🌸 *:･ﾟ 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪 𝓟𝓮𝓬𝓾𝓵𝓲𝓪𝓻 ﾟ･:* 🌸 YoonMin [ 𝓛𝓲𝓫𝓻𝓸 𝓓𝓸𝓼 ]

🌸 𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸 🌸

— Hola.

— Hola.

— ¿Cómo estás?

— Bien. ¿Y tú?

— Bien.

JimSi alzó una de sus preciosas cejas, así miró a Dael y la tonta forma en la que estaba tratando de decirle algo, porque tenía las manos entre las piernas, mostrándose inquieto mientras veía a todos lados. Esas acciones solo las hacía cuando estaba nervioso y cuando quería decir algo, pero no encontraba la forma de hacerlo y eso como que le dio curiosidad de saber ahora qué querría decirle o qué tan delicado era como para que estuviera así.

— ¿Hay algo que quieras decirle a JimSi...?

— ¿Yo? No, claro que no... para nada.

— Está bien.

Mostrándose desinteresado como uso de la psicología inversa; agarró el control remoto y siguió buscando algo interesante como había estado haciendo antes de que Dael se sentara a su lado con ese extraño actuar, de esa manera fingió no darse cuenta de que ese Alfa quería decirle algo y entonces haría que, inconscientemente, hablara y soltara lo que quería soltar desde hace minutos. La psicología en casos como esos ayudaba bastante.

— Mi librito de bolsillo... ha-hay algo que papá quiere contarte.

— Dime.

Dael se mostró demasiado nervioso y más que nervioso la verdad es que se mostró como avergonzado, porque lo que quería comentarle era algo muy importante y no quería que él se lo tomara a mal o solo no aceptara la idea, pues la opinión de él era muy importante y siempre la tendría en cuenta. Además, no funcionaba hacer nada cuando los dos eran muy celosos con el otro y aunque siempre se la pasaran quejando por esos mismos celos, la verdad es que a veces era inevitable.

— Es que yo... ya sabes, yo... bueno, yo... yo-yo estoy saliendo con... con alguien y... eso.

A pesar de que soltó más tartamudeo que palabras, JimSi logró entender a la perfección lo que dijo y justo por eso es que apagó la pantalla, dejó el control a un lado y entrelazó los deditos sobre el cojín que tenía en las piernas. Lo volteó a ver calladito, muy serio y en facciones neutras, usando nuevamente la psicología inversa para hacerlo hablar sin obligarlo.

— Kim Shirley, veinticinco años, enfermero, originario de Seúl, un hermano mayor, padres divorciados, soltero y sin hijos — Comentó — Tú y él han estado saliendo luego del trabajo, te portas muy amable en ir a dejarlo a su casa, en la que te quedas un par de horas por cierto.

Caray.

Dael bajó la vista y la dejó en el piso mientras tenía una clase de debate mental o crisis existencial, intentando procesar todo lo que había dicho de lo más normal e intentando saber si lo ha estado vigilando o si tan solo supuso todos los datos. Sabía que él era un hijo extremadamente celoso, pero nunca creyó que lo fuera tanto como para mandar a investigar a todo aquel que se le acercara.

— ¿Y tú cómo sabes eso, librito de bolsillo?

— Porque JimSi te tiene vigilado.

— ¿Y por qué me tienes vigilado?

— Ese no es el punto, el punto es que ese Omega no me agrada así sea muy cara bonita. Puras palabras — JimSi renegó — A ti te acaban de romper el corazón y hay piezas que no han sido encontradas, así que no hay nada mientras no esté completo.

— Pero Shirley es... es lo más bonito que mis ojos nunca habían visto.

Dael soltó un suspiro enamorado mientras se dejaba caer por completo al sofá, con esa típica mirada que brotaba corazones y esas típicas sonrisa de tonto enamorado. Eso a él no le gustó, porque encima de que, básicamente, confesó que él no era lo más bonito que había visto, estaba idolatrando a otra persona cuando recién acababa de sufrir una decepción amorosa que lo dejó marcado, a los dos.