La primavera había llegado, lo que implicaba llevar suéteres ligeros y quizás, si tenían suerte, Louis podría usar sus bermudas de mezclilla.
Todo lo que les había hecho daño se había ido, todo estaba tan en paz que le parecía que nada de eso era real. De un momento a otro, todo aquello que eran leyendas de ultramar, era sólo eso, leyendas, nada real, nada que pudiera tocarlos ni hacerles llorar. Durante mucho tiempo habían pensando que el tiempo no tenia consideración de ellos, pero ahí estaban, fluyendo como un rio de aguas diáfanas a la luz del sol.
Louis estaba acostado a lado de él, con los ojos cerrados y los muy leves rayos de sol iluminando sus preciosas facciones de duende. Sentía que había pasado una vida completa desde la última vez. Sus ojos pesaban, últimamente tenía mucho sueño, estaba seguro de que se debía a que todo ese peso que en su espalda habitaba, de repente, se había esfumado.
—¿Qué paso en el hospital?— le peguntó Louis.
—Nada— dijo alzándose de hombros.
—Vamos, copo. Si no hubiera pasado nada no tendrías esa cara de disgusto todo el día, ¿qué te dijo esa vieja arpía?
—Nada que no supiera. Estaba enferma, eso es todo, pero parece que su enfermedad es grave, Louis— bajó la mirada.
—¿Hablas en serio?
—Claro que hablo en serio, Lewis— suspiró—. Aunque quisiera, nunca inventaría algo como eso. Pero no sé como sentirme al respecto. No sé por qué me siento triste y feliz al mismo tiempo. Me hace sentir como un jodido monstruo.
—Pero no lo eres. Quiero dejar eso bien claro. Sé que... Bueno, no lo sé, porque soy un mierda, pero si sé que tú no te sientes feliz de su desgracia. Harry, tú no eres malo, por favor— rodó los ojos—, Te sientes mal por ella, aunque esa estúpida no merece ni un solo gramo de tu tristeza.
—Pero es que...
—Harry, es sólo lo que yo pienso. Que se esté retorciendo de dolor no me hace sentir mal por todas esa veces que le desee la muerte después de esas golpizas que te dio. Dime, ¿ella se arrepintió de todo lo que te hizo?— Harry negó— Entonces no lo merece.
—No sé...
—Tú no eres como yo, de eso estamos seguros, esto no es más que la prueba. Tú eres capaz de perdonarla incluso después de todo lo que nos ha hecho, yo no.
Después de dos día anunciaron su muerte. No tenía demasiada familia, o mejor dicho, familia que la quisiera. Su ataúd estaba en medio de la sala. Harry tuvo un déjà vu. Hacía el mismo clima, en el mismo lugar a la misma hora. Esa situación ya la había vivido, pero con mucho más dolor. Sus ojos no estaban aguados, ni llenos de lágrimas, de hecho nadie lloraba. Era asquerosa la sensación de felicidad que se sentía. Harry suponía que eso pasaba cuando una persona mala moría. Nadie parecía estar tomándose en serio ese funeral. Los niños jugaban a la pelota, Louis miraba su teléfono, las mujeres del orfanato platicaban reunidas a lado de la puerta. Sólo él miraba el ataúd. Sentía como su cuerpo vibraba, como si se estuviera helando. Paseaba los ojos por los detalles de la madera.
—Louis, ¿crees que puedas llevarte a toda esta gente de aquí?— el castaño asintió y se puso de pie.
Se llevó con él incluso a la hienas que parecían aliviadas por dejar el lugar.
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Cuarteles de invierno 🌨️Larry S.🌨️ LT
FanfictionPor fin fueron libres. Y esa libertad se sintió bien. Tan bien que poco les importa no mirar a atrás.