Es solo uno más entre todos los que pasaron por las manos de esta organización, frente a los ojos de Luca y Renzo.
¿Acaso será testigo de un asesinato por parte de Luca?

Un escalofrío le recorre el cuerpo y la sola idea de presenciar algo así la asusta pero aunque tuviera la posibilidad de darse media vuelta e irce, Elisabeth no lo hace.

Da un paso y abre la puerta sin tomar conciencia del peligro ya que Luca dispara sin saber que Beth aparecería en su campo de visión y en el camino que toma la bala.

Aún así, el supuesto traidor lee los movimientos de Beth y logra quitarla de enfrente haciendo que ninguno de los dos salga herido, eso sí, desata el caos en un segundo ya que Luca cambia su expresión fría inmediatamente al ver a Beth allí y la mira con  una evidente preocupación.

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