Cuarteles de invierno 🌨️Larry S.🌨️ LT

15

—¿Has estado todo el día aquí?— dijo Harry con los ojos cerrados.

—No. Fui a trabajar, también le pague a Karim lo del mes. Todo está en orden, copito— dijo sentándose a lado de él en la silla—. ¿Cómo te sientes?

—Mejor— sonrió apenado.

—Me alegra. Me asuste mucho— alargó la mano y acarició su frente, que estaba cálida.

—Lo siento— dijo con hilo de voz.

—No lo sientas, no fue tu culpa— le dio un beso en la mejilla—. Así que no te preocupes.

—Me preocupo porque yo estoy aquí, ¿quién te está haciendo el desayuno?— Louis negó con una sonrisa.

—No soy un niño pequeño.

—¿Quién te está planchando y lavando la ropa?

—Copo, me estás dejando en vergüenza— cerró los ojos y sé froto los párpados.

—Si, deberías sentirte avergonzado. Dependes demasiado de mi— Harry se rio.

—Mmm...— Louis negó con una mueca de fingido fastidio.

—¿Karim te dijo algo cuando le pagaste por su puto silencio?— cambió de tema repentinamente.

—No, las misma estupideces de siempre— se alzó de hombros.

—Mañana regresaré a casa, y te advierto— alzó el dedo índice—. No quiero que me mimes y me cuides. No pasó nada, ¿de acuerdo?— Louis negó— No estás de acuerdo, bueno pues no me importa.

—Harry, tu corazón se detuvo. Jk tuvo que darte respiración boca a boca y reanimar tu corazón— dijo con un tono de regaño.

—Lo sé, ya me he disculpado muchas veces con él por haberlo asustado— cerró los ojos—. Pero no quiero que me cuiden más, no me gusta, así que evitaremos pelear y de paso que me sienta incómodo.

—Harry...

—Ya he dicho. ¿La señora de la panadería dijo algo?

—No, y aunque hubiera dicho, estaría loca— ambos se rieron—. Comprendió todo recién le platiqué lo que ocurrió— le acarició el cabello.

—¿A ti como te fue este fin de semana?— cerró los ojos dejando que Louis siguiera masajeando su cabello.

—Bien.

—¿Sólo bien?— alzó la ceja al abrir los ojos.

—Si, nada anormal o excepcional— se alzó de hombros—. Además la gentes es una estúpida.

—Bueno, pero ¿cómo te has sentido trabajando con Zayn?

—No trabajo con él, trabajo para él— alzó una vez más los hombros.

—Pero...

—Y no me gusta hablar de eso— agachó la cabeza y la apoyó en las piernas de Harry.

—Ya...— ahora fue su turno de acariciar su cabello— Louis, perdón por haberte asustado.

—Deja de disculparte por eso, porque si sigues te prometo que me va a importar poco que estés en el hospital, de igual manera ya estás aquí— dijo riéndose.

—Jamás te atreverías— sonrió.

—Tienes razón. No podría hacerte daño ni aunque quisiera, ni aunque esa fuera mi escapatoria para no ir al infierno, primero le doy las monedas a Caronte antes de hacerte el más mínimo daño.

—No exageres.

—No exagero, Hazz. Hablo en serio cuando digo que primero me hago daño a mi mismo. No puedo si quiera soportar la idea de lastimarte.