Dangerous Thing || JongSang

48. El trasfondo

Algún amigo dentro de Jonghwaje, un apoyo o familia que fuese beastman. Por desgracia, Jongho no recuerda nada y con ello, empieza la parte incómoda:

— ¿Tenías contacto... "normal" o civilizado de algún tipo con alguien? O todos quienes hacían contacto contigo, eran de forma impersonal. Es decir, te daban ordenes nada más. —aclara y Jongho desvía la mirada.

—Estaba Hyejun.

— ¿Ah Hye-Jun?

—No lo sé.

Hongjoong frunce los labios. Ciertamente no puede esperar que Jongho sepa apellidos de nadie. Ni siquiera él tiene uno hasta donde saben.

—Ella me veía todos los días. Desde que recuerdo, ella estaba ahí.

— ¿Te decía cómo comportarte?

—Sí.

— ¿Que te decía?

—me decía que era un monstruo y que debía matar a los otros monstruos para salvar a los humanos. —responde como si leyera un guion, como si está escrito en su mente de forma que nunca podría borrar, Hongjoong nota que mueve los dedos en la cama, le recuerda a un patrón en un panel numeral. Seonghwa para de escribir y levanta la mirada.

—Era... como tu ¿Cuidadora? ¿No? ¿Te decía esas cosas?

—Ella decía que era mi confidente—Repite y a juzgar por como habla, es una palabra compleja que ni siquiera entiende, Hongjoong intercala la mirada de su rostro a la mano de Jongho. Es demasiado llamativo, parece tener un orden. Se detiene después de marcar nueve dígitos—. Y que solo podía confiar en ella para decir cosas. Cuando decía cosas, a veces me pegaba porque no podía decirlas, pero era mejor que la electricidad del collar, así que me gustaba que ella me pegara.

Seonghwa mira hacia Hongjoong ¿Cómo puede estar tan tranquilo? Imaginarse a un niño de cuatro años queriendo golpes para no ser electrocutado lo tiene nervioso.

—Cuando me dejaban salir, ella me decía que lo hacía bien. Luego me mostraba fotos de quienes debía matar o capturar, pero no recuerdo a nadie—admite levantando la mirada—. No... no sé. Mi cabeza funciona raro. No es como ustedes dicen. No puedo recordar cosas.

—Es consecuencia de los choques eléctricos, debió dañar la capacidad de retención de su cerebro—dice San. Entra apenas, con una bandeja de galletas, un tarro con miel y otros dulces más—. Puede que eso también esté afectando que no pueda usar un lenguaje complejo.

—Yo lo oigo normal. —dice Yeosang en voz baja.

—Habla como alguien de quince o menos—Señala San—. No como los estimados veintidós años que tiene. Esa es la diferencia, Sangie.

— ¿Sabes leer? —cuestiona Hongjoong.

—No.

— ¿Sabes matemáticas?

—No.

— ¿Sabes contar?

—Creo... algo... Uno, dos, cuatro, tres, cinco, ocho, nueve, siete, seis, diez.

Hongjoong lo pone en un punto medio. Supone que peor es nada.

— ¿Puedes escribir tu nombre?

—No.

— ¿Te enseñaron algo allá?

—Como pelear y como usar pistolas. Los monstruos no necesitan saber nada más.

Hongjoong da un bufido. Es muy distinto a lo que escuchó de Mingi. Él tuvo una versión distinta. Es obvio que con Jongho, pretendían hacerlo un agente sofisticado en combate. Mingi iba a ser usado para situaciones de espionaje y que necesitaran sus capacidades corporales.