Extra I

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La cabeza le dolía como nunca antes le dolió. Su cuerpo se sentía tan cansado que no podía moverlo, le costaba abrir los ojos, pues la luz que se filtraba  a través de la delgada piel de sus parpados dolía. A su lado había un cuerpo que respiraba quedamente, esa persona estaba dormida. No era Louis, él hacía un sonido, como un muy sutil ronquido. Esperaba que el tacto fuera suficiente para saber quien rayos estaba a lado de él en su cama. Su mano viajo hasta la derecha, palpo como quien no quiere la cosa, entonces se dio cuenta de que ambos estaban desnudos, ya no le importó la luz ni el dolor de cabeza, abrió los ojos de golpe.

Era Niall. Estaba dormido con la boca abierta y de ella salía un gran rio de saliva, la sábana estaba empapada. Sonrió a penas cuando se dio cuenta de que era su amigo. Eso no mejoraba las cosas ni quiera en un porcentaje menor. Suspiró y se sentó en la cama, alzó la sábana para ver debajo, y aunque sabía lo que encontraría lo dejaría sin habla.

Nunca se había sentido tan desdichado. ¿Le había sido infiel? No, no era posible considerando que era Niall el que estaba ahí. Ambos cuerpos estaban desnudos por completo, bueno, Harry aún llevaba sus calcetas hasta la pantorrilla. Buscó con los ojos muy abiertos prendas que pudiera ponerse. No había nada que cubriera su cuerpo, ¿Cómo habían llegado ahí? No había manera de que eso fuera posible. Exploró todas las posibilidades antes de quitar la sábana e ir en busca de una explicación. Quizás se habían desnudado en el camino y habían dejado un rastro de ropa detrás de esa puerta.

Alguien tocó la puerta.

—Voy— dijo, aunque su voz estaba demasiado ronca.

Era Louis, que estaba en la misma condiciones que él.

—¡Oh, mierda, tú estás con Niall!— se tocó el pecho.

—¿Qué mierda estás diciendo, Lewis?— hizo una mueca de disgusto.

—Yo estaba con Joshua en el cuarto de esos degenerados— hizo una mueca.

Joshua era el novio de Niall. Al final del día, sumido por una enrome confusión, se dio cuenta de que no le importaba que el chico fuera... Hombre. Le importaba demasiado lo que sentía por él. Lo que tenía en medio de las piernas no era más que un plus, así que se pronto se hicieron novios. Fue una declaración por demás embarazosa. La cara de Niall tenía ese tono verde que les indicaba que estaba a punto de sufrir un colapso. Harry y Louis eran algo así como sus chaperones, Jk y Tae, que por cierto estaban más enamorados que nunca, se morían de la risa mientras los chicos hablaban de sus sentimiento. Al final, ambos se juraron amor eterno y se besaron. Patéticos, dijo Louis con una gran sonrisa en el rostro.

—Jk y Tae están juntos— dijo Louis con una mueca de confusión.

—Pero ¿y nosotros que mierda estamos haciendo con los novios del mal?— Harry miró a Niall en la cama.

—No sé— el castaño no estaba más enterado que él.

Salió de la habitación con tan sólo la sábana cubriendo su cuerpo. La casa estaba hecha un desastre. Había muchas botellas de alcohol en el suelo, al igual que colillas de cigarrillo, los bocadillos estaban duros ya y había pastel que estaba totalmente manoseado.

—La fiesta de Jk...

—No recuerdo nada— Harry se sentó el sofá—. ¡Auh!— se levantó y puso un tenedor en la mesita de estar.

Desde que habían entrado a la universidad, las fiestas de Jk no conocían los limites. Cada fiesta era mejor o peor que la anterior. Nunca faltaba alguien que quisiera armar una bronca, o alguien que fuera un gorrón y terminara hecho una mierda en el jardín. La madre de Niall ya había tenido varios problemas por ello. Los vecinos le llamaban diciéndole que su hijo armaba fiestas cada fin de semana que les dejaba resaca a él y a todo el vecindario por varios día. Ayer fue la reinauguración. Era obvio que había sido un total caos.

Cuarteles de invierno 🌨️Larry S.🌨️ LTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora