Cenaron todos juntos sin mencionar nada de lo que Louis había dicho. Era sano olvidar sus palabras, pues era las más grande de las ilusiones, sin embargo, también era imposible. Sabían que faltaba poco para irse, muy poco a decir verdad, pero lo mejor era olvidarse de todo.
Al llegar al orfanato la emoción de lo vivido seguía revoloteando en sus barrigas. Las hienas se rieron de ellos cuando los vieron entrar con el gran peluche. Violeta sonrió enormemente.
—Vicky...— le llamó Harry.
—¿Estás dormida?
Nadie contestó, la niña solía fingir que dormía cuando no querian que la molestaran. Todos tenían una forma de escapar y esa era la suya.
—Bueno, entonces tendremos que darle la sorpresa después— dijo Harry con una sonrisa picara mientras miraba a Louis.
—Si, vamos.
—¡Pasen!— oyeron su vocecita.
Harry abrió la puerta, en lugar de asomarse, inclinó la cabeza del unicornio y fingió una voz cortada, pero divertida.
—Hola...
—¿Qué?— la niña abrió los ojos de par en par, sus enormes ojos azules comenzaron a llenarse de lágrimas.
—Me han traído de muy lejos. Me prometieron ser amigo de una niña de precioso cabello negro— Harry estaba emocionado—. Estoy muy feliz de estar aquí. Sé que seremos muy buenos amigos. Mi nombre es Kuko.
Louis lo miró. Nunca había conocido a alguien que se preocupara tanto por la felicidad de las demás personas. Entonces abrió la puerta y vio a Vicky llorando y enjuagándose las lágrimas con sus pequeñas manos.
—Oh...— Harry se acercó a ella, que tendió los brazos.
El chico la tomó como si fuera la bebé a la que vio llegar hace algunos años. La meció contra su pecho.
—¿Te gusta?— preguntó Louis.
—Si— siguió llorando—. Es muy bonito.
—Pues que bueno que te haya gustado porque es todo tuyo— Harry le acomodó el cabello—. He jugado duro para obtenerlo— ambos chicos se rieron—. Y tuve que subir a una montaña rusa con él para no perderlo.
—Gracias— pasó sus delgados bracitos por detrás de cuello de Harry y lo abrazó con la fuerza de mil soles.
—De nada— le dio un beso en la coronilla—. Ahora, creo que a mi me has abrazado ya mucho, y no vaya a ser que Kuko se ponga triste.
Louis le tendió el gran peluche y la niña lo abrazó estrujándolo entre sus brazos.
—Es muy bonito— siguió llorando.
—Anda acuéstate, podrás admirarlo incluso acostada— Harry la obligó a acostarse y a cobijarse.
Les dio un beso de buenas noches y salieron de la habitación.
—Vaya, si no lloré fue puro milagro— Louis se dejó caer en la cama—. Los niños no son conscientes de todo lo que se han perdido al estar aquí encerrados.
—Es algo inevitable— Harry se quitó los zapatos y se enrolló en las cobijas—. Me la pase muy bien hoy— le dio un beso en el hombro a Louis.
—Si.
—Sé que necesitas una respuesta— se rascó la nariz—. Yo me iría hasta el fin del mundo, tú y yo nada más, pero es una decisión que he tomado ya. Sé que entenderás que no puedo dejar a Vicky y a los niños. O sea, los dejaré cuando me vaya, pero...

ESTÁS LEYENDO
Cuarteles de invierno 🌨️Larry S.🌨️ LT
FanficPor fin fueron libres. Y esa libertad se sintió bien. Tan bien que poco les importa no mirar a atrás.