Sra. Young

Agatha

Por Supuesto... Antes de que  la Historia acabe, les haré saber qué Sucedió.

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2 días después del Acontecimiento en el Rosal

     Corre amado de mi alma, ve tras el velo que impide que observe tu rostro y destrúyelo. Porque nada consume más mi espíritu que la ausencia de tus ojos, preferiría que las estrellas desaparezcan y la luna caiga seguida por el inmenso cielo, antes de perderte. No te merezco, y aunque me desvanezca con los años, el fuego de mi Amor será mi eterno tormento. Te seguiría, pero me lo impides, iría por tí, pero me abruma la distancia que has impuesto. Solo deseo sepas, que cada gramo de mi ser respira y vive por tu persona. Hasta el final de los tiempos, hasta que mis huesos sean polvo y no haya rastro de mi existir. Espérame donde la luna no se esconda y la puesta del sol sea eterna.

Con todo mi Amor

Penélope Young

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     Los ligeros pasos de Evie la hicieron levantar sus manos del papel, un suspiro entrecortado atravesó su garganta. Penélope no sabía que hacer. Louis mantuvo la distancia luego de su conversación en el estudio, y desde entonces ella se había empeñado en escribir cartas para él. En explicar el porqué de sus actos. Pero ninguna tuvo respuesta.

     No pudo salir de su habitación durante esos dos días, no había forma de que caminase por los pasillos sin que Julia no dijese palabras hirientes, y es que no se sacaba de la cabeza que la mujer atormentaba a su esposo con la idea de que el bebé que esperaba no era suyo. Louis ni siquiera dijo algo sobre ello, no tenía idea de lo que él pensaba, pero le aterraba que no amase a su hijo.

    No fue hasta el tercer día, en donde debía hacer sus maletas y regresar a Escocia, que sus ojos azules vieron a Louis de nuevo. Penélope, esa mañana visito a su madre, fue una emotiva despedida pues, se habían acercado mucho sorprendentemente, y luego volvió a casa. Todo el equipaje estaba siendo trasladado a los carruajes, Elizabeth y Julia ya habían partido a horas de la mañana y ese fue el momento en que ella se armó de valor y entró al estudio de Louis.

-Espero hayas tenido buena mañana -Louis metió sus dedos entre un puñado de hojas sobre su escritorio y respondió-

-Lo he tenido -Levantó sus ojos hasta ella- Y tú ¿Cómo te has sentido? Escuché que Evie no durmió mucho anoche- Penélope asintió-

-Volvieron las náuseas -Él hizo una ligera mueca-

-Lamento escucharlo

-Mi equipaje ya está abordo del Carruaje -Penélope dio tres pasos hacia él, movía sus manos sin control, no sabía descifrarlo ahora mismo, era cerrado por completo a ella, y la agobiaba intentar entender lo que estaba pensando-

-Supuse que permanecer aquí es lo que deseabas -Ella caminó aún más cerca y se detuvo a unos dos pasos de distancia-

-¿Debería quedarme?

-Penélope, te he dejado libre, después de todo, es tu vida -Sus mejillas ardieron, eso sí que era lo más tonto que había escuchado decir a Louis-