El reino de la magia.

Capítulo 32

 Amaya fue la primera en atacar, corrió creando una espada de hielo, y saltando, golpeó a Annika. Ésta bloqueó cubriendo con hielo su antebrazo.

 Ayumi movió sus manos, haciendo una esfera de nieve en el aire y, moviendo sus manos, hacía volar de este pedazo de hielo en dirección hacia Annika.

 Annika empujó a Amaya y esquivó los hielos. Estiró su mano a la esfera de nieve de Ayumi y volviéndola una esfera de hielo gigante la hizo bajar con brusquedad. Ayumi saltó hacia un costado para poder esquivarlo.

 Amaya movió sus manos y creó viento tan fuerte que podía cortar lo que sea. Annika esquivó y bloqueó todo lo que ella lanzaba.

 —Deja de moverte— balbuceó Amaya con los dientes apretados.

 Annika se detuvo y la apuntó con sus dedos.

 —iaculat—

 Una especie de disparo de luz salió de sus dedos, el cual Amaya esquivó por un pelo.

 —No te dejaré escapar— gritó Annika moviendo sus manos y creando un torrencial de espinas de tierra y hielo saliendo del suelo en dirección a Amaya. Ésta corrió en intentó bloquear el ataque.

 Por detrás, Ayumi empujó la esfera de hielo con magia, Annika estiró su mano y la partió en dos, pasando cada parte por su lado, pero Ayumi apareció de inmediato y la golpeó en la cara con un puño cargado de fuerza. Annika se tambaleó, pero logró esquivar el siguiente ataque. Hubo choques de golpes, los esquivaban y los desviaban. Ayumi logró abrirse paso para golpear a Annika en el pecho. Rápidamente Annika detuvo ambas manos con sus palmas.

 — ¿No vas a rendirte, cierto?— preguntó Ayumi haciendo fuerza— si te llevamos, dejaremos esta ciudad en paz.

 —No voy a dejar que la asesina que mató a Alejandra salga de aquí como si nada. No le daré ninguna posibilidad a Taro de tomar la ventaja. Ágape no va a caer—

 La mirada de Annika se intensificó. Apretó los labios y el ceño. Ambas hacían fuerza, por lo que comenzaron a temblar.

    El odio de Annika poco a poco crecía, mirar a la cara el rostro de la asesina hacía que recordara el momento de la muerte de Alejandra. Sus ojos perdiendo la vida, la espada atravesando su estómago y su corazón, su último aliento de vida y su poco y nada de fuerza que utilizó para aferrarse a la gema que ahora estaba desaparecida. Luchó hasta el final, pero aún así no fue suficiente.

 Los puños de Ayumi de pronto comenzaron a congelarse, por lo que tuvo que empujar a Annika y retroceder.

 —Ven aquí ¡cobarde!— gritó Annika.

 Ayumi derritió el hielo de sus manos y calentando el agua a una gran velocidad, se la lanzó y explotó frente a Annika.

 Amaya apareció por detrás con una espada, cortó horizontalmente pero Annika se agachó para esquivarlo. Cortó una y otra vez, mientras Annika esquivaba. De pronto, alcanzó su mano y desvió la espada hacia Ayumi, por lo que ella apenas pudo esquivar, logrando un corte en la cara. Annika la hizo pasar de largo y pateó la espalda de Amaya, haciéndola chocar con Ayumi y ambas cayeron al piso. Annika notó que tanto Amaya y Ayumi se les dificultaba trabajar en equipo, así que hacer que ambas chocaran le resultaba fácil y divertido.

 — ¿Qué sucede?— dijo Annika.— ¿eso es todo lo que pueden hacer?

 De pronto, Ayumi desapareció. Había olvidado ese pequeño detalle. Annika se concentró para poder predecir donde aparecería con su habilidad visión. Antes de poder reaccionar, Ayumi apareció detrás de Annika y la golpeó con energía acumulada con magia en su brazo, junto con una explosión. Annika fue lanzada por el aire cayendo directamente y a gran velocidad en una casa, rompiendo la pared. El impacto hizo que la nieve fresca formara una cortina de vapor.