Capitulo 9: ¿Quién eres tú?

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El chico pelirrojo de nombre Soctt, se sube sobre uno de los muros de un ágil salto, se toma un trago antes de dar su primer grito hacia la multitud y de esta manera conseguir su atención.

- ¡Atención a todos, como aún no se han presentado propuestas para esta noche, nuestro grupo será el primero!

— ¿Qué haremos hoy?— Isabella pregunta a los chicos a su alrededor pero tal parece que el que está más informado es Koen, quien mira a Soctt recostado contra la pared y de brazos cruzados.

— ¡Una carrera!- anuncia Soctt y en ese momento cruza miradas con Koen y las alarmas en las hermanas Brow se encienden.

—Ay no— Murmura Elisabeth pero ya es tarde para decir algo más ya que el resto de los jóvenes comienzan a animarse entre  aplausos, gritos y silvidos.

— ¡Presenten a sus representantes, deberán dar la vuelta antes de llegar a la avenida y regresar aquí!

Isabella, se acerca a grandes  zancadas a Koen con la frente fruncida, — ¿Fue tu idea?— Ruge, encontrando la sonrisa de lado de Koen,
-¿Sabes que esto es una carrera ilegal? ¿Que tal si los alcanza la policía? Tu carrera como piloto...

— Shhhh— Interviene Koen, aún sonriendo.
—No te preocupes por mi, no tengo intenciones de que me alcancen además, vale la pena.

—¿Por qué...

— ¡El ganador podrá elegir entre el dinero de las apuestas o un encuentro romántico con la chica más hermosa que él elija!

Isabella ahora está de espalda a Koen pero no hace falta verlo a la cara para saber que expresión trae ahora. Claro que él impuso esa apuesta y de más está decir que el dinero no le interesa.

— Voy a ganar ojitos— la ronca voz de Koen vuelve a tener su atención cuando ya va de camino a su auto.

— Koen, no es una buena idea-Suelta Isabella, —la policía...

— Tengo un motivo para ganar— Koen, se gira hacia ella y camina uno pasos de espalda, tan ingreido como seductoramente inrresistible.

–¡¡Loco!!— Ruge Isabella, —¡¡No seré parte de tu apuesta!!— sin saber si Koen la escuchó o no, camina en dirección contraria a él y el resto de la multitud tratando de ver si con eso puede disuadirlo de dejar la carrera y evitar que la policía se meta con él y esto sea un gran escándalo más aún en el día de la boda de su madre.

Elisabeth, logra ver a su hermana entre todas las personas que pasan a su lado.

—¡¿Isabella?!— Levanta la mano y la agita para llamarla pero no logra captar su atención así que no le queda más que tratar de hacerse espacio entre la multitud tratando de llegar a su hermana y cuando por fin se libera solo tiene tiempo para dar un paso al frente sin antes darse de frente con una persona.

Se trata de un joven alto y con una fisonomia aún más grande, trae un par de ojos azules oscuros detrás de esa mirada fría y un tanto amenazadora que simplemente asustaría a cualquiera.
No aparenta tener más de 22 años pero ni di chiste es capaz de mostrar una sola señal de alegría en su cara sería, tiene las características perfectas para pasar a ser un gangster con los cuales evitarias meterte.

—¿Eres Elisabeth?— pronuncia el nombre de la joven con una voz gruesa y un tono que se sostiene en el tiempo.

— ¿Qué te importa?- Contesta Elizabeth con mala cara pero tarde se da cuenta que al costado de ellos hay un grupo de tres sujetos más atentos a los dos.

— ¿A caso no te enseñaron modales?— lo dice como si él fuera la ley mayor en este lugar con esa mirada asesina.

Este tipo viste totalmente de negro, trae una camisa con las mangas dobladas dejando al descubierto los tatuajes allí y aún se pueden notar algunas cicatrices en el antebrazo.
Alguien así, que sepa de su nombre, para ella solo puede significar peligro.

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