Retorno [Parte 2]

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'Pero es imposible ser verdaderamente indiferente al respecto'.

  Incluso después de terminar el desayuno y discutir con Kishiar sobre las formas de tratar al Emperador, como continuación de la conversación de ayer, los pensamientos sobre compartir sueños ocupaban continuamente un rincón de la mente de Yuder.

  ¿Podría el sueño que tuvo Kishiar ser exactamente el mismo que el de Yuder? Los recuerdos eran débiles, así que era difícil asegurarlo. Pero lo que importaba era que no era la primera vez que recibía información de una vida pasada a través de un sueño.

  Antes, cuando Kishiar había hablado en sueños con el nombre de Yudrain, no pudo recordar nada. Pero esta vez, retuvo algunos recuerdos. ¿Qué pasaría la próxima vez que ocurriera algo así?

  A medida que la conexión se profundice y se haga más frecuente, ¿también aumentarán este tipo de incidentes?

  Aunque todavía no estaba claro, sus pensamientos eran complicados.

  Mientras Yuder reflexionaba sobre estas cuestiones ambiguas, un sirviente se acercó para retirar los platos vacíos y dejar un nuevo plato de pastel de calabaza. Ya era la cuarta tarta.

  Las tartas no estaban insípidas, pero ¿cuántas habían horneado para seguir sirviéndolas sin parar? Mientras comía la nueva tarta y contemplaba esta pregunta sin importancia, Kishiar entrecerró los ojos de repente al leer una nota que le entregaba el criado.

"Vaya".

"¿Qué ocurre?"

"El Emperador dice que volver a verle hoy será difícil. Nos han ordenado que volvamos a dentro de tres días".

  Considerando la salud del Emperador, no podían permitirse perder tiempo. Sin embargo, los tratamientos debían llevarse a cabo según la voluntad del paciente. El repentino cambio de planes probablemente significaba que el lado del Emperador también requería algo de tiempo de preparación.

"Tres días deberían ser suficientes... Podría ser beneficioso reunir más información mientras tanto".

  Casualmente, después de la experiencia de ayer, tenía curiosidad por saber la diferencia entre una persona que tenía la energía de la Piedra Roja en su interior pero no había despertado y una persona normal. Parecía una buena idea investigarlo.

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"¿Cuánto tiempo ha pasado, Yuder?"

  Yuder intercambió saludos con Alik, el aprendiz de Thais Yulman, en el laboratorio del mago que hacía tiempo que no visitaba.

  Dado que Thais Yulman era quien más había investigado el poder de la Piedra Roja, era natural que Yuder lo buscara.

"Ah, ¿debo referirme a usted como Barón Aile ahora?"

"No, con llamarme como siempre es suficiente. ¿Está el Maestro Yulman?"

"Mi Maestro está fuera en este momento, pero volverá pronto. ¿Por qué no esperas aquí?"

  Mientras Yuder esperaba, Alik, que era bastante afable, charló sobre diversos temas.

"He oído que has hecho importantes contribuciones en Occidente. También he oído que te hirieron. ¿Estás bien ahora?"

"Sí, como puede ver, ahora estoy bastante bien".

  Alik parloteó sobre lo tranquilo que había estado todo desde que la mayoría de los miembros de la Caballería se habían ido al Oeste, y sobre cómo había mejorado su habilidad para invocar el agua bajo la estricta tutela de su Maestro. Entonces, sus ojos brillaron y bajó la voz con cautela.