20: En el mismo bando.

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—La noche llegó al fin.

Gina cerró las cortinas, aunque todo esté destrozado ellos deberían estar ahí.

—Creo que la policía estuvo aquí, ¿sabes? Quiero decir, antes de que lleguemos.

—¿La policía?

Naomi la miró extrañada y luego gimió del dolor a causa de su pierna.

—¿Podrías quedarte quieta en el sofá, por favor? Pareces a una niña de cuatro años no haciéndome caso —dijo Tony mientras le entregaba el hielo.

Addiel estaba pensando, ¿dónde podría estar su familia? Si Daniel tocó a su familia, no sólo lo mataría a golpes si vuelve a verlo sino que, pensándolo bien, todos aquellos que estaban de su lado saben de todos los pasos que está dando Addiel y sus amigos. Todo ha sido un desastre desde que comenzó esta gigante y horrible aventura. Ya no sabía qué más hacer, no era un genio en estas cosas..., solamente quería tener una vida normal. Como "antes", como cuando era un niño y su único problema era que Maggie no hacía sus necesidades en el arenero.

¿Por dónde iba a empezar a buscar? Y sinceramente en la policía no podía confiar, porque sería un suicidio para ellos mismos. Y ahora escuchándola a Gina que ellos estuvieron ahí, creo que no serían los únicos que estaban buscando a su familia. Bueno, ni siquiera se había movido todavía así que prácticamente no ha buscado nada... aún.

Después de tanto llorar, Quentin había quedado en silencio sentado en el sofá. Había agarrado un par de libros para leer. Al parecer, era un niño muy inteligente. Y fuerte. No es que hubiese aceptado la muerte de su padre, pero sinceramente entendió todo lo que estaba pasando. Y dijo... que se vengaría.

Definitivamente a Addiel no le gustó la forma en la que le había dicho eso, Gina comentó que era muy pequeño para tener tanto odio pero... le arrebataron lo que más amaba en esta vida, a su mejor amigo, hermano, compañero, y todo; a su padre.

—¿Addiel? —Gina llamó, y volteó a mirarla.

Cabe decir que él estaba sentado fuera del orfanato mirando al bosque. No es que le gustase mirar el bosque, pero siempre lo ha contemplado. Era un lugar muy oscuro pero sabía que no salía nada normal de allí.

—Sé que estás pensando en alguna estrategia o algo por el estilo pero... mientras pensamos, hum, ¿crees que podremos encargar algunas pizzas? Creo que todos tenemos hambre.

Él no. Toda la situación le había quitado el hambre.

—Son más de las diez de la noche, creo que deberíamos ir a comprar directamente —dijo Addiel levantándose, y respiró hondo—. Iré yo.

Entró a la casa mientras tomaba una de las chaquetas que estaban tiradas allí de él. No estaba tan caluroso así que debía abrigarse. Gina había quedado parada detrás de él, parecía querer algo pero no estaba tan segura en si decirlo o no. Hasta que lo hizo.

—Te acompañaré.

Naomi cerró los ojos del dolor, y luego los abrió, mientras que Addiel y Gina se iban, le dijo a Tony:

—Siento mucha tensión.

—Será porque la hay realmente.

########

—¿Dónde queda realmente?

—A unas cuadras de aquí —respondió Addiel—. ¿Crees que la policía volverá?

—Creo que pensaron que no había nadie o que estaba "cerrado". —Hizo comillas con sus dedos—. Y se habrán ido definitivamente.

Addiel la quedó mirando mientras ella no lo hacía. ¿Debía decir algo respecto a los besos que estuvieron dándose todo este tiempo? Que, de todas maneras, no fueron tantos pero... ¿cómo quedaría todo realmente? Iba abrir su bocota pero ella volvió a mirarlo y el joven corrió su mirada. Sintió sus mejillas calientes de repente. Todo era tan extraño pero sentía algo tan espantoso en su estómago. Como... como si estuviera en una montaña rusa, y esta sólo hacía más que subir y bajar, subir y bajar...

ADDIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora