Viaje

1.4K 158 34
                                    

Espero que les guste~

Nota: Busque y por lo que pude encontrar, el nombre de la mascota de Barb se llama "Debbie"

-¡Branch! ¡Branch!- el mencionado soltó un suspiro ante la voz y golpeteo que resonaban un poco, sabiendo perfectamente quien era. Era algo tarde, estaba oscuro afuera la última vez que vio pero sabía que Poppy planeaba algo y es por eso que solo se dispuso a esperar sentado, solo esperándola.

-¡Ya va!- se levanto de su lugar pero se detuvo por un segundo, mirando a la extraña criatura que por alguna razón, había encontrado comodidad en uno de sus platos hondos. -No te voy a dejar aquí abajo sola- hace un gesto y la mascota no tarda en entender, volando con cierta torpeza hasta colocarse en su hombro. Él camino hasta su ascensor, activando la palanca para subir, sin sorprenderse de ver a la reina allí. Tenía una gran sonrisa, con una capa al parecer y una carta en mano. -¿Qué necesitas?- enarco una ceja.

-¡Necesito esa cosa!- señalo a la murcielago, estirando las manos con una clara intención, solo para tener que retroceder ante el siseo amenazante que se gano. La mascota voló lejos del alcance de ambos, la reina haciendo un puchero. -¡Vuelve aquí!- parecía dispuesta a alcanzarla con su cabello.

-¿Necesitas a Debbie?- no entendía el punto.

-¿Le pusiste nombre?- y ahora ella lucia divertida, casi encantada.

-Claro que no- bufo, extendiendo su brazos, la murcielago volando allí para posarse sobre la piel gris, sacudiéndose un poco y esponjando su pelaje blanquecino. -Tiene una etiqueta, es la mascota de alguien- con su mano libre rebusco entre el pelaje ajeno, hasta que encontró esa cosa que parecía ser una especie de collar, con una etiqueta que tenía el nombre "Debbie" grabado en ella. -Esta muy mimada para ser salvaje- bien peinada y alimentada, con una clara rutina interrumpida por estar allí pero adaptable mientras obtuviera comida y atención. -¿Para que la necesitas?-

-Para enviarle una respuesta a Barb- levanto su carta triunfante. -Solo necesito atarla en su pata o algo así y listo- analizo con la mirada a Debbie, quien soltaba sonidos extraños y ahogados, sonando como si se estuviera atragantando. -Aunque le vendría bien un cambio de imagen- aprovecho que la mascota estaba quieta y la tomo entre sus manos, caminando con decisión, alejándose del bunker con claras intenciones. Branch bufo, medio preparado para algo así, teniendo que solo apretando un botón de su fiel control para encender la seguridad y trotando para alcanzarla. Parecían estar yendo hasta un gran globo que tarareaba ligeramente, ya habiendo cosas en la canasta de allí, en una clara señal de que ella había estado preparando eso hace rato.

-Es la mascota de alguien más, no deberías...- hizo un mueca cuando la reina le presento con orgullo a Debbie, parte de su pelaje atado en un moño rosa en la parte superior y con mucho brillo del mismo color esparcido por todos lados. -...ya no importa- se sintió mal por ella y no quería imaginar la ira de la dueña pero se había esperado eso también. Poppy había intentado redecorar su bunker en cada oportunidad que tenía, una razón más para no dejarla entrar. 

-Se ve adorable, ¿no?- Poppy rio con alegría, encantada y orgullosa. -Solo necesitas llevarle esto para que Barb sepa que estoy dispuesta a ayudar en la gran fiesta- le entrego la carta que había hecho y como si estuviera entrenada para ello, Debbie lo tomo entre sus dientes, parpadeando mientras aleteaba y se elevaba, deteniéndose al lado del sobreviviente por el momento.

-¿Planeas ir hasta territorio enemigo?- la reina le dio la espalda, subiendo algunas cosas más, y Branch aprovecho aquello para rebuscar en su cabello, agregando su propia carta a la de su amiga, con una disculpa por su aspecto actual y acaricio su cabeza en despedida, viéndola alejarse con cierta tristeza. Fue una buena compañía mientras duro.

-No es una enemiga- ahora ella bufo. -Es una reina, como yo- se dio media vuelta para mirarlo con una gran sonrisa.

-¿Estás segura de esto? No la conoces, no sabes como puede ser- no va a convencerla, simplemente lo sabe. -No tiene idea de como pueden ser ninguno de ellos-

-Y no lo sabré hasta que los conozca- sus palabras solo parecen animarla. -Papá quiere que vivamos todos aislados pero no puedo permitir eso- se puso seria o tan seria como podía ser ella. -Aquí, todos somos diferentes pero seguimos siendo trolls, eso es lo que tenemos todos en común- él solo se cruzo de brazos, esperando a que continuara. -Soy la reina ahora y tengo el poder de hacer las cosas bien, de lograr una unión con las demás tribus para que todos podamos vivir en armonía- lo miro con ojos brillantes, parada en la canasta sostenida a ese extraño globo, luciendo esperanzada. -Ahora la pregunta es, ¿vendrás conmigo en esta misión de unión?-

-Me encantaría decirte que no, en serio que si...- se arrepentirá de esto, lo sabe, pero no puede dejarla ir sola. Lograra meterse en problemas o peor aun, matarse y era una de las pocas que en realidad lo trataba bien. -...pero dejarte sola es peligroso- suspiro con cierta resignación y avanzo, subiéndose a aquella cosa.

-¡Que alivio!- Poppy suspira en una muestra de alivio dramática, mostrando una gran sonrisa mientras la puerta se cierra y corta la cuerda que los mantiene anclados a la tierra, empezando a elevarse. -No quería hacer este viaje sola- extiende su mano, recordando al último segundo no tocarlo directamente.

-Lo sé- sonríe ligeramente, tomando la mano que le ofrecen, sintiendo una punzada de envidia momentánea ante los dedos rosas que resaltan sobre su piel gris, incluso en la oscuridad pero se asegura de devolverle el apretón. Sabe, que abajo en la aldea, Cooper ya debe estar partiendo en su viaje y aunque no puede verlo, le desea mucha suerte en su mente, esperando que pudiera encontrar lo que buscaba y no se metiera en muchos problemas.

Ninguno de los dos lo sabe pero en otro lado, Barb esta celebrando su victoria más reciente, sacudiendo un hilo azul brillante, con su sonrisa afilada muy grande en su rostro y el resto de su gente victoreando tan ruidosos como pueden, festejando porque ahora les queda una cuerda menos para tomar y están un paso más cerca de su objetivo final.

What If - Branch GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora