— Muy bien, vamos a ver.
Zael cogió la mochilita de su cachorro, sonriendo la abrió para sacar los cuadernos y ver qué había hecho en esa tarde de clases, también verificar si le habían dejado alguna tarea o trabajo que entregar. Mientras hacía eso, YaZaelly se sentó a su lado porque no perdería el tiempo en echarle la culpa cuando viera ciertas cosas.
— ¡Woah! Esta es la tarea con la que te ayudé ayer, ¿cierto, bebé?
— Sí, la misma.
— Vamos a ver cuánto saca... ¿cero?
Zael soltó un jadeo, agarró los lentes de su Alfa para ponérselo y cerciorarse de que había visto bien el puntaje de la tarea que se llevó tiempo en ayudarle a su cachorro, pero, en efecto, había un gran cero en la hoja y hasta en rojo para que se viera mejor. No podía creer que esa maestra antipática haya tenido la osadía de ponerle cero a su bebé solo porque dis que estaba mal hecha.
Puras excusas.
— Pero...
— Yo te lo dije, ¿ah? Te dije que no me ayudaras con la tarea, que yo podía solito y que tú no eres bueno en Matemáticas — YaZaelly refunfuñó — ¡Saqué cero! ¡Cero! ¿Sabes lo que eso significa? ¡Mi papá me va a regañar! Eres un gatito terco, Min Zael, y más que terco, un desastre para las Matemáticas.
— Pero no me hables así, ¿sí?
Él en serio que lo lamentaba, pero es que no podía creer que por culpa de ese bonito gatito ahora tuviera su primer cero cuando sus notas siempre eran excelentes, demostrando que a su corta edad tenía un coeficiente intelectual que, se cabe mencionar, no había heredado de Zael precisamente.
— Yo solo quería ayudar a mi cachorro.
Zael a veces se sentía un Omega tan inútil que lo único en lo que era bueno era en hacer un desastre. No sabía ni freír un huevo, no había una semana en que no quemara la cocina, no había un día en que la lavadora hiciera un rollo cuando intentaba lavar algo. Siempre terminaba haciendo un desastre y a veces se preguntaba cómo YajaTzael podía tener tanta paciencia con él, porque es que ese Alfa solo le sonreía en cuanto hacía un desastre y le hacía mimitos cuando se soltaba a llorar a moco tendido por lo inútil que se servía.
Al menos esa preciosa carita lo ayudaba.
— A ver, ven aquí. A veces es difícil lidiar con gente tan sensible.
— Yo...
— ¿Qué se sentirá ser sensible?
— Bueno...
— Ni idea.
YaZaelly suspiró como con drama incluido, negando se puso de pie sobre el sofá para poder ser de su altura y así buscar cómo envolverlo entre sus cortos bracitos para darle mimos y consuelo, palabras de aliento que le hicieran saber que no era ni el primero, ni el último ser sobre la Tierra que creara un desastre cada dos segundos.
Evidentemente, debido a su pequeño tamaño y cortas extremidades, acabó solamente guindado del cuello de Zael por haber intentado abrazarlo como YajaTzael, sin esfuerzo alguno. Ese gatito bonito entonces soltó una risita antes de ser quien ahora lo abrazara para comérselo a besos, ya que no había una cosa en que no se pareciera a su Alfa.
— Pensando en YajaTzaelly, ¿en dónde estará ese Alfa lo...?
— ¡Siento que esta vez no voy a renacer de las cenizas!
Jesús, María y José.
Muy asustado volteó a ver hacia la ventana que daba a la alberca cuando escuchó ese desesperado grito de parte de YajaTzael. Fue entonces que en pánico se puso de pie para buscar salir enseguida de la casa en cuanto lo vio caer del segundo piso directo al agua, al menos esperaba que cayera dentro de la alberca y no a un lado.
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🌸 *:・゚ 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓟𝓮𝓬𝓾𝓵𝓲𝓪𝓻 ゚・:* 🌸 YoonMin [ 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸 𝓓𝓸𝓼 ]
FanficSegundɑ temporɑdɑ de 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓹𝓻𝓸𝓽𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻. - ¿Tienes frío? Dejɑ que yo te ɑbrigue. - Se supone que yo debo dɑrte cɑlor. Yo soy el Alfɑ. - Siente el cɑlor de mis brɑzos, Alfitɑ. Pɑrɑ tener cinco ɑños de cɑsɑdos, JiMin seguíɑ sie...