Capítulo 44

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 Al abrir lentamente los ojos, los sintió tan pesados que parecía que había dormido por horas dentro de esa pesadilla eterna. Su cuerpo se sentía tan débil como una pluma y apenas pudo moverse.

 El piso estaba húmedo y frío. Rocas y tierra se expandía hasta una pared de color gris borrosa.

 Intentó ponerse de pie, pero no pudo. Miró a su alrededor más claramente, dándose cuenta que estaba en una especie de pozo amplio y redondo. Hacia arriba al menos había unos diez metros de altura, sin ninguna escalera visible y la pared tan lisa que era imposible escalarla.

 —¿Keith?— escuchó una voz.

 Él volteó y vio una pequeña figura conocida sentada a su lado. Más bien, a dos personas idénticas frente suyo.

 —¡Nova! ¡Gill!— dijo él intentando ponerse de pie.

 —¡No te esfuerces! Tu cuerpo estará débil por unas horas— dijo Nova.

 Nova y Gill lo ayudaron a sentarse. Ambos estaban heridos, con vendas improvisadas y ojeras debajo de los ojos.

 —¿Dónde estamos?— preguntó.

 —Creo que debajo del palacio Ebrima— dijo Gill.

 —¿Estamos en Sockro?—

 —Sí— contestó Nova— ¿Recuerdas algo antes de llegar aquí?

 Keith cerró los ojos, para concentrarse, pero los abrió de inmediato. Sentía que se quedaría dormido en cualquier minuto.

 —No recuerdo nada, sólo...—

 Una imagen apareció en su mente. Vio a Ayumi aparecer frente a Annika y estirar los brazos. Él corrió y se interpuso, evitando que se la llevaran y cambiando el curso de la visión.

 —Salvé a Annika— dijo Keith— Ayumi quería llevársela a ella, pero yo me puse en medio. Hubo una batalla en Eros, pero todo era para capturarla.

 —Si no está aquí, quiere decir que no la atraparon— dijo Gill.

 —Oh... está en otro lado— dijo Nova.

 —¡No digas eso Nova! Si hubieran capturado a Annika, créeme que escucharíamos sus gritos desde aquí—dijo Gill. 

 —Tampoco digas eso, Gill— dijo Keith— no me hagas pensar que la capturaron... o que le están haciendo daño.

 —Lo siento— dijo Gill.

 —¿Qué pasó? ¿Cómo es que los capturaron?— preguntó Keith para cambiar el tema.

 —Nos atacaron por sorpresa— respondió Gill— Nobu y yo estuvimos protegiendo la entrada de Philia, cuando Amaya atacó a Nobu. Mientras ambas peleaban, Ayumi apareció por detrás y me hechizó. Lo siguiente que recuerdo es despertar en este pozo—

 —A mí me pasó lo mismo. Cetrel vio muchos militares llegar a Shanaram, así que dio la orden de atacar. Yo estuve en el hospital ayudando a los heridos cuando vi a Ayumi caminar por el pasillo. No tuve tiempo de defenderme porque me atacó inmediatamente con un hechizo. Después desperté aquí junto a Gill. 

 —No nos han sacado de aquí desde que llegamos—

 Escucharon un sonido de metal, seguido de un eco. Gill y Nova miraron hacia al frente a una puerta de metal. Keith notó por primera vez que se podía ver una escalera al interior de paneles de vidrio, dentro de la pared. La puerta se abrió y unos diez militares entraron apuntándolos con armas.

 Keith dio un respingo. Levantó su mano para defenderse, pero al instante que lo hizo se dio cuenta que no tenía su gema, ni él ni los gemelos. Keith levantó los brazos en alto, al igual que Gill y Nova.

El reino de la magia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora