— ¿Aquí?
— Aquí.
JiMin tomó las manos de su tímido Alfa para poder ayudarlo a bajar por esa, valga la redundancia, bajada rocosa y resbaladiza, porque lo que pasaba es que YoonGi solía tener pies de mantequilla y entonces se terminaba tropezando o hasta cayendo, Él lo que menos quería es que se lastimara en ese momento en donde no llevaba consigo nada que pudiera ayudarlo, por lo que debía cuidarlo muy bien y vigilarlo ante todo.
— Vamos. Por aquí, nene.
— JiMinie, estoy muy nervioso. ¿Qué pasará si esto sale mal? ¿Y si mi lobo te termina lastimando otra vez y esta vez de forma física? Yo no me lo perdonaría — YoonGi murmuró — JiMin-Ah, JiMin-Ah, es mejor que hagamos esto otro día, donde haya más gente o en un lugar no tan solitario como este... ¿Entiendes?
— Esto está bajo control, bebé. Todo bien.
— No, no. Esto está todo menos bien.
— Deja de ser negativo.
— No estoy siendo negativo, estoy siendo realista.
Ese peculiar Omega se puso a negar con una sonrisilla loca plasmada por ahí y ni siquiera le hizo caso a sus argumentos negativos e inválidos, ya que lo guió hacia una parte algo profunda de ese mismo bosque en el que tuvieron su primera vez juntos. JiMin necesitaba llevarlo a un punto tranquilo en donde su Alfa pudiera conectarse con el mundo y dar acto de presencia para explicarle algunas cosas, como que tenía a un Omega y a una cachorrita producto del amor que se tenían.
— Es aquí.
— Este lugar logra asustarme.
Él volteó a mirar por todos lados, porque ese silencio como que no le gustaba mucho y sentía que lo veían de entre todos esos grandes árboles. Además, no ayudaba para nada el hecho de que estaban en el mero centro, que todos los árboles parecían estar formando un perfecto círculo y que el aire se haya puesto fuerte de repente. A parte, ese perro endemoniado andaba rondando cerca de ellos, entonces sentía sus ojos en la nuca y todavía le parecía increíble que JiMin estuviera como si nada, como si no estuvieran dentro de un bosque en donde se aparecían almas de sus antepasados, en donde se escuchaban voces y hasta pasos.
— Dios, te pido en el nombre de tu santísimo hijo que me protejas de todo mal. Amén.
Ni bien terminó de orar por su alma para que ningún ente se le apareciera y ese perro endemoniado hizo acto de presencia, gruñéndole enojado a sus espaldas porque tal vez no le gustó que invocara al Dios Todopoderoso, pero no era su culpa ser asustadizo e imaginar un sinfín de escenarios en donde cosas paranormales pudieran pasarle, justo como en las películas de terror. Estaba tan asustado que apretó las pequeñas manos de JiMin y lo volteó a ver solo para darse cuenta de que ese Omega lo estaba viendo desde ya tiempo con ojos enamorados.
— Ji-JiMin-Ah, ¿e-escuchaste eso? Alguien se está acercando.
JiMin llegó a negar con el ceño fruncido y no porque no haya escuchado esos pasos entre los árboles, sino porque sabía que no era una persona en sí y que no podía hacerle ningún tipo de daño así fuera el más mínimo, pero era claro que perdería el tiempo en intentar explicarle eso debido a que se notaba el pánico que tenía. Entonces solo se dejó abrazar por él y soltó una risita por esos jadeos asustados, esos temblores tiernos y las oraciones en latín que estaba haciendo en susurros.
— Tengo miedo, tengo miedo.
— Nene, debes calmarte, ¿está bien? Si sigues de paranoico, entonces no podremos hacer nada — Comentó — Mejor toma mi mano, mírame a los ojos y concéntrate solo en mí, ¿quieres?
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🌸 *:・゚ 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓟𝓮𝓬𝓾𝓵𝓲𝓪𝓻 ゚・:* 🌸 YoonMin [ 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸 𝓓𝓸𝓼 ]
FanfictionSegundɑ temporɑdɑ de 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓹𝓻𝓸𝓽𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻. - ¿Tienes frío? Dejɑ que yo te ɑbrigue. - Se supone que yo debo dɑrte cɑlor. Yo soy el Alfɑ. - Siente el cɑlor de mis brɑzos, Alfitɑ. Pɑrɑ tener cinco ɑños de cɑsɑdos, JiMin seguíɑ sie...