Capítulo 37

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 Annika pudo ver una chica frente a ella, tenía la apariencia de una niña. Estaba en el suelo y brillaba de un color azul, como la luz que vieron en el bosque.

 —Annika ¿no es así?— dijo la niña—

 —Sí— dijo Annika— ¿y tú quién eres?—

 —Mi nombre e...—

 Antes de terminar la palabra desapareció.

 Annika corrió sin descanso por un agua espesa como el barro. Poco a poco se hundía, hasta que llegó hasta su cuello.

 — ¿Qué es esto?— 

 — ¡Annika!— escuchó un grito.

 Miró hacia un lado y vio a Nova y a Gill, hundiéndose al igual que ella.

 Intentó llegar a donde ellos pero el barro la cubrió completamente.

 Se hundió unos metros hasta caer al piso. Estaba dentro de una especie de agujero de cemento enorme en el suelo: un pozo, el lugar era oscuro y húmedo. Intentó hacer magia pero se dio cuenta que no tenía su gema. Corrió a la orilla pero la pared era muy liza para ser escalada.

      Comenzó a gritar por ayuda, pero solamente se escuchaba su propia voz producida por el eco del pozo.

 — ¡Annika!— escuchó un grito— ¡Ayúdame!

 Se le erizó la piel al darse cuenta de que la voz era de Nova. Un grito de auxilio se escuchó, como si alguien estuviera llevándosela, seguido de un grito de dolor desgarrador. Luego escuchó a Gill resonar como eco en el lugar, seguido de un sonido metálico, como de una espada bajando con velocidad. Una serie de ruidos se produjo, llenando el lugar de gritos y súplicas. Annika sintió la desesperación dentro de ella, la sensación de miedo en su interior. De pronto comenzó a sentir un dolor desgarrador en el cuerpo, lo que la hizo caer al piso. Sintió que el aire le faltaba debido a que alguien comenzó a ahorcarla. Dos manos invisibles no dejaban que el aire volviera a sus pulmones, mientras múltiples golpes dañaban su cuerpo. De pronto sintió cómo una ira imparable subía desde sus pies a la cabeza. No podía controlarlo, no podía calmar sus emociones. La energía negativa de la gema se propagó como un virus dentro de ella. Al principio tenía miedo, pero la sensación de fuerza que sintió en el baile de máscaras y en la lucha en Ágape, la estaba sintiendo en ese minuto. Era una sensación que se sentía bastante bien.

 Antes de poder sentir algo más, de un golpe se despertó.

 Keith la miraba con preocupación, mientras sacaba los dedos de la cabeza de ella.

     —Annika ¿estás bien?— Preguntó asustado.

 —Me despertaste— susurró Annika.

 —Estabas teniendo una pesadilla... o una visión ¿Qué viste?—

 Annika se masajeó los ojos para calmar la sensación de miedo en el pecho e inhaló con fuerza. Se puso de pie y salió de la tienda. Se paró con los brazos cruzados mirando el bosque.

 Ya habían caminado varios días, con ese serían casi tres semanas de viaje. Eros estaba cerca.

 La noche era silenciosa, casi al punto de ser perturbadora la tranquilidad luego de un sueño como ese.

 Keith salió detrás de Annika y la abrazó por la espalda, apoyando el mentón en su hombro.

 —No estoy segura si fue una visión o una pesadilla. Generalmente veo a mi inconsciente cuando son visiones y el sueño es más nítido. Esta vez no vi nada. Es extraño—

 —Quizás fue solo una pesadilla— dijo Keith con tranquilidad.

 —Es que no es tan sencillo— dijo Annika— no es algo que pueda tomar a la ligera. Gill y Nova eran atrapados en ese sueño. Nobu gritaba por intentar salvar a Gill. No tenían su gema y escuchaba ruidos de pelea y lamentos ¿y si es una visión? ¿Si Gill, Nova y Nobu están en peligro?

El reino de la magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora