Otra vez deambularon sus emociones entre una mezcla de decepción y el amor vibrante del enamoramiento. Leer esa nota solo pudo reafirmarle su amor por ella, pero también su dolor. Si Marcela hubiese sido consciente de la decisión que ella ya había tomado y que le comunicaría esa noche, si tan solo entendiera esa parte, eso que la rompió. Pero no, la realidad era otra.
Con todo el dolor inundándole el pecho tomó la nota y la foto para guardarlas en aquel cajón. Estaba a punto de cerrarlo cuando cayó en cuenta de algo y se llenó de ira. Tomó la caja en sus manos, cerró el cajón con fuerza y salió como un vendaval hacia la oficina de ella. Todo El Cuartel vio su cara de enojo, la caja entre sus manos y hacia dónde se dirigía y entendieron que algo estaba a punto de suceder.
Ni siquiera golpeó o pidió permiso. Entró y azotó la puerta. Patricia miró a Sandra y juntas corrieron a pegarse a la puerta para escuchar la pelea, porque era segura. Aura María fue trás ellas con cara de preocupación.
-¿En qué estaba pensando cuando envió esto a mi casa, Marcela? - le dijo con voz fuerte mientras le deslizaba la caja sobre el escritorio.
Marcela estaba sobresaltada. De todas las reacciones que supuso tendría ella, esa no estaba contemplada.
- ¿Cómo que en qué estaba pensando? ¿Qué te pasa? - le dijo perpleja.
-¿En serio, Marcela? ¿Usted se imagina lo que hubiese pasado si mi papá es quien recibe esto?- sus brazos estaban al rededor de la cintura - ¿De verdad no pensó en eso?
- Claro que sí, no soy tonta, Beatriz - estaba dolida por su tono de voz y su actitud - por eso di la orden de que solo lo recibiera doña Julia o usted - se puso de pie y la encaró - ¿qué clase de persona crees que soy?
- ¿De verdad quiere que se lo responda? Yo creo que los acontecimientos hablan por sí solos - Beatriz tampoco se dejó intimidar y se le acercó al rostro - ¿o le recuerdo lo que vi?
Marcela comenzó a respirar profundo para no dejarse llevar por la ira.
-¿Entonces qué persona soy? Porque si ese acto me define, no solo yo tendría que cuestionarme lo que soy. Le recuerdo que aquí todos tenemos cola que nos pisen- su mirada se tornó fría.
Beatriz frunció el ceño y tardó un par de segundos para entender a qué se refería, su pasado con Armando, el haber sido su amante.
-Por eso mismo, es mejor que no insista, evidentemente el pasado siempre va a pesar más ¿ no?
-No, no para mí. No se para usted. Pero si es su caso, tranquila, puede rehacer su vida con él, perfectamente - alzó una ceja y se cruzó de brazos.
- Ay, por favor, Marcela, usted es la menos indicada para decirme eso ¿o acaso habla por su experiencia? Es más, quien debería retomar ese amor es usted, yo ya no tengo nada que hacer aquí - le señaló la caja y la miró nuevamente - no quiero más de eso por mi casa ni por mi oficina ni en ningún lado. Cada quien en su lugar, haciendo su trabajo y para que lo sepa, me voy antes de Ecomoda, vamos a salir antes de deudas y voy a hacer lo posible porque ese tiempo pase rápido.
Marcela sintió que el aire se le iba y casi palideció.
-¿Cuánto tiempo? - su voz era un hilo, sus ojos estaban como platos.
-¿Para qué? Nada va a cambiar, Marcela, respete mi decisión y ya.
-Por favor, dígame - sus ojos comenzaron a cristalizarse, las lágrimas le subieron de golpe.
-Dos meses y medio - mintió con facilidad para tener una ventaja- ya puede seguir con su vida, Marcela. Y de verdad, evitemos más enfrentamientos, más discusiones innecesarias. Las cosas están ya claras, mi decisión es irrevocable y esto no continúa- no pudo sostener mucho la fortaleza de su voz durante todo lo que dijo, al final la postura de su cuerpo cambió a una más relajada y su mirada mostraba aflicción.
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Destino - Marcela y Betty
FanficUna nueva Beatriz ha regresado de Cartagena a enfrentar su pasado y con ganas de empezar una nueva vida. La huella de ese desastre amoroso que significó Armando en su vida aún está latente y deberá luchar para erradicarla por completo. Sus planes se...