Desde el momento en que Caly había escuchado a Annika decir que Math moría, el terror invadió su cuerpo completamente.
En ese minuto estaba cerca de la entrada del pueblo protegiendo a algunos civiles para que escaparan. Con ella, los rebeldes podían atacar a los militares sin recibir daños, por esa misma razón no podía simplemente irse y dejarlos luchando solos. Dependían de ella y su magia para defender y atacar. Un par de autos llegaron al lugar, con una docena de militares armados. Caly creó una muralla de piedra compactando la arena, protegiéndolos de la balacera que se produjo. Intentando concentrarse, extendió su mano e hizo explotar uno de los autos, produciendo calor en el combustible, esto logró que se distrajeran y pudieran atacar.
Aún así, la voz de Annika resonaba en su cabeza como un eco. Pensaba en Math y en si estaba bien.
De pronto, el auto militar que quedaba comenzó a elevarse en el aire. Las armas militares y todo el armamento enemigo estaba a unos metros sobre sus cabezas. Algunos rebeldes la miraron asombrados, pensando que ella era la que provocaba eso, pero inmediatamente ella negó con la cabeza, explicando que no lo hizo.
Los rebeldes aprovecharon la situación y atacaron a los militares. Caly se aproximó para poder ayudar, pero un chico la detuvo.
-Caly ¿cierto?- preguntó.
-S...sí-
- Déjanos esto a nosotros. Ahora estamos en ventaja. Escuché lo que dijeron por tu comunicador y desde ahí has estado muy preocupada. -
-Pero no puedo dejarlos solos- dijo Caly.
-No te preocupes. Ve. Cuando sepas cómo está tu amigo ven a ayudarnos. Estaremos bien-
Caly le dio una mirada de agradecimiento y corrió como nunca antes había corrido.
El hospital estaba a unos minutos de donde ella se encontraba, pero le parecieron horas corriendo.
Miró al cielo y vio todos los autos, armas y tanques militares volando por toda la ciudad. Sabía que la magia que ellos sabían no era capaz de soportar tanto tiempo esa gran cantidad de objetos en el aire. Supuso que algo más había tras eso.
- ¡Annika!- habló a través del comunicador
- ¿Dónde estás?- Preguntó Annika.
-Voy hacia el hospital, pero creo que debes ir a la entrada del pueblo, Debes ver algo-
-De acuerdo, voy- Dijo- Evan, encuéntrame allí.
-Copiado, Annika. Estoy con un grupo de rebeldes protegiendo el ala sur del hospital. Iré lo más rápido que pueda-
Caly estaba tan nerviosa que creía que iba a desmayarse en cualquier segundo. Pensaba en la situación del lugar, en la magia extraña que elevaba el armamento militar y en Math. No quería ni siquiera imaginarlo muriendo. La presión estaba a punto de hacerla llorar.
De pronto, pudo ver unas barricadas en la entrada del hospital, bloqueando la entrada. Se aproximó gritando que era ella, que debía entrar rápidamente. Los rebeldes pudieron reconocerla y abrieron el paso. Al llegar dentro miró a todos lados buscando a alguien conocido. A la primera persona que vio fue a Nobu, quien estaba en la entrada de la barricada protegiendo.
- ¡Nobu!- exclamó.
- ¡Caly! ¿Estás bien? ¿Por qué estás aquí?-
-Estoy buscando a Nova ¿sabes dónde está?-
Nobu la condujo por los pasillos hasta que llegaron a una habitación, luego de eso, se devolvió para seguir ayudando a los heridos que llegaban y proteger el frente. Caly entró silencio y en la cama estaba Math, con los brazos completamente vendados y con Nova a su lado. Caly jadeaba de cansancio, la magia y correr la habían agotado completamente. Sentía el sudor bajar por su cara, pero aún así se mantuvo firme.
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El reino de la magia.
FantasíaAnnika Tisdale es una aristócrata del país Browallia. Ella vivía una vida normal en la ciudad capital Sockro, en donde ella y su mejor amigo Keith, el hijo del rey, eran inseparables. Cuando una noche de año nuevo un tirano llamado Taro Algerian tom...