capitulo 10

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Lauren llevó a Camila a la sala y la morena se quedó impactada cuando vio de quien se trataba.

— ¡Rosarito! Mi Rosarito, pero ¿Qué sorpresa? ¿Pero qué haces aquí?

— Señorita Camila, qué alegría verla, me tenía muy preocupada y además vine a decirle algo urgente.

— Pero no entiendo, ¿Te trajo mi tío Jorge?

— No señorita, justamente de él quiero hablarle. — la cara de Rosarito tenía una expresión de preocupación, enseguida Camila llegó a pensar que se trataba del estado de salud de su tío.

— ¿Pero qué pasa? ¿Le pasó algo a mi tío? Por favor no te quedes callada y dime.

Lauren por su parte estaba muy intrigada por saber qué estaba pasando, aunque tratándose de Jorge, ella sabía que cualquier cosa podía suceder.

— ¡Ay señorita Camila! Lo que sucede es que don Jorge no ha regresado a casa desde su boda, pero además de eso llamó un hombre diciendo que tenía que pagarle todo lo que él le debía, o de lo contrario no lo iban a regresar con vida.

— ¡Dios mío! Pero eso no puede ser, entonces esa persona que llamó tiene a tío Jorge.

Lauren se quedó pensativa, le extrañaba todo lo que estaba pasando, conocía muy bien a Jorge y sabía de todas las artimañas de las que era capaz de hacer, con tal de sacar provecho de cualquier situación; y esa no era la excepción. 

— Lauren por favor, haz algo, ese hombre tiene secuestrado a tío Jorge.

 — Cálmate Camila, esto lo vamos a resolver, voy a llamar inmediatamente a la policía. —Rosarito enseguida dijo alterada:

— ¡No lo haga! El hombre que llamó me dijo que no llamara a la policía y que solamente me comunicara con la señorita Camila.

Para Lauren fue una razón más para sospechar que tal vez Jorge estaba detrás de su propio secuestro, sin embargo, no podía asegurarlo, ya que también era cierto que debía mucho dinero gracias a las apuestas de juego que hacía, cabía la posibilidad de que esa persona que lo tenía secuestrado, se hubiera enterado de que su sobrina se había casado con una millonaria.

— Bueno, vamos a calmarnos todos, entonces lo que debemos hacer es ir a su casa para esperar que este hombre llame de nuevo y así saber qué es lo que quiere a cambio de que entregue a Jorge.

 Rosarito enseguida exclamó:

— ¡No es necesario! El hombre que llamó, me dijo claramente que debía buscar a la señorita Camila y que él se comunicaría a esta casa asegurándose de que yo hiciera lo que estaba pidiendo y sobre todo que no llamara a la policía o de lo contrario, don Jorge no saldría vivo.

Lauren frunció el ceño, estaba realmente muy preocupada, ya que no sabía qué hacer, además no quería que sus padres se enteraran de lo que estaba pasando, eso sería el finde su futura herencia.

— Muy bien, vamos a pensar las cosas fríamente, Rosarito usted se va a quedar aquí con nosotras, esperaremos a que ese hombre se comunique nuevamente para saber qué es lo que quiere; por lo pronto ya veré como le digo a mi madre lo que está pasando, sin que se entere de la verdad de nuestro matrimonio. ¿Estamos de acuerdo?

 — A ti lo único que te importa es este mugroso matrimonio, ¿No te das cuenta de que todo lo que está pasando es precisamente por haberme casado contigo en contra de mi voluntad?

— ¡Cállate Camila! Por favor baja la voz, mis padres no pueden enterarse de que me casé contigo para recibir la herencia, porque si eso llegara a pasar, no recibiría un solo centavo y sin dinero, no puedo ayudar a tu adorado tío.

Camila sentía que cada vez se encontraba entre la espada y la pared; no tenía ninguna alternativa que quedarse en esa casa y seguir fingiendo que tenían un matrimonio feliz a pesar de las circunstancias que la rodeaban. Ella estaba consciente de que Jorge no había sido un buen tío, pero en el fondo lo quería y más aún porque le recordaba a su difunto padre.


(...)


Cuatro horas después...

— Pero esto es inadmisible, ¿Cómo me pides que le dé algo de mi ropa a esa paralítica?Primero la traes a vivir a esta casa y ahora tengo que darle mi ropa. ¿Qué más sigue Lauren?

 — Madre por favor trata de calmarte, ya te expliqué lo que está pasando con el tío de Camila, ella no puede regresar a su casa y no dio tiempo de que ella pudiera traer sus cosas, solo te estoy pidiendo algo de ropa de la que no te pones, al menos hasta que esto se resuelva.

— Tú no puedes estar casada con esa joven, debes separarte de ella inmediatamente.

— ¿Pero por qué madre? Porque no puede caminar, Eso es lo que te molesta ¿No es verdad?

A Martha le temblaban las manos, ella no podía decirle sus sospechas y menos aún sin estar segura de que Camila fuera su hija, pero de pronto pensó que darle la ropa a la joven, era una buena oportunidad para acercarse a ella y así poder ver el medallón y comprobar si se trataba del mismo que ella había puesto a aquella bebé que abandonó en aquel orfanato.

— Está bien, ya no quiero seguir con esta discusión, voy a sacarle algo de ropa y se la llevaré a la habitación. 

Lauren respiró aliviada mientras le decía:

 — Gracias madre, pero no tienes que llevársela tú, dame la ropa y yo me encargaré de hacerlo.

— ¡No! Yo lo haré, además así me aseguraré de llevarle algo que pueda quedarle.

— Está bien, como quieras, mientras tanto tengo que hacer unas llamadas, cualquier cosa estaré en el estudio.

Antes de que Lauren saliera de la habitación de su madre, esta le dijo:

 — ¡Espera! Y esa sirvienta, la tal Rosarito, ¿Se va a quedar a vivir en esta casa?

— Sí madre, ella le sirve de apoyo a Camila, por lo menos hasta que se resuelva lo de su tío.

— Pues bien, entonces si va a estar en esta casa, haz que se ponga un uniforme de sirvienta, no quiero verla deambular con esos trapos viejos que lleva puesto.

— ¡Pero madre!

— Es mi condición para que pueda quedarse aquí, ya que tu padre no está bien de salud para estar al frente de todo, en su lugar mando yo, recuerda que aún no has recibido la herencia, por lo tanto, hasta que eso no ocurra, sigo siendo yo la que lleva todo el control de esta casa.

— Pero ya me casé como lo quería papá, así que ya debería recibir mi herencia.

— Sabes perfectamente que para recibir la herencia, debes esperar a que tu padre se vaya de este mundo y además, no es suficiente con haberte casado, recuerda que debes dar un heredero a esta familia, o de lo contrario no recibirás nada. Pero dudo mucho que con esa paralítica puedas tener un hijo.

Lauren apretó los puños, sabía que esa era una de las cláusulas que su padre había puesto en el testamento, pero creyó que tal vez podía evitar que eso pasara, pero se estaba dando cuenta que su madre iba a interferir hasta que se cumpliera la voluntad de su padre. Aunque al mismo tiempo, no quería a Camila como su esposa y sabía que podía hacerle la vida imposible para que se separara de ella.


 (...)


Martha entró a la habitación que compartía Camila con Lauren, iba dispuesta a saber si ella era su hija o no, y la única forma de hacerlo era poder tener de cerca el medallón.


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-DESTINOS CRUZADOS-  [camren gip]                                  ❝Adaptación❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora