-DESTINOS CRUZADOS- [camren gip] ❝Adaptación❞

capítulo 36

Camila se había quedado en shock, no podía creer lo que Alicia le estaba diciendo.

-Pero eso no puede ser. ¿Cuándo ocurrió? ¿Qué le pasó? Hasta donde me has contado estaba bien de salud.

-Fui ayer como siempre a llevarle la bolsa de comida que me encomendaste y la encontré acostada en su cama, creí que estaba dormida pero cuando la toqué estaba fría y no tenía pulso, enseguida llamé una ambulancia, pero el médico que la vió dijo que había sido un paro respiratorio.

-No sabes cuanto me duele que se haya ido sin haberme despedido de ella, se fue creyendo que ni siquiera la ayudaba económicamente.

-Se equivoca señora Camila, se que me dijo que nunca le dijera que la ayuda que recibía era de su parte, pero no me parecía justo, asi que hace tiempo se lo dije y ella le escribió una carta y me dijo que se la entregara si a ella llegaba a pasarle algo.

-¿Pero por qué no me dijiste que existía esa carta? Tal vez yo hubiera podido haber hablado con ella antes de que todo esto ocurriera.

-No señora Camila, ella fue muy clara, me dijo que solo le dijera de la carta si ella no llegaba a estar, y solo hice lo que me pidió. Ahora solo falta que le haga cristiana sepultura como ella se lo merece.

-Si, encargate de todo lo concerniente al sepelio, yo voy a tomar un vuelo privado para poder estar allí mañana mismo.

-¿Está segura de regresar? Porque no tiene por que hacerlo, yo me puedo encargar de todo.

-Sí, lo sé Alicia, pero tengo que regresar, ya es hora que enfrente la realidad, además no puedo seguir viviendo ocultándome de todo como si fuera una criminal.

-Pero recuerde que la señora Lauren se encuentra trabajando en la empresa ¿Y qué le va a decir cuando sepa que tiene un hijo?

-Sé perfectamente que está trabajando en la empresa, mi abogado me ha tenido al tanto de todo, pero con respecto a mi hijo, ella jamás debe enterarse de que ese hijo es suyo, no puedo arriesgarme a que mi hijo crezca con un trauma sabiendo que su madre es en realidad mi hermana.

-Y qué va a ser con la señora Martha, ella sigue viviendo en la mansión.

-No lo sé Alicia, ya veremos mañana cuando regrese, ¡Ah! Por favor no le digas a nadie que voy a volver. Tú encargate de todo lo demás, yo después me comunicaré contigo.

Camila sentía un susto en el estómago de tan solo imaginarse el volver a enfrentarse a todo aquello que la hizo huir de allí. Pero de cualquier manera estaba tratando de buscar cualquier excusa para salir de esa cárcel en donde ella misma se había encerrado.

Además, ya no soportaba estar más tiempo cerca de Alberto.

(...)

-¿Pero cómo que te regresas a México? ¿Te has vuelto loca Camila?

-Tengo que ir entiéndelo, falleció Rosarito y debo estar en su funeral, aunque sea para poder darle el último adiós. -decía mientras preparaba las maletas de ella y de su hijo.

-¿Pero acaso también pretendes llevarte a nuestro hijo? Eso si que no te lo voy a permitir, a Mickey no vas a sacarlo de aquí, te lo prohibo. -le dijo Alberto mientras le cerraba la maleta evitando que esta continuara metiendo la ropa del chiquillo.

-¡Ya basta Alberto! Déjame terminar de empacar, ya te dije que solo van a ser unos dias, quiero estar con Rosarito aunque sea en su funeral.

-Tanto escándalo por una simple sirvienta qué encima te traicionó ¿O acaso se te olvida que estuvo detrás del supuesto secuestro de tu tío?

-Ya estuvo bueno Alberto, ya te dije que regreso a México con o sin tu consentimiento, y me llevo a mi hijo quieras o no. Salgo esta misma noche en un vuelo privado, así que hagas lo que hagas, regreso a mi país y con mi hijo.

-Pues regresamos, porque yo me voy contigo, tengo derecho porque soy tu esposo y el padre legal de Mickey, así que no puedes prohibirme que los acompañe. A menos que tengas otros planes y no quieras incluirme en ellos.

A Camila no le quedó otra alternativa que aceptar que Alberto regresara con ella a México, porque quisiera o no, legalmente era el padre de su hijo y eso no podía evitarlo.

(...)

Habian llegado a su país después de un largo tiempo, fueron cuatro años lejos de todos, ya se encontraban en la mansión, Camila fue recibida por María el ama de llaves, que seguía encargada de la mansión, al ver a Camila entrar con Mickey, no pudo aguantar la emoción.

-Pero qué alegria tenerla de vuelta en casa y además ya está caminando, es que por más que la veo no puedo creerlo. Y ese niño está hermoso pero es el vivo. retrato de......

Maria se quedó callada inmediatamente cuando se dio cuenta de que Mickey se parecía muchísimo a Lauren, fue un momento bastante incómodo en el que Camila sudó frío y Alberto puso una expresión de disgusto que enseguida lo hizo decir lleno de coraje:

-Bueno ya está bien de tanto recibimiento, María lleva el equipaje a la habitación principal y después sirvenos algo de beber, estamos exhaustos por el viaje.

-Si señor, como usted diga. Con su permiso.

Apenas María se retiró con las maletas, Camila le dijo molesta:

-No tenias que ser tan grosero con María, ella solo estaba siendo amable.

-¿Acaso no te das cuenta de lo que has hecho regresando a México con el niño? Ya esta sirvienta se percató de que Mickey se parece a Lauren, porque eso fue lo que estuvo a punto de decir. Pero te advierto que no voy a permitir que Lauren se acerque a Mickey porque te recuerdo que legalmente es mi hijo.

El pequeño que estaba escuchando enseguida preguntó:

-¿Mami quién es Lauren?

Camila enseguida miró a Alberto, se puso nerviosa, ya que el nombre de Lauren no se había mencionado nunca en presencia del niño hasta ese momento.

-Es una amiga cariño, pero mejor vamos a la habitación para que te cambies. -le dijo Camila tratando de despistarlo, luego se fue con el pequeño mientras Alberto la miraba fijamente con el ceño fruncido, sabia que no había sido buena idea haber regresado de Nueva York.

De pronto llegó Martha a la mansión, venía del gimnasio y cuando vió que Alberto se encontraba en la sala, sus ojos se abrieron de la impresión, luego exclamó :

-¡Alberto! ¿Pero qué haces aquí?

-¡Martha! -Alberto no le quitaba la mirada de encima, ella venía vestida con ropa deportiva, un mono negro ceñido al cuerpo, se veía demasiado bien, además de notar que se había operado el busto y definitivamente los ejercicios le habian sentado muy bien.

A pesar de ser una mujer madura, se veía muy atractiva, pudo apreciar que en todos estos años se había dedicado a mejorar su aspecto. Alberto se quedó con la boca abierta de la impresión.

(...)