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Eran las cinco de la tarde cuando llegaron a la casa de Niall. La estancia estaba cálida, tan cálida como su sangre, como los latidos en el centro de su corazón. Harry no estaba muy seguro de como sentirse. La mesa estaba llena de cuchillos, platos, vasos, estaba lleno de la comida que le causaba rubor en las mejillas.

—Buenas tardes— dijeron cuando la madre de Niall salió de la cocina.

—¡Oh, Harry!— le dijo la mujer.

Se acercó a él, le dio un par de besos en cada mejilla y lo rodeó con los brazos. Ambos se rieron, pero Harry sonrió aguantándose las lágrimas que amenazaban furiosas en salir de sus ojos. Louis sonrió al ver al rizado haciendo puchero en los brazos de la madre de Niall.

—Siéntense, ustedes no harán nada el día de hoy— la mujer tomó de la mano a Harry y lo llevó hasta la mesa.

—Déjeme ayudarle un poco— Harry se contenía.

—No, cariño, siéntate. Jk y Niall vienen ya.

Jk salió de la cocina riéndose, con platos llenos de aderezo. Harry sonrió cuando los ojos del chico se hicieron pequeños y mostró todos sus dientes en una enorme sonrisa amable. Bailó un poco a su alrededor cuando estuvo cerca de él.

—Harry, sé que te gustará. Todo está delicioso.

—Si, Jk le dio el visto bueno a todo. ¡Debe estar lleno de sólo picar la comida!— dijo la madre de Niall.

—Perdón, señora, pero debe ser un delito que haga tan delicioso de comer— se rio y dejó los platos que faltaban, luego se sentó a lado de él—. ¿Cómo te sientes hoy?— tomó su mano y comenzó a pellizcar sus nudillos.

—Bien, Kookie. Hambriento— le mostró los hoyuelos.

—¡Niall!— le llamó con la mano— Tráenos de comer ya.

—¡Ay, cállate!— dijo al salir de la cocina— ¡Hola, Hazz!— le dio un beso en los rizos.

—Bien, Niall— sonrió cerrando los ojos.

Amaba mucho cuando era el centro de atención de esa forma. Amaba que lo mimaran, que lo abrazaran, que lo tocaran de esa forma tan dulce que sus amigos conocían. Louis no hablaba, siempre había sido fanático de observar como trataban a su copito. Amaba rotundamente como lo observaban, todos se convertían en una masa gigantesca de amor cuando se trataba de Harry. Y es que era inevitable no quererlo.

—Bueno, ya siéntense— dijo la madre de Niall—. ¿O van a esperar a Zayn y a Liam?

—Esos dos no conocen la puntualidad— se rio Jk alzando las cejas de forma de Harry sólo se dio cuenta.

—No digas esas cosas en frente de la madre de Niall— le dio un codazo.

—No dije nada. Tú eres un mal pensando— soltó una carcajada.

—Ay, ajá...— rodó los ojos sin deshacerse de la amable sonrisa que se dibujaba en su rostro.

—Los esperamos— dijo Louis.

—Muy bien— se sentó a lado de Niall—. ¿Cómo estás, Harrry?— el rizado asintió, todos supieron que estaba bien, si rostro lo decía todo— Louis, ¿y tú?

—Yo bien, por mi nadie debe preocuparse— cerró los ojos y negó.

—¿Y no invitaste a tu novia?— dijo mientras tomaba un pequeño pan lleno de polvo de ajo.

—No, hace mucho que no estoy con ella— alzó los hombros.

—Tú eres la novia— dijo Jk muy por lo bajo cerca de Harry, que le dio un pellizco—. ¡Auch! Pero si es la verdad.

Cuarteles de invierno 🌨️Larry S.🌨️ LTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora