🌸 *:･ﾟ 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓟𝓮𝓬𝓾𝓵𝓲𝓪𝓻 ﾟ･:* 🌸 YoonMin [ 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸 𝓓𝓸𝓼 ]

💮 𝓟𝓻𝓸𝓵𝓸𝓰𝓸 💮

Cinco años después...

JiMin se miró en el espejo para acomodarse la camisa tipo vestido de color amarillo que contenía unos lacitos blancos en la parte de los hombros. Se acomodó también el brazalete que YajaTzael le había regalado el día de su cumpleaños y suspirando se terminó de cepillar el cabello.

— Minie... ¡Te ves hermoso!

— Ayúdame con esto, amor. Ven aquí.

TaeHyung entró con una gran sonrisa, emocionado se le acercó para ayudarlo con la cajita de terciopelo negro que estaba en una de las mesitas. Esperó unos momentos para que terminara de alistarse y luego de ello ambos salieron de la habitación porque habían invitados esperando en la sala.

La casa era un bastante grande, demasiado bonita, con más de tres jardines lleno de las rosas más hermosas y únicas, con grandes árboles y lagunas en caso del central. Era de tres pisos, la casa se unía a otra con algo similar a un puente, ésa era la otra parte de la casa. Llena de grandes bibliotecas, cuartos para pasar una tarde leyendo libros, balcones grandes para tomar algo mientras se veía el cielo.

Demasiado grande para tan solo dos personas.

Era la casa que JiMin siempre soñó tener y que fue como uno más de sus sueños cumplidos. Ya había cumplido el primero, el segundo también, que era contraer matrimonio con YoonGi, así que ahora podía decir que ya llevaban dos años de casados y dos años también en que ese Alfa le había hecho la marca, justo en la luna de miel.

— Listo.

Una vez llegaron a la sala, saludó a todos con besos y abrazos, hasta que le tocó llegar con su Alfa. Sonriendo lo abrazó lo mejor que pudo, dejó un beso en su mejilla antes de entregarle la cajita de terciopelo, eso hizo que YoonGi le mostrara el lindo rosa de sus encías tiernitas.

— Ábrela, cariño.

YoonGi asintió, bastante nervioso bajó la cabeza para observar dicha cajita y admirarla segundos antes de abrirla. Sonrió al mirar que lo que había dentro era un pastelillo bañado en bainilla, con una bonita figura de gorrito que le hizo soltar una risita.

Feliz por probar algo dulce luego de llevar días sin hacerlo, agarró con baba el pastelito y emocionado se lo metió a la boca de una. Entonces, mientras él degustaba el sabor a fresas de él, JiMin negó porque se supone que eso no era lo que debía hacer, al menos no de esa forma.

— No, estúpido, debías comerte la mitad. Pendejo este.

— YajaTzael.

Zael le jaló la oreja a su tonto Alfa por ya estar de boca suelta tan temprano, pero es que alguien debía comprender a YajaTzael, comprender la frustración que le daba saber cuan estúpido era ese tal YoonGi. Se preguntaba por qué era el esposo de su sobrino.

— Cariño, no era así como debías hacerlo.

— ¿Que no me lo debía comer?

— Sí, pero no.

— Bueno. Como sabíamos que esto iba a pasar porque solo a JiMinie se le ocurre darle algo dulce a este Alfita amante a los dulces — Sonrió TaeHyung — Así que aquí tenemos el plan B. ¡JungKookie, ven y tráelo ya! ¡JungKookie, aquí!

Él mostró su preciosa sonrisa geométrica cuando JungKook llegó a su lado para entregarle a YoonGi el gran globo negro. Éste sonrió nuevamente, llegó a distraerse con lo bonito que era el globo que no notaba que JiMin le estaba tendiendo una aguja.

— YoonGi, cariño, debes explotar el globo con esto.

— Uh... ¿para qué?

— ¡Ay, no lo sé, tal vez para terminar el motivo de esta fiesta, pende...!

— ¡YajaTzaelly!

— ¡Es que alguien que se lo explique con manzanitas o yo se lo explico con golpes!

— ¡Cálmate!

— ¡Estoy calmado!

Dael se cubrió la cara de la vergüenza que sentía por ser hermano y, para colmo, gemelo de YajaTzael, quien histérico trató de calmarse para no desatar su malhumor y arruinar el momento de JiMin. Zael lo ayudó con algunas caricias en la espalda porque conocía lo sensible que era su humor.

— Bebé, esta fiesta es especial y lo sabes. Te dije que no te tomaras esa copa de vino.

JiMin tomó la mano de YoonGi, intentando explicarle de manera detallada el motivo de la reunión y del globo, pero es que ese Alfita estaba un poco desorientado porque se había tomado una o dos copas de vino mientras él estaba arriba alistándose.

Donde eran YoonGi y Zael, eran sensibles al alcohol.

— Ahora, explota el globo con la aguja.

— Sí, JiMinie.

Él abrazó a su Alfa, sonriendo miró el momento exacto en que éste rompía el globo con la aguja, fue entonces cuando un polvo de color rosa cayó sobre ambos. YoonGi quedó por un momento en trance, tratando de asimilar la noticia y cuando por fin pudo salir de ello, lo abrazó con tanta fuerza, pero con delicadeza mientras reía de la pura felicidad.

— ¡Es una niña, es una niña! ¡Es una cachorra, JiMinie! ¡Es una niña!

No lo podía creer. Desbordando felicidad por los poros, reposó suavemente las manos sobre el estómago de cinco meses de gestación de JiMin, lloró de la felicidad porque tendrían una niña, una cachorrita de ambos.

— Es una niña, JiMinie, es una niña.

— Es una niña, bebé.

JiMin le sonrió, le acunó las mejillas con las manos y así, con esa misma sonrisa le regaló un beso en los labios. Se abrazaron luego mientras el resto aplaudía por la noticia de saber que su bebé era una niña, una hermosa cachorra que muy pronto estaría entre sus brazos.

Sí.

Al final, las cosas no salieron como él las planeó. Tuvo complicaciones porque resulta que era alérgico a la anestesia y casi muere en ese quirófano cuando estuvo a punto de operarse. Tuvieron que inducirlo al coma debido a las convulsiones que sufrió y luego empeoró con el paro al que entró.

Fue difícil salir de eso, pero lo hizo. Entendió entonces que no podía operarse, mas no fue ese el motivo del por qué quedó embarazado, fue porque con el paso de los años pudo darse cuenta de que, si YoonGi dejó sus sueños por los suyos, él podía dejarlos por YoonGi.

Decidió intentarlo con su primito YaZaelly. Zael había sido amable cuando se lo prestó por una semana para cuidarlo y saber si servía como padre. Al final funcionó, resulta que cuidarlo no fue tan mal porque tenía mucha paciencia y un don con los niños, entonces se imaginó a uno con YoonGi y todo cambió.

Podía decir ahora con seguridad que estaba feliz de su embarazo y que esperaba con ansias el nacimiento de su hija, la que hizo con YoonGi.

Faltaba poco ya.