| Capítulo 6 |

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 - Filch: Qué pasa aquí? Qué pasa?

Atraído sin duda por el grito de Malfoy, Argus Filch se abría paso a empujones. Vio a la Señora Norris y se echó atrás, llevándose horrorizado las manos a la cara. ______ se sintió aún peor por el, ya que sabía el cariño que le tenía, aunque en lo personal, le caía bastante mal Filch. Filch, con los ojos fuera de las órbitas, se dijó en Harry con bastante odio.

 - Filch: Mi gata! Mi gata! Qué le ha pasado a la Señora Norris? Tú! Tú! Tú has asesinado a mi gata! Tú la has matado! Y yo te mataré a ti! Te-

 - Dumbledore: Argus!

Había llegado Dumbledore debido a todo el alboroto, seguido de otros profesores. En unos segundos, pasó por delante de Harry, Ron y Hermione y descolgó a la Señora Norris de la argolla analizandola de pies a cabeza.

  - Dumbledore: Ven conmigo, Argus. Ustedes también, señor Potter, señor Weasley y señorita Granger.

 - Lockhart: Mi oficina es la más próxima, director, nada más subir la escalera. Puede disponer de ella.

Lockhart, como un buen lame botas, se adelantó impaciente, también con la intención de que parte de la atención de los alumnos y profesores fuera diriguido hacía el, (cosa que no sucedio, claro está).

  - Dumbledore: Gracias, Gilderoy.

La silenciosa multitud se apartó para dejarles paso. Lockhart, nervioso y dándose importancia, siguió a Dumbledore a paso rápido; lo mismo hicieron la profesora McGonagall y el profesor Snape, mientras que los estudiantes los observaban con mucha curiosidad.

Durante unos días, en la escuela no se habló de otra cosa que de lo que le habían hecho a la Señora Norris. Filch mantenía vivo el recuerdo en la memoria de todos haciendo guardia en el punto en que la habían encontrado, como si pensara que el culpable volvería al escenario del crimen. ______ le había visto fregar la inscripción del muro con el "Quitamanchas mágico multiusos de la señora Skower" pero no había servido de nada: Las palabras seguían tan brillantes como el primer día. Cuando Filck no vigilaba el escenario del crimen, merodeaba por los corredores con los ojos enrojecidos, ensañándose con estudiantes que no tenían ninguna culpa e intentando castigarlos por fasltas imaginarias como "respirar demasiado fuerte" o "estar contento".

Sonó la campama. ______ y sus amigos se encaminaron al aula de Historia de la Magia. Historia de la Magia era la asignatura más aburrida de todas. El profesor Binns, que la impartía, era el único profesor fantasma que tenían, y lo más emocionante que sucedi en sus clases era su entrada en el aula, a través de la pizarra. Viejo y consumido, mucha gente decía de él que no se había dado cuenta de que se había muerto. Simplemente, un día se había levantado para ir a dar clase, y se había dejado el cuerpo en una butaca, delante de la chimenea de la sala de profesores. Desde entonces, había seguido la misma rutina sin la más leve variación.

Aquel día fue igual de aburrido. El profesor Binns abrió sus apuntes y los leyó con un sonsonete monótono, como el de una aspiradora vieja, hasta que casi toda la clase hubo entrado en un sopor profundo, sólo alterado de vez en cuando el tiempo suficiente para tomar nota de un nombre o de una fecha, y volver a adormecerse. Llevaba una media hora hablando cuando ocurrió algo insólito. Pansy alzó la mano (para sorpresa de muchos).

El profesor Binns, levantando la vista a mitad de una lección horrorosamente aburrida sobre la Convención Internacional de Brujos de 1289, pareció sorprendido. Mientras que Pansy, cuando le dieron la palabra, habló con voz clara.

  - Binns: Señorita...?

  - Pansy: Parkinson, profesor. Pensaba que quizá usted pudiera hablarnos sobre la Cámara de los Secretos.

Un Paso para Amar - Harry Potter y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora