Capítulo 6

16 2 0
                                    

 Caly estaba cansada de escuchar el sonido de los pasos en la habitación de al lado. Miró su reloj y este marcaba las cinco de la mañana. No podía creer que Annika siguiera despierta.

 Se puso de pie y salió. Abrió lentamente la puerta de la habitación de Annika y la vio caminando de un lado para otro con un libro de magia en sus manos y masticando un lápiz. Sabía que estudiaba de pie y moviéndose para evitar dormir.

 La vio detenerse para anotar algo y siguió caminando.

 Su cara se había deteriorado levemente. Estaba más delgada, pálida y con dos manchas negras debajo de sus ojos, ojeras extrañamente inusuales.

 —Otra vez estás despierta— Dijo Caly entrando.

 —Lo lamento. No quise despertarte otra vez—

 — ¿Te duele?— preguntó.

 Ya había pasado un mes desde el incidente en el mercado. Las heridas se le estaban sanando, pero el dolor seguía ahí. No había podido practicar nada físico durante todo ese tiempo, lo que la estaba volviendo loca.

 Annika negó con la cabeza.

 —Entonces ¿por qué no duermes?—

 Annika apartó la vista para evitar responderle.

 — ¿Annika?—

 —Estoy bien, no te preocupes por mí—

 —Annika, debes dejar de guardarte todo siempre— dijo Caly— Necesitas dormir.

 — ¡No quiero hacerlo!— Annika golpeó la mesa de noche.

 Caly arqueó las cejas y se aproximó a ella ante la extraña descarga de ira. Suponía que sus emociones estaban sensibles por la falta de sueño, igual que una niña pequeña. Aunque no dijo nada, Annika entendió perfectamente que quería decirle. Apretó las manos con fuerza, sentía un pequeño dolor en el costado de su mano. El golpe le había hecho daño.

 Suspiró y se relajó. Ambas se sentaron en la cama.

 —No es que no pueda dormir... no quiero hacerlo—

 — ¿Por qué?—

 —Ese día, el del incidente en el mercado ¿recuerdas que había tenido una pesadilla?—

 —Lo recuerdo—

 —No fue una simple pesadilla. Yo soñé con lo que ocurrió en el mercado—

 — ¿Qué?— Caly se sorprendió.

 —Soñé con ocho sombras, con el fierro caliente en mi espalda y el golpe en mi cabeza— Annika suspiró— Soñé con la voz de un hombre y una mujer que les daban órdenes a esos hombres para que causaran conmoción en el mercado, como forma de castigo por lo que hicimos en la mansión Tisdale, de esa forma demostrarle al pueblo de que Taro aún tiene el control de todo.

 Caly se quedó boquiabierta, pensando en la locura que estaba diciendo. 

 —Y no es todo— dijo Annika— El hombre de las instrucciones era Taro.

 — ¡¿Taro?!—

 —Sí, reconocí esa horrible voz. Pude escucharlo perfectamente, dando las instrucciones— Annika apuntó la gema, que estaba en la mesa de noche— No he tocado la gema desde ese día. Supongo que gracias a ella pude ver eso.

 — ¿Estás segura que lo que me dices es real y no solo un simple sueño?—

 —Completamente. Vi exactamente lo que pasó ese día...— Annika vaciló— Es por eso que no he tocado la gema. Es involuntario, no puedo controlar esas visiones y pensar en eso me da... me da...

El reino de la magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora