Annika estuvo abrazada a sus padres por horas. No se sabe exactamente cuánto tiempo lloró, pero realmente fue mucho tiempo.
Ella estaba sentada en la escalinata del templo de hielo, con su madre a su derecha y su padre a la izquierda. Al verla desde la escalinata de la cabaña, donde estaba Keith y Alejandra sentados, parecía una niña pequeña.
Habían ido a ese lugar al ser más tranquilo y silencioso. No tendrían interrupciones para conversar.
—Annika realmente se ve muy pequeña al lado de sus padres— dijo Alejandra, quien tenía sus brazos cruzados apoyados en sus piernas.
Keith dio un respingo. Cada vez que hablaba le daba uno. Alejandra puso los ojos en blanco sonriendo.
—No soy un fantasma, si eso es lo que crees— dijo ella.
—Lo siento, es solo... no lo entiendo— dijo Keith— vimos cómo esas espadas te atravesaron. Te tuve en mis brazos cuando desapareciste ¿Cómo es posible?—
—Alik se los iba a explicar, prefiero que él lo haga ya que yo no he estado tanto tiempo practicando magia y no la entiendo en totalidad— dijo ella— pero puedo decirte que luego de quedar inconsciente en la fiesta de máscaras, aparecí aquí, en el templo de hielo. Miré mi estómago y no tenía ninguna herida... solo una enorme mancha en mi espalda, pecho y estómago.
Ella se levantó el chaleco y la camiseta. Mostró una marca como la del cuello de Alik y la frente de los padres de Annika en el centro de su estómago.
— ¿Quiere decir... quiere decir que esas marcas son la forma de cómo han sido asesinados?— preguntó Keith sorprendido.
—Sí— afirmó ella bajando la camiseta— los padres de Annika recibieron disparos en la frente, yo fui atravesada con dos espadas y Alik degollado—
Keith sintió un escalofrío. Que mal se escuchaba eso. Pensó en todas las personas con marcas que había visto y comenzó a deducir sus muertes: disparos en la cabeza, cortes en la garganta y la niña rubia que había jugado con Annika, ahorcada. No podía creer que Taro incluso había matado niños con el único propósito de sacar información a los rebeldes.
—Cuando llegué, Alik me encontró en el templo. Me llevó a Ágape y todos fueron muy amables— explicó ella— claramente quise volver de inmediato, pero es imposible pasar el bosque. Además, no sabía cómo estaba la situación en Sockro, con todo lo que sucedió, era peligroso volver hasta tener más información...
Hizo una pausa, dándose cuenta de algo.
—A propósito ¿y los demás?— preguntó.
Keith agachó la cabeza.
—No sabemos nada de Nova, Gill o Nobu desde la explosión del cuartel, no sabemos si están muertos o lograron escapar— explicó— luego de eso, destruyeron la casa, atraparon a Dan y a Amaya. Noah resultó ser Hana...—
— ¿Hana? ¿La reina de Sockro hace dos mil años? ¿La hermana de Taro? ¿Esa Hana?— preguntó Alejandra— Alik me habló de Hana, pero no sabía que era Noah.
—Esa Hana— afirmó— ella, Caly y Math escaparon, pero no sabemos dónde. Sockro está con los límites cerrados y Taro tomó el control total de los rebeldes.
Alejandra agachó la cabeza. La situación estaba mucho peor de lo que creía.
—Ayer vi a Amaya con la gema roja— dijo Ale.
— ¿La viste? ¿Estuviste en el ataque de ayer?—
— ¿Quién crees que lanzó la bengala para que fueras a ayudar a Annika? ¿Quién crees que salvó tu pellejo de Roman lanzándole esa piedra en la cabeza con magia?—
ESTÁS LEYENDO
El reino de la magia.
FantasyAnnika Tisdale es una aristócrata del país Browallia. Ella vivía una vida normal en la ciudad capital Sockro, en donde ella y su mejor amigo Keith, el hijo del rey, eran inseparables. Cuando una noche de año nuevo un tirano llamado Taro Algerian tom...