Mi Única Fantasía

Capitulo 13: Secuestro

Claramente es así, las dos, tanto Isabella como Elisabeth saben que ese par de hombres que las iban a visitar al orfanato, tenían algo que ver con ellas y poco a poco lo asociaron como si ellos tuvieran el papel de padres ya que en cierto modo, las características de uno se parece a Elizabeth y la mirada del otro, se parece mucho a Isabella.

Mateo y Joel Messina,  los dos hombres que en este preciso momento se están convirtiendo en la pesadilla de las hermanas Brow.
Joel, es el mayor de los dos y sus portento físico, demuestra que también es el más fuerte. Con una expresión tan seria como calculadora.
Mientras que Mateo, es tan solo dos años menor que Joel. Trae consigo una personalidad muy peculiar, con un humor negro que solo lo hace para atraer el sufrimiento de las demás, disfrutando de ello.
Ambos, pertenecen a una gran organización, igual de peligrosos como su sola presencia en este lugar.
Es así que, Joel y Mateo, son hermanos y también son los padres de Isabella y Elisabeth, solo que ellas no saben quién de los dos, son sus padres. 

Isabella, por inercia, se acerca más a su hermana pero mientras se mueve no puede quitar la mirada de ellos, más porque es Joel quien trae el arma al descubierto.

— Veo que aún nos recuerdan— Habla Mateo y baja los escalones del porche lentamente con una frívola sonrisa, — Mirence, están hechas todas unas mujeres-las mira de arriba abajo.

— ¿Que...— Elisabeth, traga saliva y continúa,
— ¿Qué hacen aquí?

Mateo, camina la distancia que los separa pero a medida que se acerca las chicas retroceden.

— No tengan miedo— dice Joel, sacando el arma totalmente. — Si se portan bien, no serán lastimadas.

En el momento que Elizabeth, escucha eso reacciona inmediatamente y su primer impulso es empujar a Isabella.
— ¡Busca ayuda!— Grita, ante la expresión asustada de Isabella pero en cuestión de segundos, se escucha un disparo que va hacia arriba pero aún así, las deja aún más paralizadas.

—¡Déjense de estupideces!— Gruñe Joel, ya que él fue quien jaló del gatillo.

— Bien ahora, tendremos poco tiempo— sigue Mateo, -Saben que si estábamos aquí, no es para sentarnos a hablar sobre su vida, sino que es para llevarlas con nosotros— sonríe fríamente.

— ¡Estas loco!— Ruge Beth, — Jamás, iremos con ustedes, no son nada de nosotras...

— oh pequeña— Interrumpe Mateo, —Soy mucho más que el idiota de David y Anna-se acerca precipitadamente a la joven para tomarla del brazo con fuerza, —Yo soy tu verdadero padre— Confiesa mirándola directamente a los ojos.

—¡Ayuda!— grita Isabella, sin darle oportunidad a Elizabeth de procesar todo lo que escucho.
— ¡¡Por favor, ayuda!!— desea con todo su corazón llamar la atención de los vecinos pero para su mala suerte sus vecinos son personas de la tercera edad que no se atreverian a meterse en pleitos ajenos.

— ¡Sigue gritando y quemaré la casa entera!— Anuncia Joel, seriamente mientras se acerca a grandes zancadas a Isabella.

Elisabeth, trata de liberarse del agarre de Mateo, pero le es imposible así que no puede hacer nada cuando Joel toma a Isabella con rudeza y aún cuando la joven grita y lo golpea como puede, logra llevarla a cuestas  hacia una de las camionetas estacionadas allí donde un hombre es el encargado de abrir la puerta para dejarla adentro.

— Grita, Elisabeth, grita— Desafía Mateo aún sosteniendo su frívola sonrisa, — Hay tres camionetas con hombres armados, no es problema para nosotros matar a quien sea que se meta en nuestro camino.

— ¿Qué quieres?— Escupe Elizabeth, con los ojos llenos de lágrimas pero siendo incapaz de derramar una sola lágrima frente a este hombre que para ella sigue siendo un desconocido.