2. Alas rizadas

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—Mami, ¿Puedo comerme las galletas?

—Son para San y Seonghwa.

—Ellos me las van a dar. —Hace puchero y su madre niega con la cabeza, alejando el plato de él.

Ella lo ve correr a la puerta para abrir y recibir al par de beastman. Ladea la cabeza, apoyada en la pared. Yeosang y sus alas que son del tamaño de su cuerpo y lo hacen perder el equilibrio de vez en cuando. Sigue siendo un niño tan pequeño. Aprieta las manos en la pared, ansiosa de verlo correr a toda prisa tras el par de niños seis y nueve años mayor que él.

Ellos son tan fuertes, tan capaces e independientes.

Su pequeño Yeosang, su pequeña paloma de plumas rizadas es tan frágil.

No ha dejado de tener miedo a que así sea jugando, le suceda algo malo.

Yeosang por su parte no es consciente de las preocupaciones de su madre. Sus peculiares alas se baten juguetonamente, cada día con más fuerza y con un ansia extraña que no ha sabido como definir.

— ¿Creen que el bebé que va a venir también sea un beastman? —pregunta Seonghwa a ambos. Sentados en el enorme jardín de la casa Kang. Cerca del bosque.

—No lo creo—admite San, balanceándose de atrás hacia adelante—. Papá dice que mi mamá, tú mamá y la mamá de Sangie tenían panzas enormes y la Sra. Im tiene una pancita normal. Tendrá una niña nada más. —dice el zorro, convencido de lo que dice. Yeosang hace puchero.

—No quiero otro beastman, me gusta ser pequeño.

Seonghwa se ríe, cubriéndose la sonrisa. Su cabello de tonalidad cambiante peinado hacia atrás en una pequeña cola. Su madre lo peina todos los días. San por su parte, tiene cabello rubio cenizo, se acerca el invierno, momento en el que estará albino por el cambio de estación.

Yeosang es un tema peculiar que aun sorprende a todos. Si bien es cierto que es un ave, nunca habían visto una como él. Sus plumas se curvan en sí mismas. Son enormes rizos de color blanco y gris. Por obvias razones, aparte de la extravagancia que traen, creen que no son buena para volar ¿Cómo pueden serlo?

A la vez, el cabello de Yeosang también está lleno de rizos. Cada mechón de cabello sea un esponjoso espiral que cae por su rostro y cuello. Sumado a su pequeño cuerpo, lo hace una especie de enorme bola de plumas que genera ternura en todos. Es el niño pequeño. El hermano menor de la triada de beastman.

Y él disfruta ser tratado como un bebé mimado.

Todos quieren abrazarlo, todos lo invitan a sus fiestas, todos lo felicitan en sus logros ¿Por qué no le gustaría seguir siendo el pequeño?

La conversación cambia de tema muy rápidamente, como si hay demasiado que decir y el tiempo se les va a acabar. En algún punto, sin razón ninguna, tanto Seonghwa como San van a trepar algunos de los árboles. San es lo suficientemente águil para saltar de uno al otro, su cuerpo largo y manos fuertes lo ayudan a aferrarse efectivamente al tronco.

Yeosang los ve desde el suelo. Su mamá le dijo que eso es juego de niños grandes y él no puede hacer esas cosas aún. Mueve las alas, inquieto y ansioso. Decide intentar subir a un árbol, llamando la atención e Seonghwa.

—Yeosang, no, no puedes subir.

—pero quiero-

—No, eres muy pequeño aún. Cuando cumplas catorce años—Usa su cola para colgar de una rama fuerte, Yeosang hace puchero—. Podrás subir.

— ¡San tiene once! —reclama apuntándolo. San se ríe, una picara sonrisa en el rostro al mismo tiempo que salta al suelo para ir a buscar al menor.

Dangerous Thing || JongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora