La semana pasó en un abrir y cerrar de ojos. No vio a Sky durante días, si Brandon no le hubiera dicho que había estado en Montessori house arreglando los detalles del contrato de matrimonio, Bloom habría pensado que se había fugado del país.Para sorpresa de Brandon, Sky no había aceptado ni un penique como dote, al final los dos decidieron que Brandon pondría el dinero que su padre había dejado para la boda de Bloom en una cuenta aparte de la que él sería el fideicomisario, así ella podría gastarlo o guardarlo para lo que quisiera.
Unos días más tarde, Sky fue a bridgehouse por la tarde, faltaban dos días para la boda. Bloom esperó en el salón después de que Humboldt, el mayordomo, anunciara su visita.
Se sentó en el sofá con la espalda recta y las manos juntas encima de las rodillas, estaba segura de que parecía el modelo de mujer inglesa. Notó unas cosquillas nerviosas en el estómago, se miró las manos y vio que estaba clavando las uñas en las palmas y que se estaba dejando señales rojas.Se rió, nunca antes había estado nerviosa por ver a Sky. En realidad, posiblemente sea el aspecto más destacable de su amistad, incluso cuando lo había visto mirarla con ojos ardientes, y estaba segura de que sus ojos reflejaban la misma necesidad, había estado cómoda con él.
El estómago le daba saltos y la piel ardía, pero aquellas señales eran de deseo, no de incomodidad. Primero y más importante, Sky había sido su amigo y Bloom sabía que la felicidad que sentía siempre que él estaba cerca no era nada común, confiaba en que entre los dos volvieran a ser los mismos de antes, pero después de la escena en el jardín, se temía que eso llegaría más tarde que pronto.
—Buenos días, Bloom— Sky apareció en la puerta ya en el salón con su maravillosa presencia como siempre.
Todavía tenía los ojos morados y el golpe de la mandíbula estaba adquiriendo una impresionante tonalidad verdosa, pero era mejor que una bala en el corazón.
—Sky— respondió ella —me alegro de verte, ¿qué te trae por bridge house?
Sky la miró sorprendido.
—¿No estamos comprometidos?
Ella se sonrojó.
—Sí, claro.
—Tenía entendido que los hombres tienen que ir a visitar a sus prometidas.
Se sentó delante de ella.
—Escuche de mi madre que lady Aisha fue quien nos vio. ¿Crees que le haya dicho a la duquesa viuda?
—¿Qué me besaste en el jardín?
—¡Sky!
—Lady Aisha no dijo nada al respecto.
—Ya lo creo— dijo Bloom —pero seguro que mi madre sí.
Los dos sonrieron y por un momento, Bloom creyó que todo volvería a ser como antes, pero cuando las risas desaparecieron, un incómodo silencio se apoderó de la habitación.
Sky se aclaró la garganta.
—Tenía un motivo para venir a verte.
Bloom lo miró expectante y espero a que continuara, él saco del bolsillo una caja de una joyería.
—Esto es para ti.
Se quedó sin respiración cuando abrió la caja de terciopelo.
—¿Estás seguro?
—Creo que los anillos de compromiso suelen ser habituales en esta situación— dijo él
En la caja había un aro de oro blanco adornado con una esmeralda tallada que tenía, a cada lado, un perfecto diamante. Era la joya más bonita que había visto en su vida; brillante pero elegante, preciosa pero sin ser opulenta.
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Los Bridge
FanfictionBrandon Bridge se había vuelto el soltero más codiciado de la temporada, como la temporada anterior y la anterior a esa, pero está vez, su hermana Bloom tendría que buscar un esposo gracias a él, la llegada de los duques simplemente altera el orden...