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El nacimiento de Sky Montessori fue el más esperado del año, cuando nació, las campanas quizá sonaron por horas y toda la gente que trabajaba para los Montessori celebro un día completo, como mínimo. El pequeño futuro duque había sido el pequeño milagro de los Montessori, pero según el propio padre de Sky, más que un milagro había sido una maldición, porque después de su nacimiento, no tenía ni un mes y la duquesa había muerto. Sky había resultado ser un niño maldito, así que lo enviaron lejos, tan lejos como se le podía permitir a un padre enviar a un hijo.

Lo había enviado con una amiga de su madre, la duquesa de otro Reino, una extranjera que también tenía ciertos problemas en su matrimonio pero que, por lo que había escuchado, tenía una hija y se había obligado a vivir con ellos siendo una familia lo más funcional posible.

Esa mujer era Luna, esposa del duque de Solaria, Radius Solein, ambos habían tenido a una hija, Stella Solein Lunarie. Pero para ellos era como si hubieran tenido prácticamente dos hijos, pues Sky había crecido bajo el cuidado de Radius y las exigencias de Luna, claro que nadie fuera de ambas familias lo sabía, había sido un secreto tan bien guardado que se rumoreaba que Sky mantenía un acuerdo nupcial con la joven Stella.

O eso era lo que siempre leía Marion en los periódicos de chismes. A decir verdad desde que sus hijos habían crecido tenía muchísimo más tiempo libre y aunque ella misma y su difunto esposo habían salido cientos de veces en estás mismas columnas no aprendía que a veces no eran más que simples inventos.

Su primer hijo había sido Brandon Bridge Forlen, el mayor de todos, el sucesor de su padre, el futuro Vizconde Bridge, su nacimiento se había visto eclipsado por el del futuro duque de los Montessori, luego había nacido su dulce Flora, un año después que su hermano, se llevaban excelente y para Brandon había sido un total castigo cuando tuvo que asistir a miles de eventos para conseguirle un esposo a su hermana, no quería que la dulce Flora se fuera de casa, pero eventualmente lo había hecho.

Luego fue cuando Marion se enteró que no podria tener más hijos, ella sufrió mucho, le costó mucho trabajo aceptarlo, pero entonces decidió que quizá podría darle oportunidad a otros niños de tener una familia. Entonces adoptaron a Bloom, apenas dos años menor que Brandon y llegó tan pequeña que no le fue difícil adaptarse a su nueva familia, después adoptaron a Riven, un niño de la edad de su hijo mayor, al fin sentían que tenían a la más hermosa de las familias y entonces llegó su pequeño milagro y el último de los Bridge, Miele.

Pero esos tiempos ahora eran pasado, todos sus hijos eran mayores, se preguntaba con frecuencia que sería de ellos si su esposo aún estuviera aquí, si no se hubiera ido cuando la pequeña Miele venía en camino.

Su hijo mayor ahora tenía 26 años y habían ya retrasado mucho tiempo el encontrar un esposo para Bloom, pero no había sido culpa suya, era que Riven había enfermado tanto que ninguno de sus hermanos quería dejarlo solo.

Pero ahora que todos estaban mejor no quería que siguiera retrasando lo inevitable, era tiempo de que todos hicieran exactamente lo que les correspondía y tenían que hacerlo ya.

—Esto es un escándalo— les dijo Marion bajando el periódico y todos sus hijos le dedicaron una mirada —El Duque de Montessori va a venir a la temporada.

Brandon siguió comiendo con tranquilidad sin entender cuál era el problema —Se más específica, madre.

—¡Todos creían que tenía un compromiso con la jovencita Stella!

—¿Eso quiere decir que terminaron el compromiso?— pregunta Miele inclinando la cabeza.

—No lo creo, si fuera así, estaría avergonzado a la futura duquesa— dijo Bloom con algo de burla en las últimas palabras.

—No creo que le importe— dijo Riven —El tipo va a los burdeles y no le interesa si lo reconocen.

—¿Y tú cómo lo sabes?— Marion le dió una mirada de advertencia y Riven señaló acusadoramente a Brandon —¿Quieres explicarte?

—La verdad madre, es donde uno va a aliviar el estrés que le genera una familia como...— finge pensarlo unos segundos —¡Cómo la nuestra!

—Pues espero que dejes de alimentar los chismes hacia nuestra familia, está será la temporada de Bloom.

—Tranquila, te puedo apostar que los rumores estarán sobre el duque y se olvidarán de la familia un rato.

Los BridgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora