What If - Branch Gris

La Traición

Espero que les guste~

Nota: Nunca me di cuenta de que escribía mal. Es "Yodelers", no "Yondelers" xD

Nota-2: Intentare escribirlo mejor a partir de ahora :3

Poppy se quedo allí unos segundos, casi estática, sus ojos fijos en la espalda de su amigo de piel gris hasta que desapareció entre la naturaleza que los rodeaba y solo entonces se permitió sollozar abiertamente.

No había querido que todo sucediera así. Su única intención era demostrar que podía ser una buena reina, lograr reunir una vez más en armonía y paz a todas las tribus en un intento de demostrar que las diferencias no importaban porque creía que los trolls eran todos iguales pero se equivoco. Las diferencias están presentes en todos, sin importar que aun fueran troll, cada uno era un ser único y diferente a todos los demás, algo que se debía respetar.

La peor parte es que Branch tenía toda la razón, fue egoísta.

Empezó ese loco viaje con tal de poder demostrar su punto, hizo a un lado las palabras de su padre, quien solo parecía estar preocupado por ella y la seguridad de todos, ignoro el miedo de su mejor amigo Biggie, quien ni siquiera quería hacer ese viaje para empezar pero aun así la siguió hasta donde pudo, hizo oídos sordos sobre las preocupaciones y advertencias del troll gris, quien solo había querido ayudarla y protegerla en todo el camino. 

No sabe como arreglar las cosas. La música aun esta peligro, sabe que Barb la esta buscando a ella y a la cuerda, su pueblo puede estar en peligro mientras ella no esta y Branch parece haberse agotado hasta el limite. No sabe por donde empezar.

-¿P-Poppy?- ella alzo la vista, sintiendo algo de alivio al ver a Hickory salir de entre la naturaleza, luciendo algo sucio pero sano, acercándose a ella con pasos cuidadosos. -¿Estás bien?-

-Hice las cosas mal- sollozo, haciendo un gesto, sin saber como expresarse del todo por primera vez en años. Era raro sentirse triste, frustrada y enojada, todo al mismo tiempo, no tenía idea de como lidiar con eso. -Me centre tanto en demostrarle a mi padre que yo podía hacer lo que él no, en lograr ser la buena reina que siempre quise ser y lograr unir a todos que yo solo...me perdí- el troll parece confundido pero triste, callado mientras la deja divagar. -Lastime a papá, a Biggie, a mi pueblo...a Branch, lastima a todos...- mete la mano en su cabello y mira la cuerda. Por un segundo, desea que la carta de Barb nunca hubiera llegado, porque las cosas se sentían más sencillas antes de enterarse de las otras tribus y de las cuerdas. -...y no sé como solucionarlo- no nota como la expresión ajena cambia, sus ojos centrándose en la cuerda rosa, luciendo horrorizado.

-Tienes que irte- suelta y ella alza la vista, parpadeando para apartar las lagrimas, sin entender. -Tienes que irte, ahora mismo- suena una orden mezclada con suplica, haciendo gestos para que se alejara y retrocediendo pero justo cuando la reina va a preguntar, algo sucede. Las piernas traseras del troll se detiene, plantadas con firmeza en el suelo, como si tuvieran mente propia, y pronto, se esta sacudiendo con algo de violencia. 

La escena es extraña y ella solo puede quedarse allí, mirando sin entender la razón por la que Hickory parece estar luchando contra sus patas de atrás pero cuando hay brazos que emergen de los costados, rompiendo el pantalón en el proceso, cree que esta empezando a entender. El troll del country que se había ofrecido a ayudarlos, ahora son dos troll por separado y vestidos de manera extraña. El pequeño esta celebrando con un baile que nunca a visto en su vida, un sonido raro saliendo de su boca, mientras el mismo Hickory se queda allí, luciendo incomodo y torpe a diferencia de su actitud tranquila y confiada de antes, mirándola con vergüenza y pena en cuanto termina esa larga y extraña nota que no entendió su significado completo.

-Lo siento mucho, Poppy- retuerce el sombrero de vaquero entre sus manos y ella aprieta los labios, negando con la cabeza pero sin poder negar la verdad de lo que acaba de ver.

-Tu...- el corazón de la reina se estremece y se termina de romper del todo, retrocediendo un paso, manos temblorosas aferradas a su cuerda. Ahí hay otro error suyo, había confiado en Hickory ciegamente, aceptando sin pensar la ayuda y tachando al sobreviviente de paranoico desconfiado pero él tenía razón, para variar. Iba a tener que empezar a confiar un poco más en la intuición ajena si es que podían sobrevivir a eso. -...son los Yodelers-

-¡Esos mismo!- el pequeño rio a carcajadas.

-Lo siento mucho...- Hickory la mira y ella no sabe como sentirse al respecto. -...solo queríamos salvar nuestra música-

-¡Deja de disculparte, solo agarra la cuerda!- se lanza hacia ella pero el más alto se interpone, colocando una mano en la frente ajena y manteniendo el brazo estirado, dejándolo corriendo en un mismo lugar y con sus gritos llenos de insultos medio ahogados.

-Tienes que irte, ahora- le repite y Poppy decide obedecer, abrazando la cuerda contra su pecho, pero cuando se da media vuelta, se encuentra con un rostro nuevo. Grita, intentando escapar pero hay brazos que se enganchas bruscamente con los suyos y queda atrapada entre dos trolls de aspecto extraño, sus pieles casi luciendo grises para su asombro.

-¡Déjenme en paz!- se remueve pero ellos son más fuertes y firmes, manteniendo un agarre casi doloroso en ella.

-Sabía que escuche algo- Poppy levanta la vista ante la voz desconocida y allí, apoyada en un extraño vehículo de tonos negros con rojo, esta alguien que no a visto en persona pero aun así, reconoce.

-Reina Barb- su cola se retuerce mientras se aferra a su cuerda, intentando ocultarse en su ropa pero la troll del rock pronto esta parada frente suyo, con una sonrisa afilada, usando sus manos para mover los dedos rosas y conseguir la última cuerda que le faltaba. -¡No, basta, por favor!- lucha pero no puede moverse, mientras la otra se aleja con aquello que debía proteger en sus manos con malas intenciones.

-Ah, al fin, la cuerda del pop- estira la cuerda rosa para admirarla. -Nunca volverá a pudrir el cerebro de nadie después de todo- parece esconderla dentro de su muñequera con púas.

-¡Para, esto no esta bien!- se remueve, aunque quienes la sostienen se mantienen firmes en sus lugares. -¡No te dejare hacer esto!- Barb la mira, analizándola de arriba a abajo con expresión neutra, solo para bufar con burla después de unos segundos.

-Como si pudieras detenerme- se le acerca con una sonrisa afilada y llena de burla que hace enojar a la de piel rosa.

-¡Déjame en paz!- logra alzarse y sacudir los pies, la otra alejándose un par de pasos, sin lucir impresionada.

-¿Dejarte en paz?- enarco una ceja. -Tu fuiste la que me envió esta...cosa...- saco su invitación quemada y Poppy nunca se arrepintió de enviar algo tanto en su vida como en ese momento. -...diciendo que querías que fuéramos mejores amigas- rodo los ojos, dejando caer aquella para poder pisarlo, y la de piel rosa baja las orejas con enojo. Le gustaría ser Branch en ese momento, poder gruñir y liberarse, lucir aunque sea un poco salvaje y no sentirse como si fuera una triste burla. -Aunque, esta carta me gusto más- saco otra, de papel más simple que la reina de piel rosa no pudo reconocer pero puede leer la letra cuando la otra se la muestra. "Reina Barb: Lamento la apariencia de Debbie, intente mantenerla limpia y como llego pero mi amiga se emociono un poco con un cambio de imagen y ya no pude bañarla. Le di de comer fruta, porque no me anime a darle nada más, y durmió una larga siesta, también mordió a algunos animales. - Branch." 

-Oh...- Poppy parpadea con sorpresa, eso no lo había esperado.

-¿Quien es "Branch"?- vuelve a guardar esa carta. -Alguien que pueda tratar tan bien a mi Debbie, puede estar de mi lado, incluso si es un popero- la troll del pop solo la mira, negándose a decirla donde esta su amigo y eso es algo que la troll del rock parece notar con facilidad. -Bueno, en todo caso, seguro que nos encontrara en el concierto- hizo un gesto y Poppy es alzada, colas largas rodeando sus tobillos e inmovilizando sus pies, aunque eso no evita que luche un poco. -Después de todo, su reina y su triste pueblo estarán allí- su sonrisa afilada y mala esta de vuelta en su rostro pero la de rosa esta más ocupada en digerir esas palabras. Su pueblo había sido atacado y ella no había estado allí, que reina que resulto ser.