2: Una chica flotando.

20 6 0
                                    

—No entiendo.

Addiel se volvió a sentar y respiró hondo para no perder el control en ese instante. ¿Realmente ellas sabían de él? Sobre... que parecía un monstruo. Sabía que nadie podía asimilar algo así. Muchos estudiantes conocían la vida que llevaba él y los demás que, también, eran parte del orfanato. Algunas personas pensaban que todos ellos eran hermanos pero no. Todos tenían diferentes edades. Los más pequeños recibían educación en el orfanato, sin embargo, los que iban a secundaria y preparatoria —que era la mayoría— iban a la ciudad.

Estaba tratando de no estar nervioso pero Gina dijo—: Sabemos de Tony y tú.

¿Eh?

—Venimos a proponerte algo en realidad —Gina lo miró a los ojos—. Naomi quiere invitar a salir a Tony y sabemos que es tu hermano.

Así que... era eso.

—No es mi hermano.

—Lo que sea. ¿Tiene novia? —preguntó Naomi.

—¿Disculpa? —levantó las cejas.

—Que si tiene novia.

—Ve y pregúntale tú.

—Las cosas se vuelven difíciles si eres así.

Addiel resopló molesto. Ya se estaba aburriendo. La quedó mirando, ¿y el qué? ¿Gana algo? ¿El desayuno del día siguiente?

—Tú me dices con quién rayos sale Tony y yo te compraré el desayuno de mañana.

Él abrió los ojos más de lo normal. Respondió rápidamente.

—No, no tiene. Es más, también está buscando pareja y creo que le gustas —dijo desesperado.

Gina carcajeó—. Eres un interesado —dijo ella—. Bien, ¿listo? —miró a su amiga—. Quiero irme. Dejemos a este niño.

Addiel inclinó su cabeza hacia ella lo más cerca que se pudo, a lo que Gina, sorprendentemente, no se alejó—. No soy un niño.

—Bien por ti —dijo ella mirándolo a los ojos.

Naomi los separó con sus manos y se levantó como si se hubiese hecho una misión y ésta fue cumplida. Gina se levantó también y las dos se marcharon, obviamente, sin antes decir:«Nos vemos después», ¿después? ¿Qué? No, no quería verlas después. Quería estar solo y tranquilo. O simplemente con Maggie, que para él; era lo más divertido.

Las semanas pasaron de una manera veloz, y de vez en cuando, se cruzaba a Gina, ésta parecía tener algún que otro conflicto con él. Addiel solía mirarla mal si ella quedaba demasiado tiempo prestándole atención. Sin embargo, Naomi se veía con Tony. A simple vista, parecían llevarse muy bien. Tony venía embobado, Addiel notaba muy bien de quién se trataba. Todo parecía estar bien. Todo, de verdad, hasta una familia había adoptado a unos de los niños del orfanato. Se llamaba Connor y tenía 4 años. Addiel se despidió de él dándole un abrazo. Era un niño increíble.

Quería destacar que sus poderes se perfeccionaron. Regina todavía decía que no es hora y no creo que, algún día, sea la hora de decir a los niños o a la directora, especialmente, que tenía poderes. Pero, cuando todos estaban durmiendo, se las arreglaba para estar en la biblioteca del hogar moviendo libros, lápices, botellas, tizas, a veces sus almohadas y, literalmente, cuando estaba en la preparatoria, movía los croissant de un lado hacia el otro. Sin que lo vieran.

Addiel pensaba que todo estaba bien.

Hasta que... salió del baño frotándose el ojo izquierdo ya que solía picarle a veces. Se topó con Gina bajando las escaleras. Veía cómo se acercaba y estaba seguro que comenzaría con sus quejas, sus inútiles pensamientos contra él, lo odioso que era y que no lo soportaba. Aunque... no sucedió eso.

ADDIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora