12. Inspecciones

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Camaleón sí debe ser más complicado. Yunho aplaude, haciéndolos respingar.

— ¿Alguna pegunta más? —Ninguno dice nada—. Bien, necesito que me acompañen. Haremos un breve recorrido de la instalación principal y luego haremos el examen físico. Me pueden hablar de ustedes. Si tienen alguna alergia, algún gusto en especial.

—Me gusta mucho el pan. —dice Yeosang, e lo único que escuchó de todo esto.

El recorrido es tan largo que los cansa, incluso si es la versión corta, una vista superficial. El lugar parece no tener fin. Está acondicionado en distintos hábitats. Por el que entraron, es boscoso y de climas templados. Hay uno para clima frío, en el que San nota al menos doce zorros de pelaje blanco; algunos lobos, osos y hurones.

Cuando pasan por el entorno de agua salada, es complicado saber qué es cada persona. Las orcas son muy obvias. Cabello blanco y negro y manchas en algunas zonas del cuerpo. Los delfines por otra parte no tienen nada que los distinga. Tampoco los que parecen ser parte pez.

Los cocodrilos, por otra parte, notando a Seonghwa pasar lo llaman y le lanzan algún que otro comentario que lo pone colorado y lo hace enrollar la cola al extremo. San no evita reírse de ello.

Yeosang está muy distraído, disfruta de ver a tanto beastman juntos. Todos parecen familias con los que habitan el mismo espacio. No hay olor o sensación de discordia. Son amigos. Son familia. Tal como él con San y Seonghwa. Lo hace muy feliz y todos le devuelven el saludo cuando sacude la mano delante de ellos.

Notan fácilmente un detalle: no hay aves por ningún lado. Por no decir que casi ninguna. No puede contar a los que son avestruces o pingüinos, con rasgos obvios en el cabello, piel y que sí, ni siquiera tienen alas. En ese aspecto, a más se nota solo en eso, Yeosang se inquieta. Moviendo las alas y sintiéndose ansioso.

— ¿Por qué no hay más aves? —pregunta en voz baja a Yunho. El doctor se da la vuelta y camina de espaldas. Reconoce el lugar mejor que nadie, por lo que no hay posibilidad de chocar con nada.

Si acaso alguna persona que no trate de eludirlo.

—No sabemos—admite Yunho—. Son muy pocos los que nacen. Es muy usual que se rompan las alas al salir del útero—comenta pensativo—. Tengo la teoria de que, por eso, no son capaces de volar la gran mayoría-

—Yeosang nació muerto. —Seonghwa mira mal a San ¿Por qué dar es información? Cae en cuenta de que es el compañerismo investigativo que San no ha tenido. Los únicos doctores eran él y su papá.

Yunho parece ser cercano en edad, no llega a los treinta seguramente. Por lo que es el momento perfecto para una amistad en lo que a San respecta. Alguien que comprenda su forma de pensar y comparta el mismo campo. Claro, estaba bien con su padre, pero es distinto tener a alguien que pueda sentir compañerismo y no una relación de tutor-alumno tan estricta.

— ¿Ah sí? —Yunho se detiene, sorprendido. Sus ojos abiertos y mandíbula ligeramente caída—, pero... eso es extraño. Ningún caso de avia muerto al salir se mantiene. Ninguno- Son muy débiles, demasiado débiles. La fusión de humano y ave los hace inestables por accidente.

—Él nació muerto, pero su mamá no lo soltó y tampoco dejaba de intentar hacer que su corazón latería, creo. No lo recuerdo bien.

— ¿Qué edades tienen? —pregunta Yunho viéndolos alternativamente.

La actitud sobreprotectora de Seonghwa lo elata como el mayor, pero eso no quiere decir nada con respecto a los años que tengan en esta tierra.

—Quince. —dice Yeosang con la mano levantada. Como si estuviera en el colegio.

Dangerous Thing || JongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora