Entre racks, modelos, bullicio y llamadas constantes transcurría el inicio de la semana en Ecomoda. Para todos los que sabían, era evidente que algo muy profundo había pasado entre Betty y Marcela porque el amor estaba en el aire.
Ese mismo día, cerca del almuerzo, Armando Mendoza apareció en el ascensor de Ecomoda. Elegante, formal y como si absolutamente nada hubiese pasado. Por el contrario, sonreía de oreja a oreja.
— Buenos días, Sandra— dijo con voz fuerte y todas giraron a verlo.
— Doctor — exclamó sorprendida la secretaria — qué milagro verlo, siga — dijo con evidente nerviosismo, pues realmente estaba sorprendida.
— ¿Calderón ya llegó? — preguntó con una sonrisa en los labios y una mano en el bolsillo.
— No, doctor, pero llamó para decir que llegaba mañana antes del lanzamiento — respondió Sandra acomodándose la chaqueta.
— Bien, ¿La doctora Pinzón está en presidencia? — trató de hacer parecer normal esa pregunta.Sandra miró a Aura María y a Patricia quienes estaban en silencio y con evidente tensión.
— Sí, doctor, está reunida con doña Marcela ultimando detalles — bajó la mirada al decir las últimas palabras.
— Okay, por favor, me avisa cuando se termine la reunión — hizo un sutil acento en la última palabra que pasó desapercibido para Sandra y Aura María, pero no para Patricia.
La reunión era real, pero también era real que había un intercambio tiernos de besos y palabras dulces. Estaban en la antigua oficina de Betty, Marcela sentada sobre el escritorio ahora vacío y Beatriz de pie, en medio de las piernas de Marcela. Se miraban con todo el amor del que ahora eran plenamente conscientes.
— ¿Y a dónde quieres que vayamos? — le decía Beatriz mientras le ponía al cabello detrás de la oreja? — solo el fin de semana porque sabes que el trabajo no termina con la colección.
— Sí, amor. No te preocupes, pero sé que te va a gustar mucho — Marcela le rodeaba la cintura con sus brazos y la giró para abrazarla por la espalda — necesitamos un verdadero descanso de todo — soltó un suspiro pensando que tal vez eso ayudara a alejar a Armando.
Una vez Marcela estuvo en su oficina, tanto Patricia como Aura María se fueron a buscar a sus respectivas jefes.
— Betty, mija — la vio concentrada en el computador — Betty, don Armando llegó.
Beatriz giró lentamente la cabeza. Al contrario de Marcela, ella había olvidado totalmente que aún faltaban cosas por enfrentar y una de esas era el regreso de él. Su corazón latio con fuerza, sintió emociones mezcladas. Nervios, miedo, ansiedad.
—¿Dónde está? — dijo acomodándose las gafas y con un hilo de voz. Su mirada estaba perturbada.
— En la oficina de él y don Mario. Pidió que le avisaramos cuando terminara su reunión con doña Marcela.
Mientras tanto...
— Marce, agárrate duro de esa silla — dijo con voz preocupada mientras tomada asiento frente a Marcela — no adivinas quién acaba de llegar.
Marcela cerró los ojos y respiró profundo.
— ¿Armando? — su mirada era la de quien esperaba una respuesta opuesta a lo que ya sabía.
— Sí, Marce y llegó preguntando por Betty ¿Tú confirmaste si era el que yo ví? — preguntó Patricia con nerviosismo.
Marcela asintió y se llevó una mano a la frente. Algo no iba bien, algo estaba a punto de pasar y lo presentía.
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Destino - Marcela y Betty
FanfictionUna nueva Beatriz ha regresado de Cartagena a enfrentar su pasado y con ganas de empezar una nueva vida. La huella de ese desastre amoroso que significó Armando en su vida aún está latente y deberá luchar para erradicarla por completo. Sus planes se...