Comienzo

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Espero que les guste~

Nota: Esto no se suponía que fuera un libro aparte pero tenia tantas ideas y bueno, así no más es la vida xD

Nota-2: Los trolls tendrán cola y almohadillas :3

Nota-3: Seguiré un poco la dinámica de la película, como una especie de guía, pero cambiando algunas cosas en el camino

Branch no va a negar que estaba profundamente decepcionado cuando todos a su alrededor recuperaron sus colores, mientras él se mantenía gris. Lo entendía, había puesto todo su corazón en esa canción, cada pequeño sentimiento que tenía en su intención de animar a todos y aun así, nada cambio.

Duele, duele en lo más profundo de su corazón, y siente ganas de llorar pero mantiene la frente en alto, poco dispuesto a desmoronarse, en especial mientras aun están en peligro.

Cantar y bailar, para su absoluto shock, resulto ser una gran solución para todo. Poppy se volvió reina, firmando un tratado de paz con los bertenos, quien juraron no volver a comer ningún troll por el resto de sus vidas y con ello, los trolls se dirigieron de vuelta a su lugar, dispuesto a volver a instalarse, esta vez sin ningún tipo de peligro sobre sus cabezas...excepto las bestias y criaturas del bosque pero Branch se encargaba de ellos como siempre.

Los días se volvieron semanas y esas semanas se volvieron meses pero nada se sentía distinto, en especial para el único y solitario troll gris en toda la aldea.

Salvar al pueblo entero de las garras de los bertenos y ayudarlos a reconstruir su hogar no parecía ser suficiente para nadie. Aun recibía miradas críticas, aún podía escucharlos murmurar a sus espaldas, rumores locos y tontos esparciéndose por todos lados. Le gustaría golpearlos hasta que algo de sentido llegara a sus cabezas, quizás ahorcarlos un poco, incluso por momentos quiere quitar todas sus trampas y dejarlos enfrentar algo de los peligros que él enfrenta todos los días para manteneros a salvo y mantener con vidas sus desagradecidos traseros pero su abuela crio a un buen troll, uno amable y desinteresado aun oculto bajo todo el mal humor que trae la soledad, un troll que no tiene el corazón para dejarlos morir.

Aunque, si hay algo diferente en su rutina.

-¡Branch!- sus orejas se sacuden apenas ante el llamado y hace una cuenta regresiva en su mente, moviéndose a un lado cuando llega al final, observando con cierta diversión a la ahora reina caer de cara al suelo. Poppy había cambiado un poco desde todo el asunto de los bertenos y aunque aun era demasiado enérgica para el gusto de Branch, este tenía un poco más de paciencia que en algún punto se había convertido en cariño por ella. Era dulce y una de las pocas que en realidad lo trataba diferente, como si él importara.

-Creo haberte dicho que no me gustan los abrazos- enarco una ceja, su cola sacudiéndose tras suyo, observándola levantarse y sacudirse la tierra, sin lucir siquiera ofendida.

-Oh vamos, soy tu mejor amiga- hizo un puchero, mirándolo con ojos brillantes. -¿Solo un abracito? ¿Cortito?- hace un gesto con las manos, su cola meneándose con animo, llegando a bajar un poco las orejas para mayor efecto de súplica y él bufa con cierta diversión.

-¿Le quitaras la trampa de brillantina a tu siguiente invitación?- se cruzo de brazos. La música ya no lo molestaba tanto, aunque aun la consideraba demasiado ruidosa y sin sentido, pero podía soportarla un poco más. No iba a las fiestas, solo conservaba las invitaciones de ella pero tampoco había vuelto a cantar desde aquella vez, sin importar las suplicas de su amiga, y no creía que lo volviera a hacer.

