Capitulo 10: Las intenciones de Seth

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Las sirenas están haciendo su mejor show ya que tres patrullas llegan al lugar espantando a todos aunque el más feliz en todo esto es Koen quien conduce el coche a toda velocidad como lo sabe hacer mientras que en el asiento de atrás Beth está mirando hacia la calle comprobando no que no los siguen a ellos.

Isabella, hace lo mismo mirando a través del espejo sentada en el asiento del copiloto en tanto Seth es quien está junto a su hermana ahora.

- No nos persiguen— Asegura Seth y se acerca a Beth para alcanzar el cinturón de seguridad y colocarselo y en toda esa acción le sostiene la mirada a la joven con esa seductora expresión.
El perfume de Seth, está vez no viene mezclado con alcohol como la última vez.

— Cinturón ojitos— Salta Koen, guiñándole un ojo a Isabella, ya que en su mente aún tiene muy presente el hecho de que ganó la carrera y por lo tanto la cita con ella.

— Tonto...- dice la joven acomodándose en el asiento cuando ya está 100% segura de que no los persiguen y puede disfrutar un poco más el camino con un tranquilo tránsito a estas horas y con Koen bajando la velocidad mientras conduce.

Todo parace estar en su tan tranquilo eje, el clima dentro del coche lo es donde ninguno de los cuatro se siente incómodo, como si ya estuvieran acostumbrados uno de los otros.
Koen, sigue conduciendo sin decir dónde va y siempre esquiva la pregunta alardeando sobre la carrera hasta que todas las dudas sobre su destino se terminan cuando ingresa al complejo privado.

— ¿Por qué...

—  Todos están en el salón ahora— Se anticipa Seth a las palabras de Beth, —  la mansión está vacía— afirma con una pícara sonrisa.

– Pero no queríamos venir aqui— salta Isabella pero poco le importa a Koen quien llega a la mansión y apaga el motor del coche.

— Tienes una cita conmigo ojitos, gane la carrera– dibuja una cálida sonrisa que no permite a Isabella enojarse con él.
— Así que, ven conmigo— la agarra de la mano y prácticamente la lleva  arrastras con él  hacia la mansión.

Beth, los observa aún de pie junto al auto tentada por la fingida resistencia que ofrece su hermana ante Koen, hasta que se anima a sonrier cuando se percata de la mirada de Seth sobre ella.

— Tienen una cita- Dice, cambiando su expresión, — Si no hay nadie en la mansión, podemos dejarlos solos.

— Bueno, la verdad es que yo no tenía intensiones de dejarte entrar con Koen allí— confiesa mirándola directamente a los ojos.

— ¿No?— Pregunta y siente la misma  atmósfera que la noche anterior en la habitación de Seth. Por la misma razón,  se aleja unos pasos de él.
— Puedes volver a la boda de tu padre.

— No deseo estar allí — contesta Seth con un tono frío,  — Estuve todo el día pensando en que debía ir a buscarte.

— ¿Por qué?— su voz no suena tan fuerte como siempre más cuando lo ve acercarse nuevamente a ella.

— Quisiera ser un poco más desvergonzado como Koen, para poder llevarte conmigo pero siento que si lo hago, me odiaras y te alejaras de mi— vuelve a quedar frente a Beth y mira cada uno de sus rasgos hasta detenerse un momento en sus labios.

— Entonces, no seas así — Por puro impulso, Beth se gira en dirección contraria a él y comienza a caminar aunque ni siquiera ella sabe dónde va.

— Dije que no me podía ir — escucha la voz de Seth y por el tono de la misma puede darse cuenta que sigue parado en el mismo lugar.
— Pero tengo que hacerlo...— cuando lo oye y es conciente de esas palabras sus pies se detienen por completo. No esperaba esa reacción pero instantáneamente se voltea hacia él encontrandose con su mirada aún en esa distancia de pasos que los separan.

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