Caminando hacia él, Michael vestía unos skinny jeans negros, una remera de mangas cortas de Metalica, y unas Converse negras; y su pelo teñido de rojo lo hacía mucho más...sexy. Michael llegó hasta él y le sonrió.
-Hola.-
-Hola.-le sonrió.
Hubo un silencio incómodo, observaban el parque como si fuera lo más interesante en aquel momento. Apenas eran las seis de la tarde, el cielo estaba pintado de un rosado claro y anaranjado, una pequeña brisa y la risa de los chicos que iban a jugar allí. Después del aquel día que ninguno parecía olvidar, los dos sentían que querían conocer el uno del otro, simplemente no ser un "revolcón" de una vez. Sino como intentar una amistad.
El de la idea de juntarse había sido del morocho, le mando un mensaje al pelirrojo si se podían ver en el parque, y el chico respondió que sí. Ahora que ninguno sabía que decir era bastante vergonzoso, ya que Calum quería verlo, y ahora no sabía de qué hablar.
-¿Te parece si vamos a la cafetería de enfrente?-rompió el silencio Michael mientras señalaba con el dedo el lugar.
-Sí, está bien.- Y ambos se dirigieron al lugar.
Cuando entraron a la cafetería fueron directo al fondo, a una mesa cerca de la ventana. El lugar estaba decorado con las paredes de un violeta oscuro, con mesas cuadradas negras y sillas del mismo color; tenían cuadros abstractos, las lámparas eran sencillas pero acordes al lugar. Una música suave y clásica ambientaba el lugar, se podía notar que el lugar era de personas mayores.
Una señora mayor fue hasta su mesa y les pidió la orden. Los dos pidieron lo mismo, un café con leche y medialunas. Con el ambiente del lugar habían podido empezar una conversación más cómoda y fluyente, ambos habían estado un poco nerviosos y tensos porque nunca les paso algo así. Normalmente Calum se acostaba con chicos cuando iba a alguna fiesta con Luke, y después del revolcón todo terminaba; Michael por su parte chico lindo y atractivo que veía lo quería en su cama. Pero ahora que ambos se habían conocido y se revolcaron, querían descubrir más sobre el otro. Era como si no pudiesen negarlo.
La señora que los había atendido les trago el pedido y le dijeron un gracias. Hubo un momento entre la conversación que se miraron a los ojos, pero después siguieron con lo suyo.
Cuando terminaron, salieron del lugar y comenzaron a caminar mientras seguían hablando, era como si se conociesen de toda la vida cuando la verdad era que se habían conocido hace unos tres o cuatro días. Sin embargo cuando Calum levantó la vista para ver a donde se habían detenido miró con el ceño fruncido el edifico. Michael se rió.
-Es mi casa.-y le sonrió.
-Oh...-no supo que más decir.
-Mira Calum, iré directo al grano. Yo...Bueno quiero conocerte más, quisiera tener una amistad, aunque haya pasado lo del otro día, no digo que me arrepienta porque en realidad me la pase muy bien, yo diría que asombroso.-levantó la mirada del suelo y vio la cara del morocho, que contenía una pequeña sonrisa y un brillo especial en los ojos.
-Yo...yo también quiero que tengamos una amistad. Y también me la pase bien el otro día, y nunca tuve una amistad con el chico que...-algo lo interrumpió.
Los labios de Michael rosados y perfectos se posaron en los suyos que eran más carnosos. Joder como amaba los labios de Michael, los besos que le daba eran como una droga y quería volverse adicto. Pero necesitaba más, sus brazos fueron al cuello y lo rodeo acercándolo más, Michael por su parte poso sus brazos alrededor de la cintura del chico y lo acerco haciendo que sus pechos se juntaran y sus miembros se rozaran. Un pequeño jadeo salió de la boca de ambos, se besaron con más pasión sus lenguas se encontraban y sus dientes chocaban. La falta de aire los separo, juntaron sus frentes y se vieron a los ojos.
Oscuro y claro. Los ojos de Michael eran de un verde, brillaban con lujuria y felicidad. Los ojos de Calum eran marrones oscuros, que irradiaban lo mismo que los del pelirrojo. Deseo, lujuria y felicidad.
-Vamos a mi departamento.-le dio un pico en los labios y con sus manos entrelazadas los condujo dentro del edificio.
Y ambos sentían que iba a haber algo más que amistad.
Luke y Calum se encontraban en la cafetería del colegio en la mesa más alejada comiendo en silencio. Algo raro porque casi siempre hablaban de algo, pero hoy los dos tenían a una persona que ocupaba sus pensamientos.
-¿Y por qué sonríes?-le preguntó el rubio con una ceja alzada.
-No estoy sonriendo.-dijo a la defensiva el morocho mientras dejaba el tenedor en el plato.
-Sí, sí lo estás haciendo.-lo miró divertido.
-Agh, a veces me dan ganas de tirarte algo por la cabeza.-suspiró-. Yo...El sábado me junté con Michael.-dijo con las mejillas levemente sonrojadas.
-¿Y qué pasó?-
-Bueno...Fuimos a una cafetería a hablar, y lo acompañe hasta su departamento.-dijo jugando con el tenedor. Entonces Luke se empezó a reír.- ¿Qué es lo gracioso Hemmings?
-Claro, lo "acompañaste" hasta su departamento y te apuesto a que follaron.-dijo sonriendo divertido.-
Y Luke tenía razón. Sus mejillas ardieron más, y rió levemente.
-¿Y Ashton?-preguntó mientras se cruzaba de brazos y lo miraba pícaro.
-Ashton es...Es diferente.-y sonrió.
anto x
ESTÁS LEYENDO
No control «lashton»
Fanfic"-No puedo controlarme cuando estoy a tu lado, Ash.-dijo el rubio mirando los ojos color hazel del castaño." Fanfic editada. Todos los derechos reservados.