What If - Branch Gris

Respuestas a Medias

Espero que les guste~

Hay un silencio tenso entre ellos, los trolls de la aldea compartiendo miradas entre ellos mientras la reina y el sobreviviente miran al rey, esperando algunas respuestas.

-A nosotros nos gustan las frases para tararear, las melodías dinámicas y...- Peppy cierra la boca en el instante en el que nota el ceño fruncido en el rostro del troll gris, quien en realidad no parecía para nada satisfecho con sus palabras. -Es nuestra música los que nos hace ser trolls del pop...- decide ir al punto, aclarandose la garganta con cierta torpeza. -...pero los otros trolls cantan diferente, bailan diferente y lucen diferentes- hay jadeos llenos de sorpresa antes de que empiece el pánico. La reina luce algo aprensiva pero el sobreviviente no parece nada impresionado.

-Aun no veo el punto- Branch se cruzó de brazos, solo un poco más molesto que antes. Todos allí tenían algo en contra de las cosas diferentes, incluso si siempre decían "todos son bienvenidos aquí". Montón de hipócritas. -Por todos los...- hizo una mueca ante el dramatismo de todos a su alrededor y bufa. -¡Ya basta!- todos se congelaron en sus lugares, en poses raras y poco posibles, aunque estos esos trolls eran capaces de todo, hasta desafiar las leyes de la física y la lógica.

-Hablemos en privado, ¿si?- Peppy luce ansiosos, haciendo un gesto, dándoles la espalda sin esperar una respuesta y avanzando sin más.

-Vamos, consigamos algunas respuestas- Poppy sonrió, enganchando su brazo con el del troll gris para medio arrastrarlo al seguir a su padre. -¡Vamos amigos!- hizo un gesto con su mano libre y los integrantes de su pequeño grupo no dudaron en salir de sus posiciones, siguiéndola con apuro y curiosidad. Llegan hasta una zona apartada de los demás, extrañamente silenciosa para la sorpresa de los presentes, pero se mantienen quietos mientras el rey les da la espalda, buscando un gran rollo que mira con cierta tristeza antes de suspirar y mirarlos una vez más.

-Es una historia tan vieja como el mundo...- dejo el rollo sobre un hongo que funcionaba como mesa allí, abriéndolo, mostrando figuras hechas de recortes oscuros y de formas raras, cada uno luciendo único de cierta manera. -...en un principio, solo había silencio...hasta que, un día, alguien hizo un sonido...- la siguiente imagen era más colorida. -Nuestros ancestros se inspiraron tanto en ese solo sonido, que crearon 6 cuerdas que tenían el poder de controlar toda la música y podían tocar lo que fuera- el siguiente muestra a cada troll por separado, con cuerdas de un color determinado y un aspecto único. -Tecno, Funk, Clásica, Country, Hard Rock y Pop...y cualquier genero también- parece recordar agregar al último momento, tosiendo tras su puño. -Era algo para todos, como una gran fiesta pero poco a poco, los trolls de volvieron intolerantes a otros ritmos...- Branch entrecerró los ojos ante eso, sintiendo que algo allí faltaba. -...y pelearon por el tipo de muisca que las cuerdas tocarían. Los ancestros encontraron una única solución, cada tribu tendría una cuerda y tomarían caminos separados- al final, muestra una especie de mapa, con cada zona marcada con un color y un símbolo diferente. -Desde entonces, cada tribu a vivido aislada, cada uno en su zona-

-Ahora el mensaje de Barb tiene sentido- Poppy se acerca, admirando el mapa, luciendo pensativa por unos segundos. -Ella quiere reunir las cuerdas para que el mundo troll vuelva a ser una gran fiesta- sus ojos brillan y su cola se agita con emoción notable, ahí es cuando el sobreviviente decide intervenir.

-¿"Gran Fiesta"?- enarco una ceja, el murcielago en su hombro agitándose un poco. -¿Es todo lo que escuchaste?-

-Así era cuando todas las tribus estaban unidas- su sonrisa es grande y él siente una punzada en su cabeza. Terca y distraída Poppy, solo centrándose en ciertos detalles e ignorando todo lo demás. -¡Nada es más importante que estar todos unidos y en armonía!-

-¿Quieres ignorar todo lo demás?- enarco una ceja. -¿La pelea? ¿La lucha por el dominio? ¿La separación?- se cruzo de brazos y ella hizo un puchero.

-Nuestro único objetivo es mantener nuestra cuerda a salvo- habla el rey una vez más, caminando hasta atrás, partes de aquella cosa que parecía ser parte del árbol moviendo a un lado y mostrando algo parecido a un arpa pero con una sola y muy brillante cuerda color rosa. Todos allí están asombrados, escuchar su historia era una cosa pero verla, justo allí, era totalmente diferente. -La cuerda pop, el origen de nuestra música- sonrío, su dedo enganchando aquella cuerda y dando un ligero tirón, un destello rosa saliendo de allí, con una suave tonada familiar y un extraño corazón que se elevaba por encima de ellos, desvaneciéndose muy lentamente pero dejando a su paso brillo rosa que cayo sobre los trolls.

-...es hermosa- la reina sonrío, encantada, observando aquella cosa rosa entre sus manos. El murcielago se quejo, sin gustarle al parecer, y Branch hizo una ligera mueca, tomándolo entre sus manos para sacarle la cosa rosa de encima, dejándolo un poco esponjado pero más contento.

-Y poderosa- Peppy luce serio. -Es por eso que no podemos dejar que caiga en manos equivocadas- el arpa es cubierta una vez más.

-¿Tiene algún plan para proteger la cuerda?- el sobreviviente se cruza de brazos, poco confiado de lo que el otro pudiera decir. Este era el mismo rey que en realidad nunca hizo siquiera un refugio seguro para todos en caso de ataque bertenos, quien tampoco había puesto un limite de ruido o se había ocupado de los depredadores del bosque. Así que no, no confiaba en el rey con ciertas cosas.

-Me prepare para este día toda mi vida- se endereza. -¡Hay que correr y esconderse!- procede a hacer eso mismo, con la barba algo inflada y la cola agitándose, sin lucir seguro por donde ir primero.

-Me lo imagine- bufo con cierta burla, mientras Poppy se apresuraba a detener a su padre, sin entender su razonamiento.

-¡Ni siquiera sabes de quien vamos a escondernos!- la reina agarra el brazo del mayor, mirándolo a los ojos con el ceño fruncido apenas.

-Nos escondemos de Barb y los trolls que son distintos- el rey no luce dispuesto a cambiar de opinión. Sus palabras duelen, porque Branch sabe lo que es ser distinto y temido, pero cuando mira de reojo al resto del grupo, puede notar la expresión de uno de ellos. Cooper luce herido, confundido, sus orejas bajando y mirando a su alrededor con cierta vergüenza.

-Asumes lo peor de alguien a quien no hemos conocido- lo suelta, retrocediendo un par de pasos para ver al mayor correctamente.

-No me estas escuchando- Peppy frunce el ceño.

-Y tu no me estas escuchando a mi- Poppy no duda en decir.

-Soy tu padre- hace un gesto brusco con uno de sus dedos pero ni eso hace que ella retroceda.

-Y yo soy la reina- la expresión de él decae, luciendo dolido por un segundo, solo para buscar como responder a eso pero al parecer, sin poder encontrar las palabras. -El pueblo es mi responsabilidad ahora-

-¡El titulo de padre tiene más poder en esta ocasión!- termina por soltar, dándose media vuelta y corriendo sin decir nada más.

-¡Todos somos trolls!- Poppy luce frustrada ante la terquedad de su padre, también dolida por su falta de cooperación. Su ceño se frunce con decisión repentina, volteándose de repente, y Branch se sobresalta ante los ojos fijos que ahora lo miran, sudando con nerviosismo.

-Tengo que...irme...- retrocedió un par de pasos, tropezando apenas cuando su cola se envolvió alrededor de una de sus piernas. Su tonta ansiedad le jugaba en contra a veces. -...a alimentar a mi amigo de aquí- hace un gesto hacia el murcielago, abrazándolo contra su pecho y enterrando sus dedos en pelaje blanco, intentando concentrarse en la suavidad de este y no en la mirada fija de la reina. Ella estaba planeando algo, podía sentirlo. -¿Quieres venir conmigo, Cooper?- miro al mencionado, quien se enderezo con cierta sorpresa, parpadeando con confusión. Todos allí parecían sorprendidos, mirando al alto troll y luego al gris, como si intentaran entender que estaba sucediendo allí.

-Claro, amigo- reacciono, su sonrisa un poco más tenue de lo usual pero Branch se apresuro a correr hasta a su lado, haciendo un gesto ligero, y juntos, se alejaron de allí, aun sintiendo miradas fijas en sus nucas.