9. Incansable

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Caminar por el bosque no se trata de algo malo o esencialmente desconocido para los tres. Es lo que suelen hacer en el día a día. Es divertido encontrarse animales por ahí. La mayor diferencia es que hay incomodidad. Se sienten en una pequeña burbuja de reconocimiento a lo obvio: esta vez, no es simple paseo por el bosque que debe terminar antes de que anochezca.

Esta vez no tienen a donde volver. Quizá sí a quienes se preocupen, pero no como volver a ellos. Menos con la confusión de trayecto. Seonghwa trata de hacer un plano que explique la dirección en la que están. Si cerca o lejos, no volver por accidente. Es lo peor que podrían hacer.

No obstante ¿Cómo se supone que haga una especie de mapa? Si Yeosang solo voló en múltiples direcciones, el imbécil mitad oso los tiró al piso, cayeron en un lago. Todo lo que podía salir mal, lo hizo y ahora están en una situación peor a la que deberían.

— ¿Alguno de ustedes vio a quienes le dispararon? Cuando hubo el ataque. —pregunta Seonghwa, aun tomando a Yeosang de la mano. Han pasado horas, pero el beastman camaleón no los suelta ni siquiera por error.

—No pude ver nada. —dice San.

—No quise ver nada. —dice Yeosang.

—Bueno, esa respuesta también me sirve—Seonghwa tuerce los labios. No lo extraña de Yeosang. Más bien es un milagro que no se congelara en su sitio. Lo cual habría sido mejor, objetivamente hablando. Al menos uno de ellos estaría a salvo—. Dentro de una hora daremos vuelta en otra dirección, tengo la sensación de que estamos yendo hacia Namudwie por accidente.

—Es inercia—informa San—. Es nuestro hogar—Mueve la cola, inquieto y con las orejas caídas—. Naturalmente queremos regresar ahí. Es la parte mala del instinto animal.

—No es malo. Yo quiero volver.

—No podemos volver. —notifica Seonghwa a Yeosang. El avia se muerde los labios.

— ¿Y si el beastman oso ya no nos odia? Quizá podamos-

—No me hables de él, por favor—pide Seonghwa—. No quiero pensar en eso. Ya tengo suficiente en mente como para incluir a nuestro posible asesino a la ecuación.

—Estoy seguro de que no es malo. —comenta Yeosang. Seonghwa se detiene abruptamente y lo mira con cierta molestia. El color de su piel y cola tornándose un color entre rojo y naranja. A veces, sus emocione no se pueden controlar.

A veces se manifiestan en su piel. Es el problema de visualizar con qué quiere camuflarse. Cuando es una emoción my intensa, sucede. Es bastante útil cuando se trata de situaciones de peligro. El miedo lo hace querer desaparecer y ser igual a su entorno. Por lo tanto, se hace esencialmente invisible a menos que se mueva o que alguien se mueva a su alrededor.

Lo importante del dato, es que es bien sabido y Yeosang ve ese tono rojo. Sabe que se viene un regaño. Mueve un poco las alas, cubriéndose a medias con ellas.

— ¿No es malo? —Repite Seonghwa—. ¿Qué no es malo? —Insiste incrédulo y con ganas de gritar al respecto. Como si Yeosang logró alterarle los nervios de una sola puntada. San se lleva una mano a la cara—. No sé si entendiste lo que sucedió, pero esa cosa mató a gente de Namudwie. A la gente que trataba de cuidar de ti. —Enfatiza el mayor y Yeosang baja la mirada.

—Lo sé, pero-

—Sin-peros—Detiene apurado y exasperado—. No vamos a tener esta conversación aquí, ahora, ni nunca ¿Entendiste?

— ¡Es que...! —Aunque Seonghwa hace presión, la palabra cállate inscrita en su mirada, Yeosang continua con el tema—: ¡Lo vi a los ojos! Estuvimos de frente, lo... lo sentí—San frunce un poco las cejas y sube el labio inferior—. Y sé que no es malo. Que es como nosotros. Qui-quizá esa gente le hizo algo malo. Quizá-

Dangerous Thing || JongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora