Dos semanas después, Bloom estaba en Hampstead Heath, entre las comunas del salón de Lady Trowfargde, apartada de todo el mundo. Le gustaba estar allí.No quería ser el centro de la fiesta. No quería encontrarse con las decenas de hombres que ahora matarían por un baile con ella. Honestamente no quería estar en ese baile.
Porque Sky no estaba.
Aunque ahora que tenía la tarjeta de baile llena a los pocos minutos de llegar a una fiesta y aunque los hombres se pelearán por traerle un vaso de limonada, la primera vez que le pasó, estuvo a punto de echarse a reír a carcajadas, se lo había dicho a Stella en una de sus cartas intercambiadas, aún se sentía mal de estarle quitando su pretendiente, pero no podía evitar pensar que ninguna noche era memorable a menos que Sky estuviera ahí.
No importaba que a él le pareciera necesario mencionar, al menos una vez por noche que tendría que casarse con Stella.
Solo importaban los momentos en que estaban casi solos, por que nunca estaban los dos solos, pero podían hacer lo que quisieran. Una divertida conversación en una esquina, un vals alrededor del salón. Bloom podía mirarlo a los pálidos ojos y olvidarse que estaba rodeada de quinientos testigos, todos inexplicablemente interesados en el estado de su cortejo.
Y casi olvidaba que ese cortejo era todo fachada.
A petición de Brandon, Sky decidió no asistir a todos los eventos sociales a los que Marion y Bloom habían confirmado su presencia y en consecuencia Stella tampoco había aparecido en ningún evento social. Brandon a escondidas de Bloom, tuvo que ir Solein's Manor para aclarar la situación y como él, se había visto inmiscuido sin querer en ese problema, Stella lo disculpó, simplemente porque detrás del ramo de hortensias que había llevado como disculpa sus ojos lucían verdaderamente avergonzados.
Brandon dijo que la única razón por la que había consentido aquella ridícula farsa era para que Bloom encontrará un marido entre los nuevos pretendientes. Desafortunadamente, según Brandon, y afortunadamente para Bloom, ninguno de esos jóvenes se atrevía a acercarse a ella si Sky estaba presente.
Así que Sky desapareció.
Y Bloom estaba destrozada.
No era culpa de Sky, él la trataba con mucho respeto, honor y sentido del humor. Incluso Brandon tuvo que admitir que no le daba ningún motivo de queja. Sky nunca intentaba quedarse a solas con Bloom, y sus contactos se habían limitado a un casto beso en la mano enguantada, y para mayor desespero de Bloom, aquello solo había sucedido dos veces.
Se habían convertido en la mejor compañía para el otro, compartiendo desde largos silencios hasta la más divertida de las conversaciones.
Cada fiesta bailaban juntos dos veces, el máximo permitido sin escandalizar a la sociedad.
Y Bloom supo, sin ninguna duda, que se estaba enamorando.
La situación no podía ser más irónica. Había empezado a pasar cada vez más tiempo en compañía de Sky para atraer a más hombres. Por su parte, Sky había empezado a pasar cada vez más tiempo con Bloom para evitar el matrimonio.
Pensándolo bien, se dijo Bloom, apoyándose en la pared, la ironía era exquisitamente dolorosa.
Aunque Sky seguía expresando en voz alta su aversión al matrimonio, en ocasiones Bloom lo veía observarla de una manera que cualquiera diría que la deseaba, jamás había vuelto a repetir los atrevidos comentarios que le había hecho antes de saber que era una bridge. Pero a veces, lo veía mirarla con el mismo deseo y la misma fiereza que aquella primera noche.
Obviamente cuando se sentía observado apartaba la mirada, pero aquello ya era suficiente para erizar la piel y cortarle la respiración a Bloom.
Suspiró y se hundió todavía más en la pared. Tenía la sensación de que en los últimos días, cada vez había más momentos felices.
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Los Bridge
FanfictionBrandon Bridge se había vuelto el soltero más codiciado de la temporada, como la temporada anterior y la anterior a esa, pero está vez, su hermana Bloom tendría que buscar un esposo gracias a él, la llegada de los duques simplemente altera el orden...