Dangerous Thing || JongSang

38. Adoración y dolor

—No te recomendaría entrar hoy—El aviso de Yongsun es anómalo—. Está un poco alterado, no sé por qué, cuando está así es mejor dejarlo solo.

— ¿Por qué? —pregunta Seonghwa y Yongsun sonríe incomoda.

—Toma mucho café.

Seonghwa sorbe aire. Hongjoong con demasiado café encima significa que quiere hacer más de tres cosas a la vez y al final no acaba ninguna, no deja de hablar, se queja de tonterías y va de aquí para allá como un maldito maniaco.

No considera que dejarlo solo sea buena idea. San le mencionó que tenía algo grave entre manos. No tanto de un problema general, sino personal y que quizá necesitaría apoyo para sobrellevarlo ¿Por qué San se lo dijo específicamente con esa sonrisa pícara y tono bromista? No lo sabe, pero lo odia.

Le creó incertidumbre y odia no saber cosas. Entra a la oficina, con Yongsun haciéndole la señal de la cruz en total dramatismo. Una vez dentro, Seonghwa esperaba una imagen distinta a la que obtiene, esperaba a Hongjoong yendo de aquí para allá, con documentos encima y el cabello hecho un desastre.

Lo consigue en el anexo de la oficina, llorando como si una tragedia acaba de suceder. Se acerca cauteloso. Hongjoong se limpia la cara apenas nota a Seonghwa ahí. Apenado de ser visto de esta manera. Una risa nerviosa surge de él, se frota las manos en los muslos y Seonghwa arruga un poco las cejas, con la preocupación brillando en sus ojos tornasolados.

— ¿Qué tienes? Todo el mundo habla de que estas extraño desde temprano. —murmura Seonghwa y Hongjoong levanta las manos.

—Problemas familiares. Eso es todo. —responde parco y Seonghwa da un bufido malhumorado

— ¿Y crees que con esa respuesta no me voy a preocupar? De verte llorando en tu oficina de la nada—repone Seonghwa y Hongjoong niega con la cabeza, diciendo un vago: no, claro que no—. Dime qué pasa. Supongo que a Yunho se lo dijiste. Sabes que puedes confiar en mí.

Hongjoong balancea la cabeza y aunque tarda el suficiente tiempo, habla:

—Mi papá va a enviar a un conejo aquí—Hasta ahí, Seonghwa no ve lo raro. Han traído a muchos desde esa cede central—. Porque está en cinta... Y puede que sea de él.

Seonghwa estira la cabeza hacia Hongjoong, los ojos abiertos, la cola extendida y un tono verdoso en las partes iridiscentes de su cuerpo. Hongjoong se vuelve a dar palmadas en las piernas.

— ¿Sabías que los conejos son polígamos? No aguantas tener una sola pareja sexual. Necesitan a dos mínimo—comenta entre risas—. Su lobo y él son sus desahogos... o eso... entiendo. No sé si hay una relación, en realidad no sé nada. Ni siquiera sabía que tenía esa clase de relación con ese conejo—replica Hongjoong. No es que quisiera saber los detalles, pero con lo cerrado que había sido Namjoon lo últimos años, le hubiera gustado saber que estaba encontrando forma de abrirse con alguien—. No quiere que nadie lo moleste o pase alguna desgracia y los pierda... así que... los envía aquí... conmigo.

—Hongjoong-

—Debería estar feliz por él. Sé que siempre quiso una familia grande, que tenía complejo de papá con todos los niños que ayudaba, pero... no me dijo nada y...

Se frota la mejilla con la mano. Seonghwa sabe por dónde va toda la preocupación de Hongjoong: ¿Qué hay de mí? Los beastman lo desplazaron antes y ahora, lo volverán a hacer. Es imposible que el conejo no tenga conejos o como mínimo, lobos. Es una certeza que habrá tres niños beastman y que quizá son sus medios hermanos.

Van a ser todo lo especial que no es. Hongjoong no quiere pensar en esto, se siente muy infantil, muy melodramático de su parte. Cumplirá treinta el próximo año ¿Por qué llora tanto lo que su papá haga o deje de hacer en su vida privada?