-Pero es la mejor parte- se quejo y él solo agito una de sus orejas, esperando. -Bien, sin trampa de brillantina- acepto de mala gana y el troll gris asintió, satisfecho, abriendo los brazos en un claro gesto. Poppy fue muy cuidadosa mientras se acercaba, rodeándolo con sus brazos y apretando apenas, con cariño, sin querer molestarlo realmente. Branch, a pesar de que su piel aun picaba ante cada pequeño contacto, suspiro y le devolvió el gesto. Estaba en proceso de acostumbrarse a los toques amables. -Es hora de una canción...- se separo para mostrar una gran sonrisa, tomando las manos grises entre las suyas, floja y tranquila. Ella también estaba aprendiendo a relacionarse con él, esforzándose, algo cálido creciendo en el pecho del troll. -...¿vendrás a vernos?-

-Claro, no estoy muy ocupado- sonrío y la reina apenas evitar soltar un chillido, optando por una risa alegre, caminado hacia el pueblo y llevando a su amigo con él.

-¡Muy bien, trolls! ¡Es la hora!- ella llama la atención de muchos, quienes se animan notablemente, decidiendo ignorar al troll gris que da unos pasos hacia atrás. -Hay sol, desperté genial. El día de hoy hare que sea ideal- empieza a cantar, el ritmo saliendo casi de la nada y Branch solo tiendo un segundo para preguntarse el origen de aquello antes de que Poppy vuelva a agarrar su mano, medio arrastrándolo por una coreo que en realidad no tiene idea. Es arrastrado, empujado y lanzado por doquier, liviano como una maldita pluma al parecer, en algún punto cayendo y aterrizando en el lomo de Cooper, quien esta patinando al ritmo de la tonada diferente que pronto empieza a sonar.

-¡Hola, Branch!- él le sonríe, tan enorme y energético como siempre. Él no cambio para nada, con su actitud torpe y sus comentario incomodos soltados en los peores momentos pero Branch siente que es mucho más amable ahora y por alguna razón, es más fácil hablar con él. No se siente jugado.

-Hey, Coop- se aferra un poco al pelaje ajeno. -¿Te importa...?- hace un gesto con una sonrisa ansiosa y nerviosa, su cola agitándose sin su consentimiento.

-¡Claro que no, amigo!- ríe alegremente. -¡Puedes quedarte allí toda la canción!- y vuelve a lo que estaba haciendo, sin siquiera sentir el peso ajeno en su lomo, el troll gris un poco agradecido de ya no ser sacudido o lanzado.

-...a veces siento que las canciones y coreos son eternas...- suspiro de alivio cuando todos posan, dando por terminada la canción del momento por ahora, solo para que un grito extraño llame la atención. Branch se aferra al pelaje colorido con un chillido cuando empiezan a correr, acercarse a Guy Diamond, quien esta sentado sobre un hongo y luce incomodo, algo alterado.

-¿Que sucede, Guy Diamond?- Poppy es quien toma la delantera, preocupada y el sobreviviente para las orejas, atento, dispuesto a ayudar si es necesario.

-¡Voy...!- jadeo con los ojos bien abiertos. -¡Voy a tener un bebé!- hay mucha conversación pero el troll gris esta más atento al otro, cuyo cabello plateado se agita por unos segundos antes de inflarse, un huevo pequeño y brillante emergiendo, rompiéndose casi al instante. El pequeño que sale, nombrado Tiny Diamond por la reina, es mucho más pequeño de lo esperado y por alguna razón, usa lentes de marco, con algo que parece ser un aro en una de sus orejas.

No tarda mucho en empezar a cantear, rapeando más bien, con voz gruesa que no tiene idea de donde pudo heredar y él nota, casi de reojo, como todos se mueven al ritmo.

-Oh no...- se equivoco, la canción no termino, y solo puede aferrarse al pelaje de Cooper, esperando no salir volando o algo así, su cola agitándose con ligera ansiedad mientras se mueve por todos lados. Las canciones y locas coreos aún son demasiado para él.

What If - Branch GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora