Capítulo 12

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     Annika dio un respingo de dolor cuando Evan intentó limpiar una herida que tenía en la mejilla.

 — Lo siento— Se disculpó haciendo un gesto de dolor en su cara, como si a él le hubo dolido en vez de a ella.

 — Quizás será mejor esperar a Nova o a Alejandra—

 — ¿Crees que no puedo hacer esto?—

 — Acabas de demostrármelo—

 Evan le dio un empujoncito y prosiguió sanando sus heridas.

 Ambos estaban extrañamente tranquilos, con las gemas lejos de ellos. Habían estado tan presionados por ellas que descansar un poco era un alivio momentáneo.

 Gracias a los golpes de Roman, Annika tenía roto el labio, la mejilla, su cien y un ojo morado. Evan sentía algo de melancolía verla siempre herida o golpeada... o quemada... o con balas en alguna parte del cuerpo.

 Evan se dispuso a colocar el último parche en la cara de Annika y declaró su trabajo terminado.

 —Muchas gracias—

 —No soy tan delicado, pero al menos hasta que venga Nova, servirán para que tu cuerpo sane naturalmente tus heridas—

 —Prefiero que sea así. Estoy algo cansada de la magia por el momento... ya sabes... con todo lo que sucedió.

 Evan sonrió desganado. Dejar la milicia lo ponía nervioso. Temía por su familia. Pero hace ya muchos años que no los veía, ni siquiera sabía si Taro los había asesinado y le había mentido para que creyera que estaban vivos. Pero, en realidad no, no los iba a matar, incluso si Evan estuviera muerto. Sin embargo podrían sufrir las consecuencias si descubría que él lo había traicionado.

 Annika notó la expresión en su cara y pensó alguna idea para distraerlo.

 —Muy bien... Bienvenido a nuestro hogar— Dijo poniéndose de pie y estirando los brazos— Tendrás que vivir aquí ahora. Los militares podrían ir a tu casa en el sector norte para confirmar la información sobre tu supuesta aprehensión. Al menos deberás estar aquí por un tiempo—

 —Lo sé— Él también se puso de pie— Entonces, hazme un tour por la casa. Los demás no estarán al menos en una hora aquí.

 Annika le enseñó parte por parte. Empezando por la sala y explicando por qué la puerta de entrada y las ventanas eran de buques y submarinos. Siguió con el comedor, el cual estaba exactamente al lado de la sala. Luego, en la siguiente habitación estaba la cocina, la cual Noah no dejaba entrar a absolutamente nadie, sobre todo a Math ya que solo entraba a comer y nunca ordenaba ni limpiaba nada. Al costado, estaba el baño, donde todos se peleaban por quien se duchaba primero, y luego el cuarto de Noah. A un costado estaba la escalera que llevaba al segundo piso en donde habían tres habitaciones: la primera de Math y Gill, la segunda de Caly y Nova y por último la de Annika, la que estaba más al fondo.

 —Así que tienes habitación propia... eso es demasiado aristócrata de tu parte— Dijo Evan con un tono de burla.

 —Ja, ja— respondió Annika con sarcasmo— En realidad, la razón es que, cuando llegué tenía pesadillas y me quejaba en sueños, eso despertaba a Nova y a Caly cada noche. Caly se cansó de eso y esta habitación, que antes era una bodega, me la dejaron a mí—

 — Estás excusando tu lado aristócrata—

 — No tengo un lado aristócrata—

 — ¡Claro que sí! Solo basta con mirarte— Dijo Evan señalándola completamente.

El reino de la magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora