Todo se había ido a la mierda, absolutamente todo.
Harry no le hablaba, Louis tampoco lo forzaba a dirigirle la palabra, y Karim estaba completamente extasiada por su maldad.
Louis comenzó a tener una mala racha, no comía ni dormía, no podía hacerlo, no cuando Harry se la pasaba igual o peor. El rizado recibió una de las famosas palizas de Agatha, y todo pudieron escuchar en su voz las ganas que tenia de que la mujer lo moliera a golpes.
—¿No vas a llorar? Claro que no, se me olvida que ya estás muerto por dentro— se rio—. De verdad quiero saber cómo llegaste a ser tan hijo de perra.
Ojalá Harry tuviera el corazón completamente podrido, así podría decirle todo lo que en su pecho llevaba guardado tanto tiempo.
El cuero del cinturón dejó golpes violetas, que poco a poco se hicieron aún más oscuros, también había heridas sangrante. Louis no dijo nada, sabía que Harry odiaba que opinara al respecto, ya todo el mundo sabía que cada día estaba más que dispuesto a morir a golpes en medio de la sala. Y es que la sola idea le causaba algo. Se imaginaba completamente olvidado, yéndose al infierno, y quizás ni eso, no estaba seguro de poder pagarle a Caronte.
—¿Cuándo será el día en que tengas al menos un poco de miedo?— dijo Agatha tomando un puñado de su cabello, obligándolo a mirarla.
—A ti jamás te he tenido miedo...
—¿Ni cuando eras bebé?— se rio amargamente— Recuerdo haberte visto llorar varias veces.
—Lloraba de coraje. Lloraba porque te odiaba— gruñó.
—Suena lógico, ya que siento lo mismo por ti— le dio un azote más y dejó que se levantara.
—¡Hazzie!— Vicky llegó corriendo y se detuvo a penas.
—No te asustes, no pasa nada— le dio un beso en la mejilla, cubrió su espalda con su camisa ensangrentada.
—Harry...— la voz de Louis le llegó por la espalda.
—Ahora no— subió lo más rápido que pudo.
Y es que maldita sea, eran sólo unos chicos, unos chicos que no decidieron estar ahí. Todo el mundo comprendía porque Harry odiaba el lugar, su vida, y no tener el control de lo que pasaba a su alrededor.
La única vez que se sintió bien de no tener el control fue cuando estuvo con Louis, e incluso eso se lo habían arrebatado ya. ¿Por qué la vida se había empeñaba con él? ¿No era suficiente todo lo que ya le había pasado? ¿No estaba contento el destino con que su madre lo hubiera abandonado desde bebé? ¿No estaba ya satisfecho el universo con haber condenado a un niño a una vida tan malditamente miserable? Al parece no, estaba decidido a seguir fastidiándolo.
Vicky subió corriendo detrás de él, que subía las escaleras de dos en dos. Louis la detuvo y le pidió que fuera con Violeta y le pidiera el botiquín.
—Yo puedo hacerlo solo— gruñó cuando lo vio entrar a la habitación.
—Si, tú lo puedes todo, tú puedes hacerlo todo solo. Ya no mientas, ya no me alejes. No puedes darme algo durante catorce años para de repente quitármelo de la nada.
—Louis, yo nunca te até, yo nunca te obligue a quedarte, si quieres irte hazlo. Sé que te irás y que yo también me iré, y es que nada dura un tanto, ni siquiera el amor dura un siglo.
—Tú...— lo apuntó y lo tomó por los hombros—No puedes hablar de dejarme atrás, no puedes estar hablando de dejarme solo.
—¡Louis!— se soltó de sus manos— ¡Te he condicionado toda la vida a estar conmigo, soy lo único que conoces!
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Cuarteles de invierno 🌨️Larry S.🌨️ LT
FanfictionPor fin fueron libres. Y esa libertad se sintió bien. Tan bien que poco les importa no mirar a atrás.