— Me voy a morir de los nervios.
— Pero que no sean puras promesas, porque esas cosas a mí no me gustan.
YoonGi apretó la manita de JiMin, la envolvió muy bien entre las suyas porque era tan pequeñita y rechonchita que le daba ganas de guardarlas en una cajita de cristal, es por eso que no se quejó ante el comentario de YajaTzael. Estaba nervioso y la presencia de su esposo Omega lo reconfortaba tanto, también su bonito aroma y su nena.
— Necesito tomar algo para que se me quite esta ansiedad.
— Haberlo dicho antes, toma.
Muy extrañamente, YajaTzael estaba de buen humor y por ese buen humor es que le tendió una copa de champán con una sonrisa tan grande que dejaba ver esas muelas de vampiro incomprendido, pero ese no era el punto, el punto era que, si de mal humor daba miedo, de buen daba mucho más.
— ¡Ya llegó!
— Ay, qué fuerte. Siento que me va a dar un aquel no saber de mí.
YoonGi se tocó el pecho para verificar si seguía vivo luego de que sus sentidos comenzaran a nublarse ante lo que sus ojitos de gatito perezoso estaban presenciando. JiMin le había estado acariciando la espalda para manterlo calmado, pero dejó de hacerlo en cuanto él se puso de pie con el corazón tan acelerado que podía ser escuchado incluso si había música suave alrededor.
Luego de meses de martirio, de llanto, de suplicas y miedo, luego de tanto volvía a ver a Min Zael como antes, con esa sonrisita de gomita, esos ojitos de gatito sensible y ese carisma que siempre lo ha caracterizado. Se veía tan precioso con ese traje gris que resaltaba sus ojos y él solo quería acercarse.
Por otro lado, YajaTzael saludaría a su amado gatito después, pues ahora era tiempo de que se reuniera con su familia luego de pasar tanto tiempo entre la vida y la muerte, luchando cada día para salir de esa enfermedad que casi lo mata. No pudo haberse dado por vencido y ya, no cuando tenía a su hijo, a su esposo y a su familia.
— Zael-Hyung es precioso, ya veo por qué te tiene tan enamorado, tío — JiMin comentó — Aunque creí que se te iba a endulzar el carácter, pero eso no se pudo.
YajaTzael asintió, sonrió después cuando se sentó a su lado para darle un sinfín de mimos en ese gran estómago que tenía. Pegó la oreja ahí para esperar escuchar algo, tal vez las lombrices chillando o las tripillas pidiendo comida, algo que le hiciera saber que la niña estaba activa. Tiempo después fue que ella comenzó a ponerse inquieta ante su cercanía.
Volviendo al tema principal, YoonGi decidió acercarse a Zael cuando notó que ya había saludado a todos. Estaba tan feliz, pero a la vez tan sensible que solo lo abrazó sin ganas de soltarlo, porque es que había sido un martirio no tenerlo con él, había sido un desastre su ausencia.
— Yoonie...
— Te amo, te amo y mil veces te amo. Ya no te vayas, por favor.
De por sí era alguien muy sensible, ahora estaba más sensible y su llanto era completamente justificado. Zael le acunó la carita para comérselo a besos como siempre ha hecho, los dos en medio de lágrimas porque se habían extrañado mutuamente y ya no querían alejarse por miedo a que el otro se fuera.
— Mi gatito, estos meses sin ti fueron todo un reto. Mírate, yo no había visto esos músculos, ¿eh? — Sonrió Zael — Has cambiado mucho físicamente, pero sigues siendo ese gatito asustadizo que le teme a las tormentas.
— Le sigo teniendo miedo a las tormentas, pero nadie debía darse cuenta de ese detalle, bebé — Murmuró — Ahora YajaTzael-Hyung me va a molestar de por vida. Es un ser malo, despiadado y cruel.
ESTÁS LEYENDO
🌸 *:・゚ 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓟𝓮𝓬𝓾𝓵𝓲𝓪𝓻 ゚・:* 🌸 YoonMin [ 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸 𝓓𝓸𝓼 ]
FanfictionSegundɑ temporɑdɑ de 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓹𝓻𝓸𝓽𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻. - ¿Tienes frío? Dejɑ que yo te ɑbrigue. - Se supone que yo debo dɑrte cɑlor. Yo soy el Alfɑ. - Siente el cɑlor de mis brɑzos, Alfitɑ. Pɑrɑ tener cinco ɑños de cɑsɑdos, JiMin seguíɑ sie...