Colgó la llamada y se puso de pie para esperarlo. Lo vio entrar a la oficina con una sonrisa triunfal.
- Bienvenida, Beatriz, que gusto volver a verla - su rostro se notaba tranquilo y su actitud relajada.
Beatriz soltó una risa sardónica que le brotó de manera natural.
- En serio, doctor, ¿le alegra verme? - estaba lista para la pelea.
- Claro, ¿por qué no sería así? - preguntó confundido.
- Dejemos el juego, doctor Mendoza, usted sabe perfectamente lo que hizo - rodeó su escritorio y fue a encararlo - no le bastó con ir a decirle a mi papá que yo supuestamente me quería quedar con su empresa, ¿cierto? Tenía que ir a dañarlo todo contándole sobre mi relación con Marcela.
-¿perdón? ¿Usted de qué está hablando, Beatriz? - estaba consternado.
- Ay, por favor, doctor Mendoza, usted siempre jugando al inocente - lo señaló con el dedo índice, aunque en realidad quería abofetearlo.
- No, es que no entiendo, yo no he hablado con su papá , se lo juro Beatriz - comenzó también a elevar su tono de voz porque se sintió acusado injustamente.
- ¿No? Entonces quién, porque también le contó lo que pasó entre los dos y eso solo lo sabemos pocas personas.
Armando jadeó de ira y comenzó a perder el control. Había estado desesperado esos días sin verla, buscándola, tratando de saber a dónde se había ido, para que ahora volviera odiándolo más después de ese pequeño avance.
- ¿A usted le cabe en la cabeza que yo voy a ir a contarle a su papá lo que le hice? Por Dios, Beatriz, sería lo más estúpido que haría. Yo la amo, yo quiero estar con usted toda mi vida, ¿en qué cabeza cabe que haría eso? - abrió los ojos como si su cerebro se hubiese iluminado - ah, claro, fue Marcela quien lo inventó, ¿no es así, Betty?
- No, soy yo la que se lo estoy diciendo, soy yo la que sabe que es así, señor - casi le gritaba - ¿por qué no me deja la vida en paz? ¿Usted de verdad cree que yo me voy a creer ese cuento de que me ama, que se enamoró de mí? Por Dios, doctor Mendoza, asuma que ya no será más, que ya se acabó y hace mucho tiempo. ¿Por qué no entiende que yo no quiero nada con usted?
- Porque no puedo... - tenía un nudo atorado en su garganta, jamás había tenido que enfrentar el desamor. Era violento, desgarrador, doloroso - porque en lo único que he podido pensar todo este tiempo es en usted, en recuperarla, en amarla...
- Cállese - le pidió Beatriz bajando la voz - cállese. No quiero oírlo.
- ¿Por qué se enamoró de ella? Usted... ¿cómo es que se enamora de ella? Ella la humilló, la odiaba...
-¿Sabe Cuál es la diferencia entre eso y lo que usted me hizo? Que cuando ella me amó, lo hizo de manera sincera y me hizo sentir lo que jamás, jamás en mi vida había sentido.
Armando se llenó de amargura y comenzó a envenenarse por dentro.
- Claro, Beatriz, la ama tanto que se besó con otra mujer en uno de los días más importantes de su vida ¿Ese es el amor que no había sentido? - le soltó dolido.
- Pero no me usó para salvar su empresa, no me enamoró como parte de un plan...
- ¿Cómo está tan segura de eso, Betty? Por favooor, Marcela es accionista de esta empresa, ¿no cree que quiere salvarla también? ¿Qué le hace pensar que no está haciendo lo mismo?
Beatriz quedó helada y aturdida. Esa idea le caló hondo. Fue un golpe bajo. Era Armando, siendo Armando, manipulador, ególatra y narcisista.
La puerta se abrió y Marcela entró con el rostro tenso y los ojos brillantes.
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Destino - Marcela y Betty
FanfictionUna nueva Beatriz ha regresado de Cartagena a enfrentar su pasado y con ganas de empezar una nueva vida. La huella de ese desastre amoroso que significó Armando en su vida aún está latente y deberá luchar para erradicarla por completo. Sus planes se...