Capítulo 31. El incidente

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Desde aquel entonces, me alejé de casa, inventando una excusa sobre un trabajo fuera de la ciudad para mantener a mamá y a Jaden a distancia

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Desde aquel entonces, me alejé de casa, inventando una excusa sobre un trabajo fuera de la ciudad para mantener a mamá y a Jaden a distancia. No quería enfrentarme a ellos mientras seguía asesinando personas. Cada paso que daba lejos, mi mente se debatía entre la necesidad de huir y el deseo de volver a ser parte de aquella familia que dejaba atrás.

Cuando Damian me siguió, una parte de mí anhelaba regresar, dejar atrás todo en lo que me había convertido y retornar con ellos. Por primera vez, quería ser un adolescente común y corriente, sin preocupaciones ni cargas que me atormentaran día y noche.

Arek, por su parte, contribuía con los gastos para mamá. Aunque una parte de mí se sentía agradecida, otra se llenaba de autodesprecio al utilizar el dinero ganado a costa de hacer daño a otros. Para calmar mi conciencia, me repetía que Ethan era un asesino a sangre fría después de todo.

Arek me proporcionó información de Ethan, quien mantenía una vida aparentemente normal; tenía amigos, una familia, e iba a la escuela. Antes habría creído que era imposible que un asesino obtuviera esa clase de vida, pero él lo consiguió. Me dio un poco de esperanza.

El primer paso fue inscribirme en su escuela, la que para mi sorpresa, era la misma a la que asistía Jaden. Traté de evitar a mi hermano y cualquier posible conexión con él, escondiéndome y evitando las clases. A veces, la tentación de acercarme era abrumadora. Durante días vigilé a Ethan, viéndolo sonreír, conviviendo como un chico de su edad, y me pregunté cómo es que podía coexistir el asesino y el chico al mismo tiempo.

Finalmente, decidí que era hora de poner en marcha mi plan.

Por la mañana, recorrí los pasillos en busca de Ethan. Al divisar una cabellera castaña, supe que era él. Lo seguí con determinación, esquivando a los demás estudiantes. Aceleré el paso cuando parecía alejarse más, hasta que terminé chocando con alguien.

Mi expresión se suavizó al reconocer a quien me había detenido.

Esos ojos aguamarina, que anhelé volver a ver, con la esperanza de que algún día me miraran de manera diferente.

Ver a Damian aceleró mi corazón, y mi mente se llenó de emociones encontradas. Por un lado, estaba la sorpresa de encontrarlo en ese lugar, reviviendo recuerdos que creía enterrados en lo más profundo de mi mente. Por otro lado, sentía una oleada de nostalgia y ternura al ver su rostro familiar después de tanto tiempo

Por un momento, me sentí tentado a abrazarlo, a contarle todo lo que había pasado y pedirle ayuda. Pero la sombra de mi misión pendía sobre mí, recordándome que no podía permitirme bajar la guardia. Así que, conteniendo mis emociones, mantuve mi distancia y traté de ocultar la tormenta que se agitaba en mi interior. Por fuera, intenté mostrarme calmado y controlado, como si nada hubiera pasado entre nosotros. Pero por dentro, mi corazón seguía latiendo acelerado, era un recordatorio de que aún había una parte de mí que anhelaba volver a ser aquel niño inocente que alguna vez fui.

A través del Cristal [Cristal#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora